1. Mike Pompeo (exsecretario de Estado del Presidente Trump y exdirector de la CIA) en el capítulo 15 Never give an inch. Fighting for the America I Love (Nunca cedas una pulgada que levanta cejas: Luchando por América que amo) presenta unas consideraciones sobre la política de injerencia y agresión del gobierno de Donald Trump contra nuestra Patria.
Antes de hacer referencia directa a estas “revelaciones”, se impone mostrar la lógica supremacista y monroísta del halcón Pompeo. En el capítulo 7 dice:
«Ninguna nación como la nuestra había existido antes de la creación de Estados Unidos, y hasta el día de hoy, ninguna otra lo hace. Nuestro excepcionalísimo nace de una comprensión de la fundación de nuestra nación y continúa a través de un compromiso de asegurar la búsqueda de la vida, la libertad y la felicidad. Nuestra administración decidió defender la soberanía de una manera que no se había hecho en muchos años. No evitamos hacer de Estados Unidos Primero el principio de nuestra toma de decisiones, incluso si algunos aliados se molestaron por eso. Tampoco confiamos en la comunidad internacional para promover los intereses estadounidenses: los líderes estadounidenses nunca pueden suponer que otros harán su trabajo… Defender la soberanía estadounidense también beneficia a otras naciones. Un Estados Unidos próspero, sólido y seguro, tanto físicamente seguro como confiado en su lugar en el mundo, mejora la vida de las personas en todas partes. Una América que es poderosa, pero humilde y restringida, impulsa al mundo hacia una mayor prosperidad y una mayor dignidad para cada ser humano».
2. En el capítulo 15 («conoce tus límites»), Pompeo presenta su relato monroísta y trumpista sobre Venezuela y su gobierno: Pompeo
“Hace dos siglos, el presidente James Monroe y el secretario de Estado John Quincy Adams promulgaron la Doctrina Monroe, que advertía a otras potencias mundiales que Estados Unidos “consideraría cualquier intento de su parte de extender su sistema a cualquier parte de este hemisferio como peligroso para nuestra paz y nuestra seguridad.» La Doctrina Monroe decía a los imperios coloniales que se mantuvieran alejados de interferir en los sistemas políticos de América del Norte y del Sur… Recuperamos la esencia de la Doctrina Monroe bajo el presidente Trump con respecto a Venezuela, ex aliado democrático de los Estados Unidos. Durante décadas, debido a su gran riqueza energética, el PIB per cápita de Venezuela fue uno de los más altos de América del Sur y, en ocasiones, el mejor clasificado. Sin embargo, cuando asumí el cargo de secretaria de Estado en 2018, los padres venezolanos enterraban a sus bebés debido a la desnutrición, la gente de clase media comía de la basura y los refugiados que llegaban a Colombia y Brasil recurrían a la prostitución por desesperación.”
““En la administración de Trump, no podíamos tolerar que una nación a solo 1,400 millas de Florida extendiera la alfombra de bienvenida para Rusia, China, Irán, Cuba y los cárteles en una violación de la Doctrina Monroe del siglo XXI. En la primavera de 2018, con nuevas elecciones en Venezuela a punto de ocurrir, creímos que teníamos la oportunidad de ayudar al pueblo venezolano a recuperar su país de un dictador. Al apoyar a la oposición y presionar económicamente a Maduro, «esperábamos enderezar el barco venezolano y forzar su salida. Esperábamos hacerle la vida tan miserable al régimen que Maduro y sus matones tuvieran que hacer un trato con la oposición.
En varios momentos, el presidente Trump, John Bolton y yo sugerimos la opción militar para Venezuela. En mayo de 2018, el pueblo de Venezuela votó en una elección presidencial que Maduro había programado irregularmente. Hizo todo lo posible para manipular los resultados. Posteriormente, Estados Unidos, junto con otras once democracias de nuestro hemisferio, llamado Grupo de Lima, presionó a Maduro para que renunciara.”
Decidimos que no podíamos reconocer a Maduro como presidente legítimo de Venezuela. En cambio, el 23 de enero, reconocimos a un líder opositor relativamente desconocido… llamado «Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, como presidente interino. …la mitad de los partidos en la Asamblea Nacional no reconocían a Guaidó como el líder legítimo del país. Afortunadamente, nuestro hábil diplomático, el embajador Jimmy Story, hizo magia para ayudar a alinearlos detrás de Guaidó, y tomamos nuestra decisión.
Después de investigar a Guaidó,…Estados Unidos montó una campaña de presión sobre el régimen de Maduro en concierto con nuestros aliados.
Impusimos sanciones a la compañía petrolera estatal de Venezuela y confiscamos propiedades diplomáticas en Washington para entregárselas al gobierno legítimo encabezado por Guaidó.
En enero de 2019, y nuevamente en enero de 2020, hablé en la Organización de los Estados Americanos para reunir apoyo contra Maduro. Bajo el… liderazgo del secretario general Luis Almagro, los miembros de la OEA
Y en Naciones Unidas, el 26 de enero de 2019, «Ahora es el momento de que todas las demás naciones elijan un bando. No más retrasos, no más juegos. O estás con las de la libertad, o estás aliado con Maduro y su caos». Casi las mismas palabras dichas por George W. Bush en el año 2001: «O están con el terrorismo o están con nosotros».
Innumerables veces durante mis cuatro años, los exiliados venezolanos me insistieron a mí y a mi equipo que ellos, y solo ellos, tenían un equipo que podría derrocar a Maduro, si tan solo Estados Unidos les brindara ayuda… nos dijeron, «el golpe está previsto que suceda en cuestión de horas».
3. El síntoma de las revelaciones de Pompeo de ningún modo en que no develan cualquier secreto. Y tampoco en que comete la desfachatez de ampararse en el uso de un lenguaje lastimero y vergonzoso para repartir culpas que rayan tanto en echar dedo o paja a la oposición venezolana como en negar la responsabilidad directa del equipo del gobierno de Trump en las conspiraciones e intervenciones militares contra Venezuela. El propio síntoma está en su credo de fe monroísta y claro está en lo que escapa a este enfoque político-ideológico. Es decir, en una visión del mundo y de Nuestra América que está imposibilitada para explicar por qué la escalada sancionatoria contra Venezuela no genera el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro (por las malas o las buenas que también son malas), las causas de la desarticulación del cartel de Lima y de la deslegitimación de la OEA, la resistencia antineoliberal de nuestros pueblos que produce una nueva ola de gobiernos democráticos y progresistas en Nuestra América; y sobre todo explicar por qué la política de diálogo y de paz del presidente Nicolás Maduro y la resistencia virtuosa del pueblo venezolano avanzan victoriosamente.
4. La histeria de las 927 sanciones amparadas en el decreto monroísta de “medidas coercitivas unilaterales” aprobado por el gobierno de Obama y de la serie acciones coercitivas y punitivas no contabilizadas impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y sus afines, significan la línea de tiempo de una guerra híbrida continuada, más que el alcance de una guerra económica, comercial y financiera, que se ha revelado carente de la capacidad, de la fuerza, del empuje, para dominar al pueblo venezolano y derrocar al presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela,.
He ahí el hilo conductor del combate bolivariano contra la doctrina de Monroe, de los movimientos de liberación nacional encauzados por la autodeterminación de los pueblos y la soberanía de la nación que conduce a la Patria por los caminos de construir, da materializar el Socialismo del Socialismo XXI.
Chávez vive: la Patria bolivariana es invencible
08-02-2023