María Zambrano y José Caldera
Durante la Campaña Libertadora de Guayana, estando vigente el bloqueo naval impuesto por el Libertador Simón Bolívar sobre todos los amigos del gobierno español, los puertos del centro y oriente del país, a saber: Puerto Cabello, La Guaira, Cumana, y las bocas del rio Orinoco, mediante decreto del 6 de enero del 1817, publicado en la Gaceta Norfolk, en marzo del mismo año, fueron capturadas, violando el bloqueo y transportando armas y municiones para los españoles, las goletas norteamericanas, Tigre y Libertad, por lo cual, en un acto de soberanía nacional, las mismas fueron confiscadas por instrucciones del Libertador, tal hecho significo la llegada a Angostura de un Agregado Consular del gobierno de EEUU de nombre Juan Bautista Irvine, así como un intercambio epistolar que reflejaba una tensa disputa, entre él y el Libertador, que va a durar desde el 29 de julio hasta el 1 de octubre de 1818, prolongándose la estadía en Venezuela del agente Irvine, hasta 1819
El 12 de julio de 1818 llega el Agregado Consular J. B. Irvine a Angostura, inmediatamente, quiso reunirse con el Jefe Supremo. El encuentro se dio en privado, el día martes 14 de julio. a las 10:30 de la mañana, durando tres horas donde se abordaron diferentes asuntos gubernamentales: la simpatía de su gobierno, hacia las nuevas repúblicas que nacían en América del Sur, sobre la situación de las potencias europeas, la confiscación de las goletas norteamericanas y el desalojo de los patriotas de la isla de Amelia por parte del gobierno norteamericano.
Sobre el reclamo de las goletas, le ofreció exhibirle todas las pruebas que certificaran la condena de aquellos buques y en el caso de la isla de Amelia, como una forma de cubrir el revés sufrido por los patriotas, le dijo que no conocía el caso. La isla de Amelia, está ubicada en la Florida y era colonia española. El día 29 de junio de 1817, desembarcaron y ocuparon 150 patriotas venezolanos donde destacaban Lino Clemente, Pedro Gual, Gregorio Mac Gregor y otros, dando origen el 1 de julio de 1817, a la República de la Florida, el 22 de diciembre de ese mismo año, será usurpada y ocupada por. los Estados Unidos, y desalojados los independentistas, un año después, EEUU la compra a España
El día 19 de Julio, el Jefe Supremo le ofrece una recepción al enviado especial de los Estados Unidos quien se presentó acompañado del Almirante Brión, donde procedió a entregar sus credenciales, y le obsequia una biografía de George Washington. Por la noche en honor al agente estadounidense, le fue ofrecido un banquete.
El Libertador le había participado por correspondencia al general Lino Clemente que él estaba satisfecho de las primeras conversaciones con J. B. Irvine, en donde este le manifestó los mejores deseos de Estados Unidos por ver realizada la independencia de Venezuela y el interés de su país en establecer relaciones de amistad, pero El Libertador, al enterarse del no reconocimiento de nuestra independencia, no volvió a encontrarse con él y continuaron unas relaciones tensas que se van a manifestar a través de un largo intercambio epistolar, donde el Jefe Supremo responderá a cada una de las diez cartas enviadas por J. B. Irvine, hasta que el Libertador decide poner fin a la disputa y darla por terminada en su última correspondencia del 12 de octubre, donde le dice:
“No creo que haya ningún argumento bastante fuerte para que pueda contraponerse o balancear siquiera la autoridad de las leyes que se han aplicado. Así tengo derecho para esperar que cese la correspondencia de que han sido objeto.
El jefe Supremo pensó inicialmente, que con la presencia de J.B. Irvine, estaba por sentado, el reconocimiento a la naciente república, y que el reclamo de las dos goletas confiscada era algo secundario en la misión diplomática, hasta que recibió el informe del general Lino de Clemente, enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la República de Venezuela cerca del gobierno de los Estados Unidos de la América del Norte, donde le habla del tratamiento que les habían otorgado a él y a Pedro Gual, cuando solicitaron el reconocimiento de la República de Venezuela como un Estado Libre e Independiente, no solo fue negada la solicitud sino que tampoco fueron recibidos ni por el Presidente ni por el Secretario de Estado de la Unión.
