"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

La importancia táctica de cada Consulta Popular Nacional

En una Venezuela asechada por una potencia extranjera en peligro de extinción, el presidente Nicolás Maduro está avanzando lento, pero seguro y constante en la construcción del Poder Popular en conjunto con los Consejos Comunales y las Comunas. Sabemos muy bien que esta nueva concepción cultural que se viene materializando desde el comandante Chávez, no es nada fácil porque a la medida que se va avanzando con la construcción del Socialismo como modelo democrático alternativo, hay todo un sistema cultural neoliberal dominante a nivel internacional.

En este sentido, con las limitaciones económicas y las experiencias que se vienen ganando en la administración adecuada de los recursos del Estado, se está desarrollando la frase de “hacer mucho con poco”, podemos decir que es una parte básica del concepto de economía, lo cual, metafóricamente hablando, viene siendo el agua con el cual se está regando la semilla del Estado Comunal.

Un Estado Comunal que es esencial para la construcción del Socialismo bolivariano. Por lo tanto, es fundamental que aparezca plasmado en nuestra Constitución con la finalidad de que sea parte de la psicoesfera de todas las venezolanas y venezolanos, sería otro gran paso del Poder Popular porque potenciaría el imaginario social del Pueblo para que se involucre mucho más en la resolución de los conflictos, necesidades, proyectos comunitarios y en general, en su propio mapa de sueños para vivir bien en su comunidad, donde exista una relación recíproca entre la subjetividad individual y la colectiva.

Un pueblo dividido, fragmentado socialmente y transculturizado, no solo sería volver a ese estado de sálvese quien pueda, de todos contra todos, sino que comenzaría a cuestionarse la legitimidad institucional de nuestro propio modelo democrático y con las mal llamadas redes sociales que contienen el algoritmo con tendencia a la ultraderecha, el fascismo pudiera tomar el poder por diferentes vías o como está ocurriendo sobre todo en la vieja Europa. Por esta razón, es vital la ideología en todo proceso revolucionario o progresista.

Ahora bien, en estos procesos democráticos y extraordinarios de Consulta Popular Nacional se corre un riesgo medular, de que se vaya invisibilizando en el tiempo, no solo por los medios de comunicación o redes digitales como tal, sino por el mismo Pueblo que no se sienta tomado en cuenta, que no quiera participar o que no le interese lo que pueda pasar en su comunidad justamente por la sobre dosis de dopamina de las redes digitales de ultraderecha que están a la orden del día promoviendo la cultura individualista, clasista y neoracista del naciente tecnocapitalismo.

Es aquí donde continúan los desafíos y aparecen nuevos retos históricos, como reinventarnos para hacer la política divertida, interesante, productiva y con contenido ideológico ante las industrias tecnológicas que quieren seguir replicando patrones coloniales de distracción con espejitos para que le demos nuestro oro. La lucha es por la mente humana, las neocolonias son primero en la psique y luego en el territorio donde están los recursos naturales.

Existe una crisis civilizatoria y todas las generaciones están en peligro, la creación de contenido revolucionario tiene que transmitir mucho en poco. Filosóficamente hablando, debemos crear un paradigma dentro de otro paradigma, concretamente es necesario difundir nuestro sistema de principios ideológicos y valores culturales todos los días de múltiples formas, como por ejemplo en shorts, capsulas y hasta en memes donde en pocas palabras y con imágenes sencillas se explique la verdadera realidad de lo que está ocurriendo en las comunidades, en los municipios, en los estados y en todo el país.

Todo esto no es sencillo y aunque quizás pueda parecer un poco absurdo es la vía más correcta para llegar a las personas hiperconectadas con la tecnología. No obstante, jamás puede ser la única forma, cuando lo que se trata es de seres humanos que requieren el afecto y el calor de otros humanos, ya que la piel tiene una memoria histórica y genética desde épocas remotas, donde aprendimos a sentir físicamente independientemente a los estímulos sensoriales interconectados con el cerebro y muchísimo tiempo después a razonar metodológicamente.

