"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Si toca a una, respondemos todas

Las Mujeres por la Vida ante el dolor se juntan, tomadas de las manos, hombro con hombro encontramos las fuerzas para sanar, para dar la pelea, para hacerle frente a nuestras luchas personales y colectivas, allí, entre nosotras te abrazamos, acuerpamos ese dolor y lo hacemos propio, porque Sí Tocan a Una, Nos Tocan a Todas.

Este no es un comunicado “Políticamente Correcto”, es más bien el grito colectivo de una manada que ante la violencia arma su defensa y declaramos:

“Yo sí te creo Hermana” frente a la denuncia de la compañera de Juventud Rebelde de Colombia, quien movilizada por la solidaridad decidió ser parte de la 2da Brigada Internacionalista Che Guevara y asistir a Venezuela para conocer diversas experiencias de la Revolución Bolivariana, entre ellas la que desarrolla la Comuna Socialista El Maizal en el Estado Lara y justamente en territorio comunal es agredida y violada sexualmente por parte de Jhosy Coronado, quien por ahora está suspendido de sus responsabilidades militantes dentro de la organización venezolana Frente Cultural de Izquierda.

Durante días se han compartido muchas opiniones, cuestionamientos hacia la verdad, la defensa al agresor, no faltaron las excusas, los señalamientos hacia la mujer, el cómo vestía, si bailaba de forma sensual, provocativa, la cantidad de alcohol que consumió, lo mucho que tardo en avisar. Entonces decidimos apretar los diente para que la digna rabia sea comprendida, por quienes hacen comuna, quienes dicen ser feministas, las y los internacionalistas, la institucionalidad, todas y todos atravesados por la lógica patriarcal que legitima la cultura de la violación, que naturaliza, invisibiliza o banaliza la agresión, dejando a un lado la responsabilidad de los hombre que están ejerciendo el vil mandato de propiedad sobre los cuerpos de las mujeres; el mecanismo utilizado ante este problema fue atacar a quien precisamente se animó a contar, asimismo, acostumbrados también a mirar hacia otra parte en esta situación, no se hicieron todos los esfuerzos necesarios para que la denuncia contara con criterios de celeridad, con la urgencia que requería.

Quienes han sobrevivido la violencia sexual buscan justicia y reparación aun cuando las heridas sobre el cuerpo permanezcan y se aprenda a vivir con ellas, es por esto que dudar de quien valientemente se atrevió a decir es una gran cobardía y nosotras no estamos dispuestas a habitar en el silencio, porque sabemos que la juntanza de las mujeres es poderosa, nuestra palabra será mil veces dicha hasta que los sordos escuchen o abandonen.

En este grito de humanidad le hacemos un llamado a los compañeros de todos los espacios militantes, para que rompan con la complicidad machista, multipliquen espacios donde esa masculinidad violenta, misógina, que habilita tocar, manosear, acosar, chantajear y violar a las mujeres, niñas y adolescentes deje de existir; porque no es posible caminar una revolución con ustedes sin ese compromiso, sin la posibilidad de repensarse más allá de sus privilegios patriarcales.

A nuestras hermanas del Frente Cultural de Izquierda les abrazamos en este momento de dificultad, así como también las acompañamos en el complicado proceso de priorizar la sororidad frente al mandato patriarcal del cuidado hacia los hombres, nosotras queremos sentirnos seguras en espacios militantes libres de violencia, y esperamos una sanción política justa que le impida al sujeto agresor ya señalado participar de lugares de encuentro comunes.

Desde El Movimiento Mujeres por la Vida sabemos que se viene días de lucha arduos frente a quienes querrán que esto se olvide pronto, pero del Comandante Chávez aprendimos que AQUÍ NO SE RINDE NADIE y mucho menos las mujeres que levantan banderas de feminismo popular en territorio comunal, además tejen redes fuertes de cuidados entre nosotras.

Que nuestra palabra sea un abrazo para nuestra hermana de la Juventud Rebelde de Colombia, para otras compañeras que sobreviven las violencias, en las fábricas, comunas, universidades y demás espacios, queremos que sepan que estamos para ustedes cuando decidan hablar, que este tejido de amor y sororidad las espera en defensa de sus vidas, para todas ustedes nuestro rojo y violeta corazón.

COMPLICIDAD FEMINISTA PARA DERROCAR LA CULTURA MACHISTA

MOVIMIENTO MUJERES POR LA VIDA

BARQUISIMETO, ESTADO LARA

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