1.
El mal del PCV es que padece de la conversión en un cascaron anquilosado y huésped parasitario. En esa patología radica el detalle de sus votos impresentables en las elecciones del pasado 21 noviembre,
Mi padrino, un viejo comunista, dice que su otrora partido “ha perdido hasta el sentido de un aparato político orientado por principios políticos y éticos”. Y remarca:
“Como se trata de su existencia precaria busca votos de cualquier modo”.
2.
El representante parlamentario del PCV, lenguaraz y descocado en la Asamblea Nacional, visita “humilde” y “tácticamente” la oficina del Rector Márquez; conversa con él con la condición de “Aquí tú no vienes a parar escándalos; te lo digo de una vez aquí hablaremos como políticos decentes”. Y entonces, ajustado a esta ración de buenos modales, Entra y sale tranquilo del CNE.
También conversa, no tan secretamente, con factores de la oposición. De esas pláticas y cafés pactó, humildemente, un acuerdo con Fuerza Vecinal, para las elecciones a la gobernación de Miranda y varias alcaldías de este estado.
3.
Mi nieta Argimira, que vive en Machurucuto me llamó arrechísima: “no puedo creer esa vaina, el partido votaría en el municipio por David Uzcátegui y a cambio Fuerza Vecinal lo hará por nuestro candidato a la alcaldía”. “Esa no existe”, dijimos ambas al mismo tiempo; y Argimira mandó el PCV al carajo.
4.
Los resultados electorales del Municipio Pedro Gual son demostrativos de tan impresentable pacto:
% de participación en el Municipio Pedro Gual: 57.51%
Candidato a gobernador del PSUV: 4. 027 votos
Candidato a gobernador de Fuerza Vecinal: 3. 248 votos
Candidato a Alcalde del PSUV: 4. 018 votos
Candidato a Alcalde del PCV: 3. 680 votos.
Candidato a Alcalde de Fuerza Vecinal: 1. 738 votos
5.
Un arqueo de caja por los expertos de la izquierda en la nube y de lo absurdo, debiese explicar: la diferencia de 2. 510 votos (¡es como demasiado!) entre los 3. 248 votos del candidato a gobernador por Fuerza Vecinal y los 1. 738 votos de su candidato alcalde; también debiese explicar cuáles son los votos reales del PCV (esto es, excluyendo “aquellos que nos arrimó Fuerza Vecinal) y los de Fuerza Vecinal. Le daremos un dato, en este caso de aguas turbias, no pueden sumar guanábanas y naranjas porque son frutas. Y Tampoco pueden desentenderse de que el pacto entre Fuerza Vecinal y PCV tenso las fuerzas populares y este pulso fue contestado con una participación del 57.51% que supera de lejos a la media nacional del 42%,
La izquierda que no participa en los Consejos Comunales y Comunas pero reclama airadamente desde las nubes desarrollar la política de Comuna o Nada y está ausente del proceso de construcción de los Consejos Productivos de las Trabajadoras y de los Trabajadores y de la gestión de las fábricas que ha sido recuperadas por los obreros y las obreras, pero intriga diciendo que sin la clase obrera la revolución bolivariana es imposible; que se alborota por el funcionamiento de los servicios públicos, pero no mueve un dedo por el Derecho a la Ciudad Sustentable y la construcción de las Ciudades Comunales y no aparece, ni de vaina, en ningún programa y proyecto de Defensa Integral de la Patria;
Está arrinconada en el salvamento de los pactos electorales y en el impúdico reclamo de las diputadas (os) gobernadoras (es), alcaldesas (es) “nos distribuimos”.
Aislada de todo aquello que signifique “trabajar sin falta dónde están las masas”, retrocede sin tino ni concierto hasta el límite de los intrigantes de oficios
Localizada en este desvarío, hace votos para que la dirección del PSUV, a motu proprio, se presente a la sede del PCV para conversar con su representante parlamentario; al mismito personaje que va por cuenta propia al CNE a visitar a su Rector pana y se moviliza a “donde sea necesario” para pactar a todo riesgo con Fuerza Vecinal.
