“Tenemos una Administración PERFECTA, DE LA QUE HABLA TODO EL MUNDO, y ‘gente egoísta’ está tratando de perjudicarla, todo por un tipo que nunca acaba de morir, Jeffrey Epstein”, escribió Donald Trump en su red Truth Social como una forma de acallar la cada vez más abiertas críticas a su Administración por el cierre del caso Epstein sin nuevas revelaciones que comprueben las teorías conspirativas alrededor del antiguo amigo de Trump.
El llamado de Trump a cerrar filas se vincula a las críticas del mundo MAGA contra el memorándum del Departamento de Justicia y el FBI que establece que no hay pruebas sobre el asesinato de Epstein, en una cárcel federal, ni tampoco una lista de sus “clientes”, ni pruebas de su liderazgo de una red de “chantaje sexual” a políticos y empresarios. Entre los principales apuntados por los influencers MAGA está Pam Bondi, la jefa del Departamento de Justicia, y Kash Patel, el jefe del FBI conocido por haber sido uno de los principales promotores de las teorías de la conspiración alrededor del caso Epstein y sus vínculos con el establishment del partido demócrata. Bondi, además, es conocida por no haber investigado a Epstein cuando fue fiscal del estado de La Florida, uno de los epicentros de la operación del reconocido pedófilo.
En un escueto memorándum de dos páginas, el FBI y el Departamento de Justicia sostuvieron que no se encontró una «lista de clientes» incriminatoria, evidencia creíble de que Epstein chantajeara a personas prominentes, ni se descubrió evidencia que justificase investigaciones contra terceros. Para sostener esto, ambas instituciones se basan en la revisión, 300 gigabytes de datos y evidencia física, donde se incluye imágenes de Epstein, víctimas menores de edad, y más de 10,000 videos e imágenes de material de abuso sexual infantil. Además, las dos instituciones concluyeron que Epstein se suicidó en una celda de una prisión en Manhattan en base a la autopsia de su cuerpo y las grabaciones de la prisión, publicadas en un metraje de 11 horas por las autoridades. Por todo esto, las autoridades informaron que no publicarán ningún material adicional sobre el caso para “proteger a las víctimas”, dado, además, de que muchos videos, y fotos, representan pornografía infantil. “Una de nuestras mayores prioridades es combatir la explotación infantil y hacer justicia a las víctimas. Perpetuar teorías infundadas sobre Epstein no contribuye a ninguno de esos fines», sentenció el memorándum. El caso empieza y termina, según las autoridades, en el banquero y su esposa, Ghislaine Maxwell, como si fueran solo dos manzanas podridas de un árbol lleno de vida.
El extraño giro en la causa se dio luego de que a principio de año, la oficina de Bondi repartiera archivos del caso a influencers de extrema derecha después de una larga campaña para que se liberaran estos archivos. La narrativa del caso Epstein, sostenida por comunicadores como Tucker Carlston, Steve Bannon o el inefable Alex Jones de Infowars, es que toda la historia detrás del antiguo banquero revela los entresijos entre la inteligencia israelí, el mundo criminal la familia Clinton, y oscuros financistas detrás del famoso Estado Profundo. Algunos teóricos, como los de la secta Qanom, incluso han hablado de que Epstein pertenecía a una red de pederastas satánicos, vinculados al partido demócrata, que bebían sangre y cometían delitos, como abuso infantil y tráfico, sexual en los sótanos de pizzerías y fiestas privadas. Por eso, todos estos teóricos sostienen que fue asesinado, en su celda, para tapar las revelaciones que pudiera dar de su lista de clientes.
Por lo que la reacción del mundo MAGA fue inmediata. “El Departamento de Justicia está encubriendo a la CIA y al Mossad. ¡¡¡NADIE SE LO CREE!!!. Acabarán diciendo en el Departamento de Justicia que en realidad, Jeffrey Epstein ni siquiera existió. Esto es repugnante”, dijo, entre lágrimas, Alex Jones en un video filmado dentro de uno de sus autos. Mientras que Laura Loomer, una influencer responsable del despido de varios funcionarios trumpistas por haber financiado, en el pasado, políticos demócrata, pidió la cabeza de la fiscal Pam Bondi, abogada personal de Trump y exjefa del Departamento de Justicia de La Florida (uno de los estados donde Epstein cometió la mayoría de sus casos de abuso y tráfico sexual). “Cuando la gente votó por el presidente Trump, la divulgación de los archivos de Epstein fue algo que se prometió a la base. Ahora está descontenta y creo que este problema no desaparecerá. El presidente Trump debería despedir a Blondi por crear un lastre para su administración”, declaró después del memorándum.
Mientras que Tucker Carlson sostuvo que las investigaciones sobre el caso no han llegado al “fondo del asunto” porque, en realidad, es posible que “Epstein fuera una agente de inteligencia israelí”. Para Steve Bannon, el antiguo estratega de Trump que asesoró a Epstein y su socio, el exprimer ministro israelíe Ehud Barak, en la primera parte del escándalo, el “filántropo” es la llave para conocer “tantas cosas, no solo individuos, sino también de instituciones de inteligencia, gobiernos extranjeros y quienes trabajaban con él en nuestro aparato de seguridad y en nuestro gobierno”. Bannon tiene quince horas de entrevistas con Epstein que aún no han salido a la luz de los tiempos cuando lo asesoró para salir en el programa 60 minutos de la cadena de televisión CBC, según el libro Too Famous: The Rich, the Powerful, the Wishful, the Notorious, the Damned de Michael Wolf.
Otro de los máximos funcionarios criticados fue el jefe del FBI, Kash Patel, quien, antes de asumir el cargo, había dicho que si “el FBI protegía al mayor pederasta de la historia era por quién estaba en su lista de clientes». En línea, surgió la acusación de que su cambio de postura respecto al caso tenía que ver con su relación con Alexis Wilkins, una cantante country de 26 años, que forma parte de la empresa de medios conservadora PragerU, liderada por Marissa Streit, exoficial de las Fuerzas de Defensa de Israel. “Wilkins presuntamente es agente del MOSSAD. Es 20 años menor que él y está acusada de ser una seductora. A ella le interesa suprimir los archivos de Epstein para proteger a gente muy poderosa”, escribió la cuenta @Kremlintrolls en un tuit compartido por diversas cuentas MAGA. Patel, de forma irónica, es víctima del mismo método de guerra comunicacional de desprestigio que tanto tiempo practicó desde la oposición.
Fuente: Diario Red
17 de julio 2025