Entonces, para poder potenciar la Consulta Popular Nacional, como método para redistribuir los recursos proporcionales que no necesariamente debe ser así ni tampoco el monto establecido, entendemos que, por ahora, se requieren atender ciertas prioridades en las comunidades de carácter material y por dicha razón se masifica esta forma de escuchar al pueblo sin intermediarios. Además, que el diseño de su proyecto comunitario y la ejecución de los recursos debe implicar acompañamiento, orientación y formación técnica para que se logre avanzar.

Lo ideal sigue siendo la transmisión de competencias del poder constituido al poder constituyente, cuya esencia jamás se puede perder, pero es un proceso dialéctico de aprendizaje, voluntad, capacidades, conciencia y fuerza que se tienen que desarrollar gradualmente. La pregunta sería si todas las partes competentes e interesadas están trabajando para que se materialice lo ideal y así tener una proyección del tiempo vinculado con la Ley del Plan de la Patria.

Para darle mayor cualidad política a las Consultas Populares, es necesario inyectarle energía un mes antes de cada elección de proyectos comunales para poder sumar conciencias, promover mayor participación y generar vínculos en el territorio. Por lo tanto, debería de existir unas brigadas o cualquier otra expresión que determine el líder de la revolución para retomar tácticamente el casa por casa, donde se vaya con líneas discursivas frescas, sencillas, donde se dé a conocer los beneficios de los diferentes proyectos y la importancia de la participación protagónica.

Eso serviría incluso para reconectar permanentemente con el pueblo, validar su condición para generar datos estadísticos y otorgar ayudas sociales, saber quiénes simpatizan con el proyecto estratégico de país y hasta quienes difieren con motivo o sin razón con la revolución, lo cual es totalmente válido en un país democrático, pero también es válido al debate constructivo y el desarrollo del compromiso social con su comunidad, sin importar los colores políticos, porque lo ideal en todas las circunstancias es entre ayudarnos y eso es una de las características del Socialismo.

Por muy chavista que sea el pueblo o por muchas diferencias que se pueda tener, el desafío que tenemos como sociedad es trabajar en conjunto para un mayor bienestar general en nuestras comunidades, con solidaridad. Hay que sumar conciencias y ponerle un contenido ideológico a estas Consultas Populares para que todo no quede en obras de cabilla, cemento, láminas de zinc, servicios o algo afín.

Es fundamental sacarle el mayor provecho a nuestro propio sistema venezolano, democrático y popular. Existe un padrón electoral al que llegar sin importar que algunos hayan caído en la migración inducida, en estos procesos pueden votar mayores de 15 años y tienen que ir internalizando la cultura del Poder Popular.

Los comandos de campañas no pueden ser solamente para elegir candidatos y candidatas para algunas elecciones, también tienen que estar permanentemente ejercitándose en el calor del pueblo. Esto no solo se puede quedar en convocatorias por mensajitos, WhatsApp o alguna otra red digital, esto es una relación de cara a cara, cuerpo a cuerpo, mente a mente para abrir el debate, curar heridas hasta donde se pueda y despertar conciencias extraviadas en la hiperconectividad tecnológica ya antes mencionada.

Está bien la iniciativa y el buscar soluciones concretas a los problemas concretos del Pueblo, pero no puede existir solo un objetivo en estas Consultas, hay que ir por más, debemos arriesgarnos e ir por la goma. Tampoco quedarnos en la frase de “Comuna o Nada” porque es hora de avanzar, ser propositivos y buscar el todo.

¿Será posible crear un proceso de empatía y debate fraterno para curar algunas heridas de las mal llamadas sanciones internacionales que han violado los derechos humanos del pueblo? Lo sabremos solo si lo intentamos, pero pensando y repensando en cómo mejorar la planificación y ejecución de estas Consultas Populares en cada uno de sus inicios, desarrollos y cierres. Busquemos cualidad y cantidad con la visión de la totalidad estratégica de una mejor Venezuela y no nos quedemos simplemente con las partes territorializadas que sin duda también tienen que ser atendidas.

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