"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Discurso de toma de posesión del Presidente Pedro Castillo

“Quiero que sepan que tienen mi palabra: No los defraudaremos. Yo no lo defraudaré”

Comienzo saludando a mis hermanos descendientes de los pueblos originarios del Perú prehispánico, a mis hermanos quechuas, aimaras y amazónicos, a los afroperuanos y a las distintas comunidades descendientes de migrantes, así como a todas las minorías desposeídas del campo y la ciudad. Juntos, decimos hoy, ¡KASHKANIRACMI! ¡SEGUIMOS EXISTIENDO!

Me dirijo a ustedes este simbólico día en el que se cumplen 200 años de la declaratoria de la independencia del Perú, dos siglos de vida republicana. Es un inmenso orgullo para mí estar aquí hoy.

Pero a pesar de que conmemoramos una fecha tan simbólica, nuestra historia en este territorio viene de mucho más atrás. Somos cuna desde hace cinco mil años de civilizaciones y culturas trascendentales. En nuestras tierras florecieron importantes y extensos estados como el Wari y, luego, el Tawantinsuyo. Durante cuatro milenios y medio, nuestros antepasados encontraron maneras de resolver sus problemas y de convivir en armonía con la rica naturaleza que la providencia les ofrecía.

… La derrota del incanato, dio inicio a la era colonial. Fue entonces, y con la fundación del virreinato, que se establecieron las castas y diferencias que hasta hoy persisten. Los tres siglos en los que este territorio perteneció a la corona española le permitieron explotar los minerales que sostuvieron el desarrollo de Europa, en gran parte con la mano de obra de los abuelos de muchos de nosotros.

La represión a la justa revuelta de Tupac Amaru y Micaela Bastidas terminó de consolidar el régimen racial impuesto por el virreinato: acabó con las élites andinas y subordinó aún más a la mayoría de los habitantes indígenas de este rico país. Cuarenta años después, la independencia del Virreinato del Perú de España en 1821 no trajo consigo una mejora real para la mayoría de los peruanos; los denominados aborígenes continuaron siendo explotados como ciudadanos de segunda categoría para el erario de la flamante República del Perú…

Estas no son historias de un pasado remoto: hasta muy avanzado el siglo XX, quienes eran señalados como “indios” seguían aportando al estado una contribución en trabajo conocida como conscripción vial, mientras en la Amazonía muchos pueblos se aislaron voluntariamente ante el avance feroz de los caucheros que impusieron regímenes de esclavitud y violencia, los que fueron ampliamente registrados en el famoso informe inglés llamado el Libro Azul. Hasta los pasados años sesenta, muchas haciendas se vendían con campesinos adentro. Incontables peruanos seguíamos viviendo en servidumbre. Recién con la constitución de 1979, todos los adultos pudimos ejercer el derecho a voto. La organización popular logró avances en el acceso a derechos, proceso que se vio truncado por el golpe de estado de 1992, que sentó las bases para un recorte de derechos, un debilitamiento del Estado y para las reglas que rigen hasta hoy .Desde entonces, nuestro país ha creído en diversos gobiernos que accedieron al poder gracias al voto popular, que sin embargo defraudaron.

Esta vez un gobierno del pueblo ha llegado para gobernar con el pueblo y para el pueblo, para construir de abajo hacia arriba. Es la primera vez que nuestro país será gobernado por un campesino, una persona que pertenece como muchos de los peruanos a los sectores oprimidos por tantos siglos. También es la primera vez que un partido político formado en el interior del país, gana las elecciones democráticamente y que un maestro, más precisamente un maestro rural, es elegido para ser presidente Constitucional de la República…

Quiero que sepan que el orgullo y el dolor del Perú profundo corren por mis venas. Que yo también soy hijo de este país fundado sobre el sudor de mis antepasados, erguido sobre la falta de oportunidades de mis padres y que a pesar de eso yo también los vi resistir. Que mi vida se hizo en el frío de las madrugadas en el campo y que fueron también estas manos de campo las que cargaron y mecieron a mis hijos cuando eran pequeños. Que la historia de ese Perú tanto tiempo silenciado es también mi historia. Que yo fui ese niño de Chota que estudió en la escuela rural N10475 del caserío de Chugur. Que hoy estoy aquí para que esta historia no sea más la excepción. Quiero que sepan que tienen mi palabra: No los defraudaremos. Yo no lo defraudaré.

