"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

El mandato para el desacato

Estamos en la recta final para que el pueblo venezolano hable el domingo 6 de diciembre del 2.020.

Existe un pequeño escrito del poeta Gustavo Pereira desde hace 21 años, que deberíamos leer, estudiar y comprender para enfrentar todos los obstáculos e incomprensiones que nos afectan como pueblo, clase trabajadora y nación venezolana. Es el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela aprobado en referéndum por el pueblo venezolano el 15/12/1.999 que dice así:

“El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad…”

Estos son los principios y valores para el debate público de las ideas y rescatar verdaderamente a la Asamblea Nacional para que funcione como una totalidad dialéctica con los demás poderes del Estado Bolivariano y avanzar de una asamblea nacional hacia una asamblea popular donde el pueblo desarrolle plenamente la democracia participativa, protagónica, vinculante y decisiva en la refundación de la República Bolivariana de Venezuela como trinchera en la transición histórica universal del capitalismo al socialismo.

Estos son los obstáculos e incomprensiones de hoy:

La dependencia cultural euro-yanky.

La maldición que nos viene de la historia que ha afectado a la humanidad en su desarrollo natural con la presencia de antiguos y modernos imperialismos, producto de la propiedad de los medios de producción que genera ricos y pobres. Dominadores y dominados.

Las y los apátridas.

El asedio imperialista Yanky contra la nación venezolana.

El COVID 19.

Recordemos siempre a Bolívar “La Patria es América”

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2 comentarios

  1. La vigencia del preámbulo de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela radica en el carácter antiimperialista y comunista del mismo, es decir su visión de carácter programático y la misión histórica que encomienda a la única clase social capaz de transformar el estado actual de cosas, el pueblo en un mundo atravesado por infinitas desigualdades que es necesario trascender por estás y las futuras generaciones articuladas como humanidad.

    En síntesis, nuestra Constitución guarda con celo la concepción materialista y dialéctica de la historia, es decir reconoce que somos el resultado de la lucha de clases y que sólo la soberanía popular entendida como la democracia, participativa y protagónica como instrumento de liberación continental y mundial harán posible la sociedad justa y amante de la paz – vale lo mismo decir: distinta al capitalismo, distinta al feudalismo y distinta al capitalismo.

  2. La vigencia del preámbulo de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela radica en el carácter antiimperialista y comunista del mismo, es decir su visión de carácter programático y la misión histórica que encomienda a la única clase social capaz de transformar el estado actual de cosas, el pueblo en un mundo atravesado por infinitas desigualdades que es necesario trascender por estás y las futuras generaciones articuladas como humanidad.

    En síntesis, nuestra Constitución guarda con celo la concepción materialista y dialéctica de la historia, es decir reconoce que somos el resultado de la lucha de clases y que sólo la soberanía popular entendida como la democracia, participativa y protagónica como instrumento de liberación continental y mundial harán posible la sociedad justa y amante de la paz – vale lo mismo decir: distinta al capitalismo, distinta al feudalismo y distinta al capitalismo.

    Esta es la síntesis del estudio del preambulo y los primeros 7 artículos de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela hecho por el Grupo de Investigación y Estudio Permanente (GIEP) de la Comuna Hermes Chávez de Carora – Municipio Torres del Estado Lara.

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