Surgen hipótesis sobre la pandemia mundial en desarrollo, y se agudizan las contradicciones acerca del origen y sus causas. Voceros experimentados dejan entrever que se trata de una guerra biológica que busca exterminar parte de la población.
La verdad es que hay un sistema de explotación que no se sostiene más en el tiempo. De allí las barbáricas declaraciones en el año 2012 de la ex directora gerente del FMI Christine Lagarde “los ancianos viven demasiado y es un riesgo para la economía mundial, tenemos que hacer algo ya”, al igual que el empresario estadounidense Bill Gates cuando declaró en reiteradas conferencias que “las futuras guerras serían biológicas y podrían devastar grandes poblaciones” justificando la muerte de segmentos poblacionales mundiales, con el propósito de mantener el sistema capitalista.
Ya en el año 1992, en el marco de la conferencia de la ONU, en Rio de Janeiro Fidel Castro Ruz, pronunció un discurso genial e histórico donde advirtió que “una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer”, demandando a las grandes potencias que “se pague la deuda ecológica y no la deuda externa”, “desaparezca el hambre y no el hombre”.
Con la quema de más de quinientas mil hectáreas en el Amazonas, en agosto de 2019 relacionados con las empresas de deforestación brasileñas; y de igual manera más de diez millones de hectáreas hasta la actualidad en Australia; ese cúmulo de deudas, proyecta la progresiva liquidación de la vida en el planeta. Esta aberración confirma que la mayor pandemia es el capitalismo.
En el año 2009, Hugo Chávez, en la cumbre de Copenhague, señaló “no cambien el clima, cambien el sistema” “si el clima fuera un banco ya lo habrían salvado”, en actitud irreverente contra la dictadura imperial. Que no solo acaba con el medio ambiente sino que a través de planes maquiavélicos agregan en sus laboratorios la creación de virus letales con el fin de reafirmar su propósito.
Al igual que Fidel Castro, y tomando su ejemplo, Hugo Chávez no sólo lo demandó, sino que concretó la construcción de un camino por la justicia social y por supuesto de equilibrio natural. Su desafío, lo llevó a proponer un método que llamó Socialismo del siglo XXI, que recoge principios teóricos que sirven de bases programáticas para su desarrollo en la construcción de un nuevo modelo social de distribución de la riqueza y que tiene expresión en lo territorial y en el protagonismo de la gente. Esta forma de organización nos ha llevado a derrotar una y otra vez las garras imperiales que intentan someter al pueblo venezolano.
En medio de un bloqueo criminal y una pandemia mundial, cuando la humanidad concluye que sólo con solidaridad derrotaremos este nuevo problema mundial. Nosotros con las Comunas, los CLAP, frentes sociales, los trabajadores, la juventud organizada, las mujeres, los campesinos, los indígenas, la unidad cívico militar y la solidaridad internacional, sabemos que llevamos un paso adelante, ¡Abajo la dictadura imperial!
Un comentario
Y porque no hablas del proyecto del arco minero