"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Las «Preocupaciones» del Comando Sur Entran en la Órbita del Litio

La comandante del Ejército del Comando Sur, generala Laura Richardson, declaró en el Foro de Seguridad de Aspen en Colorado que los estadounidenses a menudo se involucran en las preocupaciones Este-Oeste, pero que el Sur, es decir, Latinoamérica, «es nuestro vecindario».

Asimismo dijo en la Sexta Cumbre Concordia de las Américas 2022, realizada en Miami hace pocos días, que la región «es muy rica en recursos, minerales raros, litio; el triángulo del litio está en esta región y hay muchas cosas que ella tiene para ofrecer, tenemos que… estar alertas…».

Sus declaraciones se corresponden con las emitidas ante el Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos en marzo pasado (PDF), así como la «preocupación» por las alianzas estratégicas e integrales que hay entre muchos de los países en Latinoamérica y el Caribe y el eje China-Rusia. No es menor la reiteración sobre los recursos existentes en algunos de los países de la región que «contiene el 60% de litio del mundo y el 31% del agua dulce del mundo».

A continuación el documento hace un amplio señalamiento:

«La ambición de la República Popular China de revisar fundamentalmente el orden mundial para servir a sus objetivos autoritarios y expandir su influencia global ha desencadenado una nueva era de competencia estratégica con los Estados Unidos».

Luego relaciona la presencia de inversiones y empresas chinas con «capacidades militares».

Disputa por el «oro blanco»

También conocido como «el nuevo aceite» u «oro blanco», el litio se usa para fabricar baterías de iones que alimentan vehículos eléctricos, teléfonos inteligentes y dispositivos portátiles, por este motivo su demanda ha aumentado de manera significativa en los últimos meses.

Los precios al contado del litio para baterías en China, donde se encuentran las tres cuartas partes de toda la capacidad de fabricación de baterías, han aumentado más de un 600% en lo que va del año, de alrededor de 10 mil dólares por tonelada métrica en enero a 62 mil en junio, según Benchmark Market Intelligence. Por otra parte, Citi Group ha pronosticado que los precios seguirán aumentando a medida que persista una «escasez estructural» del metal, lo que significa que no hay suficiente capacidad en la industria para satisfacer la demanda.

La Agencia Internacional de Energía proyecta que el valor de las ventas mundiales de litio podría multiplicarse por 20 entre 2020 y 2030, y eso está ejerciendo una gran presión sobre el precio de muchos productos electrónicos, incluidos los vehículos eléctricos. El litio es un componente crítico de los planes de transición de «energía verde» de países como China, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos. El año pasado la venta de vehículos eléctricos se duplicó, llegando a los 6,3 millones de unidades; para 2030 se espera que se vendan 26,7 millones.

El declive de Estados Unidos en la región es claro, aun cuando logró revertir el llamado «ciclo progresista» con gobiernos alineados que buscaron cercar a Venezuela, Nicaragua y Cuba por no ser títeres de Washington. La hegemonía estadounidense pierde espacios en el aspecto económico, financiero y comercial, pero también político, además, las decisiones políticas de la administración Biden para intentar socavar a Rusia y China han buscado tocar América Latina y el Caribe, no sin razones.

Pronósticos de producción minera comprometida y demanda primaria de litio en un escenario «sustentable» y uno de «políticas declaradas» (convencional) (Foto: Archivo)

La disputa global también es por asegurar los suministros de litio y, por el momento, China la está ganando ampliamente porque:

  • Ya es el refinador número uno del metal blanco procesado y el fabricante número uno de baterías, según la consultora energética BloombergNEF.
  • Refina el 60% del litio del mundo, controla el 77% de la capacidad global de celdas de batería y el 60% de la fabricación de componentes de batería del mundo, señala un informe reciente de Gavekal Research.
  • De las 200 megafábricas de baterías que se proyectan hasta 2030, 148 están en China.
  • A pesar de poseer solo 5,1 toneladas, o el 7% de las reservas probadas de litio del mundo, China es ahora el cuarto productor más grande. También cuenta con la empresa minera de litio más grande del mundo, Ganfeng Lithium Co, que posee los derechos del depósito de metal más grande del mundo, en Sonora, México.