Este es, el resultado del vaciamiento de ideas que petrifica a cualquier política y tulle a cualquier tradición de pensamiento político.
Despegue económico, derrota de la derecha
Irán Aguilera
El Presidente Nicolás Maduro aseguró el 2 diciembre, en la toma de posesión del gobernador Héctor Rodríguez, que ha comenzado el despegue económico de Venezuela, tras años de tanto daño contra nuestro pueblo debido a las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos. Han sido daños brutales, «pero que con esfuerzo propio, con pulmón propio, este 2021 es el primer año de la guerra económica donde vamos a tener crecimiento económico positivo».
Con mucho optimismo, después de la gran victoria del 21 de noviembre, aseguró que el 2021 además de haber sido bueno en lo económico, fue bueno en lo político: «ahora vienen tres años de recuperación, de trabajo», pero advirtió que la nueva etapa de crecimiento, la nueva prosperidad que vendrá será posible «a partir de la unión, del trabajo en conjunto».
La llorantina de la derecha no se hizo esperar. Claro, el anuncio presidencial no es un ejercicio retórico, es la realidad que se aprecia en las calles, donde no hay que ser tan especialista para percibirla. La derecha, sus medios, sus gurús económicos, sus redes, sus periodistas, tratan de ocultar tal realidad con sus consabidas construcciones artificiosas, pero esta vez lo hacen más para sobarse que para convencer. Revisemos algunas:
Diciendo que en el 2021 hubo una desaceleración del -1% -otra cifra sacada de la chistera, pero, obsérvese, ya no es aterradora como en años anteriores-, uno de los sempiternos agoreros, Jesús Casique, no puede dejar de reconocer que para el 2022 las proyecciones mejorarán. 29 firmas financieras derechistas pronostican un crecimiento de 4,3% del PIB según un profesor de la Universidad Metropolitana, Hermes Pérez, quien con amargura se consuela especulando: «La buena noticia es que parece que tocamos fondo, la mala noticia es que esa recuperación de crecimiento no obedece a que se tomaron un conjunto de medidas económicas de forma coherente».
Pero Casique sigue vaticinando, aunque el presidente Maduro diga que este año será su primero de crecimiento económico, él, Casique, está “seguro” de que la realidad es totalmente distinta: «El próximo año habrá es un rebote estadístico, es decir, será positivo, puede estar en 5,3%, pero seguiremos en el foso», aflorándole así los malos deseos en lugar de la seriedad, al crecimiento económico lo llama rebote estadístico, recurso tecnicista para construir un sofisma adecuado a los deseos frustrados de la derecha cipaya.
Cuando compara el PIB del año 2012 con el actual -según cifras del FMI- la llama caída bárbara, y le echa la culpa a unas medidas gubernamentales, convertidas en estereotipos –repetitivo maniqueísmo de la derecha- al calificarlas de expropiaciones, expoliaciones y confiscación al sector privado, todo con la intención de esconder la verdadera causa -la fundamental- que ha provocado tantos daños a la economía, y, en consecuencia, tantas penurias a nuestro pueblo con fines políticos.
Nadie, con un mínimo de honestidad, puede negar que el bloqueo imperialista es la causa fundamental de la difícil situación económica que aún vivimos como país. El costo es gigantesco, pudiera ser superior a los 120 mil millones de dólares.
A pesar de la brutal agresión imperial la economía nacional repunta, y lo hace con el bloqueo. Sin duda, es una gran victoria que nos relanza, con mucha fuerza, hacia los fines supremos de la Revolución Bolivariana, con soberanía e independencia seguiremos firmes en el legado del Comandante Chávez.
Un comentario
El pcv no existe hace mucho tiempo perdieron la fuerza laboral que tenían el ano 60 luego de la derrota de la lucha armada quedó reducida a un grupo de iluminados que protegidos por la autonomía universitaria e inflados por las teorías de los europeos no hacen más que memorizarlas y repetirlas como si los trabajadores venezolanos no tuvieramos capacidad de discernir y se abrogan el derecho de hablar por nosotros