Por Stephen Sefton

Un nuevo informe de la ONU producido de forma anónima denuncia que el gobierno de Nicaragua encubre el brutal golpe de Estado de 2018 respaldado por Estados Unidos en su contra mientras se niega a entrevistar a las víctimas de la violencia sádica de la oposición.

El abuso y el uso de armas mediáticas del sistema de las Naciones Unidas por parte de los Estados Unidos y sus gobiernos vasallos para engañar e intimidar al resto del mundo han sido una característica de las relaciones internacionales desde la fundación misma de las Naciones Unidas y durante la Guerra de Corea. En los últimos años, esa situación se ha deteriorado hasta el punto de que las campañas de demonización promovidas por EE. UU. y sus aliados han convertido al sistema de la ONU en cómplice de atrocidades. Varias instituciones de la ONU han sido atropelladas de esta manera.

Como ha detallado metódicamente The Grayzone, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha producido informes falsos que enmascaran la complicidad de EE. UU. y sus aliados en engaños diseñados para provocar ataques militares occidentales contra el gobierno y el pueblo de Siria. Prácticamente todo el sistema de derechos humanos de la ONU es abusado sistemáticamente para proporcionar pretextos para agresiones económicas e incluso militares contra un país tras otro.

Ese sistema depende sustancialmente de los informes del gobierno occidental partidista y de organizaciones no gubernamentales financiadas por corporaciones, que abusan de su estatus sin fines de lucro para servir como oposición política a sus respectivos gobiernos, a menudo en apoyo de la violencia y el terrorismo de la oposición. Así ha sido en países desde Serbia hasta Haití, desde Venezuela hasta Tailandia, desde Bolivia hasta Irán, e incluso de grandes potencias como la República Popular China y la Federación Rusa. Este también es el contexto y el patrón del violento intento de golpe de estado de 2018 destinado a derrocar al  gobierno sandinista de Nicaragua.

Ahora, cinco años después, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha facilitado lo que se designa como un informe de un grupo de expertos, blanqueando la campaña de oposición terrorista entre el 18 de abril y el 17 de julio de 2018 para derrocar al  gobierno electo de Nicaragua. La Coalición de Solidaridad con Nicaragua ha producido una refutación sistemática del informe de la ONU que expone la metodología de mala fe y la investigación incompetente del grupo de expertos y su secretaría.

El documento de la Coalición de Solidaridad con Nicaragua explica que el informe de la ONU fue producido por una secretaría anónima de nueve personas, lo que genera serias dudas sobre la integridad de la afirmación de los presuntos autores del informe de ofrecer un relato experto de los eventos que pretenden cubrir.

La refutación de la Coalición de Solidaridad con Nicaragua argumenta que el grupo de expertos no cumplió con su mandato de investigar exhaustivamente todas las violaciones de derechos humanos en Nicaragua después de abril de 2018. Por ejemplo, se excluyó el testimonio de las innumerables víctimas del terrorismo e intimidación de la oposición, y por lo tanto el grupo no cumplió recopilar y analizar información esencial para poder ofrecer una visión fiel y justa de lo sucedido. Por lo tanto, la afirmación del grupo de expertos de que su investigación utilizó un enfoque centrado en la víctima no tiene sentido.

FUENTE LA CASA DE MI TÍA

ABRIL, 2023.