 

 

Tensiones y futuro en el «Triángulo del Litio»

La región fronteriza de Bolivia, Chile y Argentina, llamada «triángulo del litio», concentra el 68% de las reservas mundiales del metal. Según estudios, Bolivia posee el 30% de las reservas mundiales de litio, seguido de Chile, con 21%, y Argentina, con 17% del total, y su mercado evidencia la manera en que se han modificado las relaciones de poder a nivel geopolítico en las dos últimas décadas, ya que las potencias económicas centrales del siglo XX (Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia) «se ven cada vez más rezagadas y eclipsadas frente al fuerte dinamismo surasiático, especialmente el generado por China».

Chile ha sido el principal exportador de litio: en 2017 y 2018 exportó casi 10 veces más que cualquier otro país del mundo (1 mil 642 millones de dólares ), y entre 2001 y 2017 el 50% y 65% de todo el litio a nivel global desde Antofagasta, cerca del desierto de Atacama.

Argentina pasó de tener una participación en el mercado global de 1,18% del mercado en 2002 a 19,54% en 2016, lo que ha causado cambios en su geopolítica del litio al posicionarse como segundo exportador del mineral.

Por su parte, las principales potencias industriales de Asia son los países que registraron las mayores importaciones de litio entre 2017 y 2018, antes de la pandemia global:

  • China: 723 millones de dólares.
  • Corea del Sur: 705 millones de dólares.
  • Japón: 511 millones de dólares.
  • Bélgica: 240 millones de dólares.
  • Estados Unidos: 209 millones de dólares.

La revista Diálogo, editada por el Comando Sur de Estados Unidos, publicó tres días antes del golpe a Evo Morales en 2019, un artículo titulado «Empresas chinas explotarán el litio boliviano» en la sección «Amenazas Transnacionales» y, aunque el título sugiere que el acuerdo se había firmado hacía poco, en realidad fue a principios de ese año.

Los convenios con Bolivia fortalecieron la posición de Beijing como principal controlador del mercado mundial de litio, y de Alemania en su búsqueda de autonomía energética por fuera de la influencia de Estados Unidos.

Complejo estatal de extracción de litio en el salar de Uyuni, Bolivia, en 2019. Enclave destinado a producir el mineral clave para la industria electromotriz de China (Foto: AFP)

Empresas chinas como TBEA Group y China Machinery Engineering llegaron a un acuerdo con Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) mientras que Tianqui Lithium Group de China, que opera en Argentina, estaba encaminada a llegar también a un acuerdo con YLB. Tanto las inversiones chinas como la Compañía Boliviana de Litio estaban experimentando con nuevas formas de extraer y de compartir las ganancias del litio. El actual gobierno de Luis Arce abrirá la primera planta de litio el próximo año al borde del Salar de Uyuni, el salar más grande del mundo.

¿China o las soberanías? ¿Cuál es el «competidor» de Estados Unidos?

La política de nacionalización del gobierno de Morales en 2008, y la complejidad geográfica del Salar de Uyuni, hicieron que empresas mineras transnacionales como Eramet (Francia), FMC (Estados Unidos) y Posco (Corea del Sur) no hicieran alianzas con Bolivia y optaran por operar en la Argentina de Macri.

Tesla y Pure Energy Minerals (Canadá) mostraron ambas gran interés en tener una participación directa en el litio boliviano, pero no pudieron llegar a un acuerdo con el gobierno, debido a que cualquier desarrollo del litio tenía que hacerse con la compañía minera nacional (COMIBOL) y con YLB como socias paritarias. De allí el famoso tuit de Elon Musk, director ejecutivo de Tesla: «¡Daremos un golpe a quien queramos! Lidia con ello».

El hecho ocurrió cuando un usuario de la red social le respondió haciendo referencia al derrocamiento de Evo Morales y supuso que el hecho se dio para que Elon Musk pudiera beneficiarse del litio boliviano.

Tuit de Elon Musk que luego fue borrado y descrito por la prensa corporativa como «un acto de sarcasmo» (Foto: Archivo)

 

Recientemente Ganfeng Lithium anunció planes para comprar la empresa argentina Lithea Inc., que tiene activos en lagos salados al oeste de la ciudad de Salta, en el norte de Argentina. Se espera que la primera fase de producción de Lithea alcance una capacidad anual de 30 mil toneladas de carbonato de litio.

