Por Marcos Salgado
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, descartó volver al diálogo en México con el sector que representa el ex diputado Juan Guaidó, a quien señaló de narcotraficante, tras presentar videos y otros elementos que demostrarían la relación cercana de Guaidó y el partido Voluntad Popular con el capo de la drogas italo-venezolano Garófalo Forte, detenido la semana pasada en Cartagena, Colombia, en una redada con muy poca cobertura de prensa.
“Vamos a un diálogo inclusivo, amplio, con todos los sectores de la vida política de Venezuela. Ahora, con narcotraficantes no. Nosotros no nos vamos a reunir con Juan Guaidó, nosotros no nos reunimos con narcotraficantes, nosotros a éstos los metemos presos”, indicó Rodríguez. En respuesta, Voluntad Popular rechazó “las historias absurdas de Jorge Rodríguez, historias que nadie cree”.
El jefe parlamentario reiteró la denuncia sobre los extensos vínculos entre Guaidó y miembros de la derecha y el partido Voluntad Popular con estructuras del crimen organizado y el narcotráfico colombiano, de las que ya había indicios luego que se conocieran videos y la confesión de una integrante de la banda paramilitar colombiana “Los Rastrojos”, hace más de dos años.
Luego de la visita de la delegación oficial estadounidense a Venezuela en busca de abastecimiento petrolero, se ha atenuado el tono de la retórica entre ambos gobiernos. “Con el primer viaje diplomático en más de dos décadas, la puerta puede estar abierta para un futuro camino productivo”, indicó el Instituto de Paz de EEUU. Pero Derek Chollet, consejero del Departamento de Estado, dijo que EEUU aún tiene profundas “diferencias” y “preocupaciones” en relación al gobierno venezolano.
Ante la reciente captura en Cartagena de Garófalo Forte, solicitado por España por el delito de tráfico de drogas, y señalado para su búsqueda por la Interpol en 190 países, Rodríguez sacó a relucir una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de 2015 relacionada con una solicitud de extradición de la nación europea. Luego mostró una carta de 2016 emitida por Voluntad Popular y firmada por Juan Guaidó, mediante la cual Garófalo, ya buscado en España, era nombrado coordinador municipal de Voluntad Popular en Anaco, en el oriental estado de Anzoátegui.
Añadió que Garófalo Forte guardaba vínculos políticos con otros dirigentes de esa organización ultraderechista, entre ellos el ex legislador Marco Aurelio Quiñones, quien ocupó la jefatura de relaciones interinstitucionales en el autoproclamado gobierno interino de Guaidó.
Otras pruebas documentales presentadas por Rodríguez muestran la participación del cabecilla opositor y varios de sus asociados en una fiesta organizada en enero de 2019 por el señalado capo de las drogas en su residencia de Anzoátegui. En el video se ve a Guaidó carraspeando una estrofa de una canción del duo argentino Pimpinela. Pocos días después, Guaidó se estaría autojuramentando presidente en una plaza de Caracas. Festejaban por adelantado.
Diálogo
El pasado martes, Rodríguez anunció que él, como representante del gobierno para los diálogos en Caracas con la oposición y presidente del Parlamento, tenía previsto sostener encuentros con políticos y la sociedad civil, con el objetivo de impulsar el diálogo. Sin embargo, reiteró su negativa a dialogar en México con la mediación de Noruega.
Las conversaciones que se realizaron en México se iniciaron en agosto y quedaron suspendidas en octubre, luego de que el gobierno de Estados Unidos decidió extraditar a un empresario colombiano y al diplomático venezolano Alex Saab, quien llevaba más de un año detenido en Cabo Verde.
Este viernes Jorge Rodríguez resaltó que el gobierno iniciará un “reformateo” del diálogo nacional –pedido por el presidente Nicolás Maduro- para hacerlo más inclusivo, de cara a la nueva realidad política del país expresada en los resultados electorales del pasado 21 de noviembre. “Este será un diálogo más inclusivo que saldrá de las reuniones que estamos sosteniendo con diversos sectores y que tomara más fuerza la próxima semana”, recalcó.
Rodriguez dijo que en este “reformateo” se incluirán más sectores “donde todos podamos estar representados”. “Medios culturales, pescadores, jóvenes, sectores económicos, trabajadores, empresariales, la llamada sociedad civil, los medios académicos, los estudiantiles, entre otros. Todos los sectores tienen el derecho a incorporarse al diálogo, de tomar la palabra en ese proceso de diálogo”, dijo Rodríguez. La oposición con representación parlamentaria nucleada en la Alianza Democrática, ya había pedido incorporarse.
Como segundo punto dijo: “en el diálogo político queda claro que hay un mapa, que como en todas circunstancias históricas va cambiando” y recordó que la foto política de 2006 no es la misma de la de Venezuela del 2019 ni la del país después de haberse realizado las megaelecciones de 2021 “donde absolutamente todas las fuerzas políticas del país participaron en el proceso”.
Asimismo, explicó que se incorporó en este proceso de reformateo del diálogo un factor cualitativo: “Cuando se planteó en 2017 el diálogo fue bajo un paraguas de conflictividad política. Ahora es un diálogo de un país en paz. Aquí hay garantías políticas para todos y todas: l país pasó de una ofensiva con los sectores económicos y políticos del país a integrar a todos los sectores”, dijo el presidente de la Asamblea Nacional venezolana.
Un nueva rodada en la continuada cuesta abajo de Guaidó, esta vez al ritmo pegajoso de Pimpinela, parece reafirmar el amplio control del gobierno de Nicolás Maduro en los tiempos de la política interna. Algo que parece entender, aunque sin declaraciones públicas, el gobierno de los Estados Unidos y otros de la región, que en este 2022 parecen haber abandonado la retórica anti venezolana, para ubicarse en carriles más realistas.