"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Partidos made in USA

Estados Unidos, sin avisar, desechó al G4, como a un trasto. La alianza integrada por VP, PJ, AD y UNT –en ese impuesto orden- fue disuelta en Bogotá por James Story, embajador gringo ante el “gobierno” fantasmagórico del interino Guaidó. El diplomático no consultó a nadie. Convocó a los citados partidos a una reunión en Colombia y allí les informó que ahora forman parte de una coalición denominada NELA (Nueva Alianza para Elecciones Libres). En el cónclave solo se oyó un coro: ¡Yes, sir!

El procónsul Story no se anduvo con explicaciones. Se arrogó también la condición de vocero de la humillada coalición. Les informó a los sumisos medios lo que hará la oposición “venezolana” en adelante. Ni pregunta ni repregunta. “Yes, sir”. Story es un retazo de la administración Trump que Biden dejó por ahí para que haga el trabajo sucio sobre lo que ellos llaman “Caso Venezuela”. Cuando estorbe, lo echará a un lado con lo que reste del G4, con su mezcla aromática del barrio Salamanca de Madrid y el tufillo del hotel Penélope de Cúcuta.

El imperio ha ensamblado partidos y fabricado líderes en varios países del mundo. Pero eso no había ocurrido en Venezuela, donde hasta la derecha tenía restos de vergüenza y algún arresto de nacionalismo. Todo eso se perdió en este pandémico y bloqueado siglo XXI. El partido AD, junto con su hijastro UNT, enterró su maruto doctrinario bajo una cruz de dólares. VP y PJ no tienen rubores ideológicos porque nacieron mirando hacia el norte. Bush les dio la primera nalgada y Obama los amamantó. Lo que ordene Story les llega como canción de cuna.

Hubo un tiempo en que los partidos venezolanos eran hechos en Venezuela. Tampoco es algo nuevo eso de vender o comprar organizaciones políticas, con su secretario general incluido. Hace años, Domingo Alberto Rangel escribió el libro Los mercaderes del voto, peores estos que los del templo que irritaran a Jesús. Pero eran partidos o partiditos hechos aquí, con cera y pabilo venezolanos. Eso se acabó. Ahora viene el musiú James Story, con una organización debajo de su sobaco imperial, y se la encasqueta a VP, PJ, AD y UNT. Es un partido hecho en Manhattan o Atlanta, algo parecido a ese pabellón enlatado y conservado en salga Kétchup que venden en el Excelsior. ¿Lo has probado?

 

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