La compañía Zijin Mining, una de las mayores productoras de cobre y oro de China, adquirió por 770 millones de dólares la totalidad de la compañía canadiense Neo Lithium Corp., centrada en la explotación de litio en Tres Quebradas, provincia argentina de Catamarca, así lo indicaron ambas compañías en un comunicado de mediados de octubre de 2021.

Según Bloomberg, Argentina tiene la cartera de proyectos de litio más grande del mundo con un estimado de 19 millones de toneladas métricas de recursos aún por explotar, sobre los cuales las empresas chinas y estadounidenses se han visto envueltas en guerras de ofertas.

El gobierno de Argentina, con niveles récord de deuda de 370 mil millones de dólares, equivalente a seis veces la deuda total que tiene con el FMI, necesita el dinero desesperadamente. Al igual que los otros vértices del «triángulo del litio» quiere asegurarse de que sus poblaciones se beneficien de la creciente fiebre. Esto es parte de una tendencia más amplia de ascendente nacionalismo de recursos en la región que tiene a las compañías mineras globales y a sus inversionistas extremadamente preocupados.

En abril de este año, México, con las novenas reservas más grandes del planeta, nacionalizó la industria del litio aunque desde entonces no ha expropiado ningún proyecto minero. Se habla de crear una asociación de países productores de litio que funcionaría de manera similar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuya creación en 1960 arrebató gran parte del control sobre los precios mundiales del petróleo a las llamadas «Siete Hermanas» de empresas petroleras multinacionales estadounidenses y europeas.

Argentina ha estado firmando acuerdos de cooperación tanto con Bolivia como con Chile. También el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador ha planteado una cumbre para «recoger experiencias» con estos países que podrían fijar en el futuro el precio del litio en los mercados internacionales. El tema de la propiedad es diferencial, su explotación en Chile está en manos privadas mientras que en Bolivia es estatal y en Argentina las provincias tienen soberanía sobre los recursos de su territorio. Otro tema vertebral es el daño ambiental y el consumo intensivo de agua que conlleva la producción de litio.

No es fortuito el hecho de que Estados Unidos utilice a una vocera de su estamento militar para anunciar su posición ante el avance de China en el tema de recursos como el litio. Sobre todo porque estos países apuntan a una mayor influencia y control sobre este mercado en rápida expansión, así como sobre la minería, fuente de numerosos conflictos socioambientales.

¿Hacia una «Otan metálica»?

Richardson acudió a la Cumbre de las Américas de la Concordia 2022, realizada en Miami, acompañada del embajador de Colombia en Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, y del prófugo de la justicia venezolana y embajador fake, Carlos Vecchio, declaró sobre China y Rusia:

«Creo que están jugando al ajedrez. Rusia también prevalece en esta región y creo que están jugando a las damas. Creo que están ahí para socavar a los Estados Unidos, están ahí para socavar las democracias y todos van en serio. Ya sea que estén jugando ajedrez o damas, están allí para socavar la democracia. Y honestamente, con toda la desinformación y Russia Today en Español, Sputnik Mundo, más de 30 millones de seguidores de Rusia estaban en las redes sociales (sic). Quiero decir que esto es muy preocupante…».

Laura Richardson -aquí junto al prófugo de la justicia venezolana Carlos Vecchio- busca, mediante amenazas, detener una mayor influencia y control de los países latinoamericanos sobre el mercado de materias primas (Foto: Archivo)

En junio pasado, Washington firmó de manera discreta una «asociación de seguridad de minerales» (MSP) con la UE, Canadá, Australia, Japón, Corea del Sur y el Reino Unido (participante en el golpe de 2019 en Bolivia) para «garantizar que los minerales críticos se produzcan, procesen y reciclen de una manera que respalde la capacidad de los países para obtener el beneficio total del desarrollo económico de sus dotaciones geológicas».

La iniciativa del Departamento de Estado, bautizada por la misma agencia Reuters como una «OTAN metálica», es descrita como una coalición de países que están comprometidos con «cadenas de suministro de minerales críticos responsables para apoyar la prosperidad económica y los objetivos climáticos».

El control sobre los bienes comunes de la naturaleza, o recursos naturales, es clave para el capitalismo global y Occidente sabe que el orden mundial no volverá a ser el mismo, por ello voces como la de Richardson son trompetas de la misma guerra autoconvocada que no cesa.

26-07-22

 

También te puede interesar

Deja tus comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *