Una alianza cada vez más estratégica
El martes 18 de abril el canciller de la Federación Rusa, Serguéi Lavrov, visitó Caracas como parte de una gira por América Latina. Proveniente de Brasil, el diplomático sostuvo reuniones con la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez Gómez, y con el canciller venezolano, Yván Gil. Posteriormente mantuvo un encuentro con el presidente Nicolás Maduro Moros, con quien reafirmó los lazos entre Rusia y Venezuela.
«Quiero transmitirle un mensaje del presidente de Rusia, Vladímir Putin. También me pidió que les transmitiera verbalmente sus mejores deseos y saludos. Tiene su invitación para visitar Rusia en cualquier momento conveniente».
Estas fueron las palabras de Lavrov al mandatario venezolano durante el encuentro en el Palacio de Miraflores en el que revisaron cuestiones sobre la cooperación bilateral política y comercial. Por su parte, el presidente venezolano destacó que sabe lo «fructífero» que fue el trabajo de Lavrov en Brasil y ahora en Venezuela. «Avanzaremos en el trabajo en temas que nos unen», le dijo al diplomático ruso.
Entre otras apreciaciones, Lavrov señaló:
«Venezuela es uno de los socios más fiables de Rusia. Nuestros Estados están vinculados por una estrecha asociación estratégica, basada en la proximidad conceptual de enfoques sobre los temas principales de la agenda global, proyectos mutuamente beneficiosos, fuertes lazos de amistad y simpatía mutua entre los pueblos».
El jefe de la diplomacia rusa, quien continuará su gira vía Cuba y Nicaragua, destacó la posición de Venezuela ante los eventos de la geopolítica actual:
«Haremos todo lo posible para que la economía de Venezuela dependa cada vez menos de los caprichos y los juegos geopolíticos de Estados Unidos o de cualquier otro actor del campo occidental».
«Cuba, Venezuela y Nicaragua están entre los países de la región latinoamericana que eligen su propio camino, llevan con orgullo la memoria de su historia y no quieren volver a depender de nadie».
«Ambos países abogan por la defensa del derecho de los pueblos a determinar su propio futuro, su destino, sin injerencias externas, sin dictados ni chantajes y sin intentos de influir en ellos mediante las medidas restrictivas unilaterales ilegales que ahora practica el Occidente colectivo».
Para una asociación estratégica
Durante la rueda de prensa entre el canciller ruso y su homólogo venezolano fueron compartidos los siguientes resultados:
Se acordaron medidas prácticas para ampliar la cooperación comercial y de inversiones, así como intensificar los contactos entre los círculos empresariales. Además se desarrollarán numerosos proyectos en la producción de petróleo, gestión de yacimientos de gas, agricultura, medicina e industria farmacéutica, comunicaciones, actividades espaciales y nuevas tecnologías.
Se decidió duplicar la cantidad de becas otorgadas a los ciudadanos venezolanos para el próximo año académico 2023-2024 hasta implementar 200.
Los bancos centrales de Venezuela y Rusia trabajan en la creación de un nuevo sistema financiero, alterno a la plataforma global SWIFT, que expulsó a bancos rusos en 2022 debido a la Operación Militar Especial en el este de Ucrania.
Al respecto, el canciller Gil manifestó: «Los equipos técnicos del Banco Central de Venezuela y del banco de Rusia (…) están trabajando (en) el intercambio de mensajería financiera para ir a un sistema que nos libere del dólar hegemónico como regulador de las transacciones comerciales».
El diplomático venezolano adelantó que ha habido «avances» en este sistema, un tema que los bancos de ambos países «han venido trabajando» para crear «esa alternativa a la empresa SWIFT Internacional».
Se avanza en la implementación de la tarjeta Mir, un mecanismo de pago conectado con el sistema nacional de Rusia, lo que «permitirá a los turistas rusos consumir en Venezuela bajo un sistema directo sin pasar por las grandes transnacionales».
Respecto a las medidas alternativas de intercambio financiero, el canciller Gil afirmó:
«Eso va bien avanzado y será parte de las discusiones que tendremos en la comisión intergubernamental de alto nivel a celebrarse en las próximas semanas en Rusia. Pronto daremos buenas noticias tanto al pueblo de Rusia como al pueblo de Venezuela».
Una alianza cada vez más estrecha
La relación entre Rusia y Venezuela se ha convertido en una alianza estrecha. Más que un nexo comercial el vínculo es un ejemplo de cómo podrían participar ciertos países desde el enfoque multipolar, en un contexto de emergencia de alternativas ante el dominio hegemónico de Estados Unidos en Latinoamérica. En diciembre pasado se firmaron en Caracas 11 acuerdos de cooperación en materia de salud, energía, transporte marítimo y antidrogas, entre otras áreas, para la próxima década. A la reunión de alto nivel asistió el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak.
Rusia apoyó a Venezuela durante la pandemia global con la dotación permanente de vacunas anticovid Sputnik V, la cifra casi alcanzó las 20 millones de dosis. Además ofreció suministro en insumos y equipamiento médico.
El pasado 14 de marzo ambos países celebraron el 78 aniversario de sus relaciones diplomáticas, establecidas en 1945. A partir de 2005, bajo las respectivas presidencias de Dmitri Medvedev y Hugo Chávez, se suscribieron acuerdos para la compra de equipo bélico. La cooperación militar se aceleró debido al veto por parte de Estados Unidos para la venta de repuestos militares a Venezuela, en particular de aviones F16, y al bloqueo de la venta de lanchas de vigilancia costera con dispositivos de fabricación estadounidense.
Desde 2005 Venezuela compró 24 aviones caza rusos modelo Su-30Mk2 Sukhoi para sustituir los F16; 100 mil fusiles AK-103 Kalashnikov, sistemas antimisiles S-300, 50 helicópteros y, en 2009, tanques de guerra. En 2008 ambos países ejecutaron maniobras navales (operación combinada Venrus 2008) a una distancia de entre 20 y 50 millas de las costas venezolanas, participaron buques rusos como el «Pedro el Grande» y el «Almirante Chabanenko», junto a fragatas venezolanas.
A fines de 2008 se firmaron convenios en la Faja del Orinoco entre Gazprom y PDVSA, al tiempo que en el área del gas y la exploración y explotación de crudo en la plataforma submarina del delta del Orinoco participaron Rosneft y Lukoil. A partir de 2013 aumentó la participación rusa en la exploración de petróleo en la Faja Petrolífera del Orinoco, para lo que se crearon empresas mixtas como Boquerón, Petroperijá y Petromonagas. Esto cambió con las «sanciones» aplicadas por la administración de Donald Trump.
Asociada con PDVSA —accionista mayoritaria—, Rosneft cuenta con 49,9% de las acciones del complejo refinador Citgo, embargada por Washington. Esas acciones representaban una garantía de los pagos a Rusia.
En octubre de 2021 Caracas y Moscú suscribieron acuerdos en materia de cooperación energética, finanzas, cultura, deporte, salud, turismo y comunicación, como parte de la XV Comisión Intergubernamental de Alto Nivel (CIAN). Estos acuerdos se suman a los 264 conseguidos en 20 áreas estratégicas que habían firmado en los últimos 20 años.
En diciembre de 2021 la Asamblea Nacional aprobó una Ley que ratifica el acuerdo de exploración espacial con Rusia, país que hizo lo propio en 2022 luego de renunciar a la Estación Espacial Internacional (EEI), símbolo de la cooperación con Occidente durante más de 20 años.
Durante los gobiernos de los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro Venezuela ha mantenido una posición, en cuanto a la política internacional, que defiende la multipolaridad y la emergencia de plataformas multilaterales en la región y en el mundo, como Celac y Brics respectivamente, frente al dominio hegemónico —actualmente en declive— desempeñado por Estados Unidos.
Rusia ha vetado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas cualquier posible intervención extranjera en Venezuela promovida por Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea y la región latinoamericana, una muestra de la importancia que tiene para nuestros respectivos países la alianza estratégica que se confirma con la visita de Lavrov a Caracas.
19 Abr 2023