….

La Asamblea Constituyente

Todos saben, porque así lo hemos manifestado muchas veces, que una de nuestras principales banderas políticas, convertida ahora en una bandera de la mayoría del pueblo, es la convocatoria a una asamblea constituyente que dote a nuestra patria de una nueva carta magna que permita cambiar el rostro a nuestra realidad económica y social. Insistiremos en esta propuesta, pero siempre en el marco de la ley y con los instrumentos legales que la propia constitución vigente proporciona. Tengan la seguridad que nunca se hará tabla rasa de la legalidad, sin duda para lograr este propósito tendremos que conciliar posiciones con el Congreso de la República, pues será aquí, en la casa de las leyes donde se tendrán que aprobar las normas correspondientes.

El pueblo peruano debe tener la seguridad que no queremos hacer cambios por el simple deseo de hacerlos, sino que muchas de las disposiciones hoy vigentes solo benefician a las grandes corporaciones para que puedan llevarse nuestra riqueza a raudales. El estado debe tener libertad para promocionar, para vigilar y regular de acuerdo al interés de las mayorías.

Ejecutaremos Y RESPETAREMOS con energía lo que el pueblo decida.

Es cierto que la Constitución de 1993 no contempla la figura de una Asamblea Constituyente, ni la elaboración de una Nueva Constitución; tampoco contempla la atribución del presidente de la República para convocar a un referéndum constituyente. Sólo menciona la posibilidad la reforma parcial o total de la Constitución, por parte del Congreso …

¿Quiere ello decir que el Pueblo Peruano está condenado a seguir prisionero de esa Constitución por el resto de sus días? La respuesta, sin duda, es que no.

El poder constituyente originario emana del pueblo y no de los gobernantes ni de las autoridades. El Tribunal Constitucional señaló, ace algunos años, que este poder debe ser ejercido exclusivamente por el pueblo, mediante un referéndum constituyente. Es por ello que anuncio que presentaremos ante el Congreso, respetando escrupulosamente el procedimiento de reforma constitucional previsto en el artículo 206º de la Constitución vigente, un proyecto de ley para reformarla; que, tras ser analizado y debatido por el Parlamento, esperamos que pueda ser aprobado y luego sometido a ratificación en referéndum popular. Hay quienes cuestionan para qué se necesita una Asamblea Constituyente, si la Constitución puede ser reformada por el Congreso. Quienes hacen esta objeción deberían recordar que el Poder Ejecutivo debe concentrase en gobernar, y el Congreso en legislar y ejercer el control político al gobierno; tareas que deben estar referidas a atender los asuntos urgentes de cada día. Por eso la labor constituyente no puede ni debe estar a cargo de estos órganos.

…la Asamblea Constituyente será elegida por el pueblo exclusivamente para dedicarse a elaborar, en un plazo predeterminado, un proyecto de Constitución, producto del debate político y acuerdo pluralista, que será sometido a referéndum. Cumplido este encargo, deberá disolverse. La Asamblea Constituyente del Bicentenario debe ser plurinacional, popular y con paridad de género… Genuinamente representativa de todo el Pueblo Peruano.

… no gobernaré desde la Casa de Pizarro, porque creo que tenemos que romper con los símbolos coloniales para acabar con las ataduras de dominación que se han mantenido vigentes por tantos años. Cederemos este palacio al nuevo Ministerio de las Culturas para que sea usado como un museo que muestre nuestra historia, desde sus orígenes hasta la actualidad…

Convoco a todos los hombres y las mujeres del Perú sin distingos de ninguna naturaleza, para decirles que ahora es el tiempo de la reconstrucción de la unidad nacional. Esta es una tarea que nos compromete a todos; lo haremos en democracia buscando la concertación nacional, asegurando una vez más que el 28 de julio del 2026 regresaré a mis labores docentes de siempre.

Como decían nuestros antepasados quechuas antes de emprender una gran tarea: ¡Huk umalla huk sunquilla y huk maquilla!, ¡Una sola fuerza, un solo corazón y una misma dirección! Que es la dirección del progreso y la justicia social para todos los peruanos.

Muchas gracias pueblo peruano.

¡VIVA NUESTRA PATRIA! ¡VIVA EL PERÚ

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