El Libertador nos muestra en sus escritos el conocimiento que tenía como jurista en el Derecho Internacional, y hasta donde era capaz de llegar por la defensa de nuestra soberanía y libertad, con la acción emprendida en el derecho que le asistía de confiscar las goletas Tigre y Libertad por haber violado el bloqueo naval impuesto el 6 de enero de 1817.
El Libertador defiende la soberanía de Venezuela
Las goletas mercantes Tigre y Libertad pertenecían a los ciudadanos norteamericanos, Peabody, Tucker y Coulter. La goleta Tigre salió de Salem, puerto del estado de Massachusetts el 17 de marzo de 1817 con un cargamento de armas y municiones, para ser comercializada por tabaco, había arribado a Angostura en el mes de abril; saliendo del Orinoco con su embarque producto de sus negociaciones con el Gobernador español de la provincia de Guayana Fitzgerald; es apresada el 4 de julio, por una escuadrilla del Capitán de Navío Antonio Díaz, una vez tomada, tanto su capitán Tucker y su defensor Lamson alegaron que desconocían el bloqueo naval y el sitio de Angostura y de Guayana la Vieja, pero el diario de buque, contenía noticias de haber sido apresadas por las fuerzas patriotas algunos buques: una goleta, un bergantín y un guairo mercante.
En carta enviada el 6 de agosto de 1818, Bolívar relata como ocurrieron los hechos, que llevaron a la confiscación de las goletas, Tigre y Libertad por haber violado el bloqueo impuesto, es la más larga de todas y donde él detalla los hechos, de una manera elocuente y transparente, impugnando punto por punto los alegatos del capitán de la Tigre, así como los del comerciante que fleto el viaje, lo mismo hace respecto a la goleta Libertad, de dichos alegatos tomaremos algunos párrafos de la mencionada carta donde se rebaten los argumentos relacionados con el bloqueo y la neutralidad aducida.
“. Tanto el capitán Tucker como el defensor Lamson alegan que ignoraban el bloqueo y sitio, pero el primero se contradice, cuando asegura en su declaración que, estando en este puerto, vio salir un convoy español contra las fuerzas que tenían los patriotas en el rio cerca de San Miguel y el segundo, cuando en su representación confiesa que se hallaba en esta plaza, donde no podía ignorar que había un ejército frente de ella y de las fortalezas de la Baja Guayana. Además, el diario de buque contiene noticias de haber sido apresados por los patriotas algunos buques dentro del rio, como en efecto se tomaron por nuestras fuerzas sutiles un bergantín, una goleta y un guairo mercantes, y después todo el apostadero enemigo situado en la isla Fajardo. Pero aun cuando no les constase esto, es sabido que el decreto de bloqueo expedido en 6 de enero de 1817, fue publicado en la gaceta Norfolk, de 6 de marzo de aquel año y consiguientemente se dé presumir que lo publicasen otros papeles de los Estados Unidos. Habiendo sido esta publicación en aquella fecha, y no habiendo salido la Tigre sino el 17 del mismo mes en sumo grado probable que no ignoraban el bloqueo…”
“Los hechos con respecto a la Libertad no permiten ningún género de discusión. Ella salió de Martinica en el mes de junio con municiones de boca para esta plaza, y estando ya dentro del rio encontró con los buques nuestros que lo bloqueaban. Por el comandante de estos supo que no debían seguir: se le mando regresar y se le auxilio con un práctico. Después de una conducta tan liberal por nuestra parte, la Libertad fue encontrada de nuevo remontando el rio en contravención del bloqueo ya notificado. Pruebas que constan de la declaración de su capitán Guillermo Hill y de las deposiciones del señor almirante y comandante Díaz.
De los hechos expuestos nacen dos argumentos contra la Tigre. Uno de haber violado el bloqueo y sitio de Guayana saliendo y entrando de una ciudad sitiada, y el otro haber violado la neutralidad introduciendo armas y municiones a nuestros enemigos. “
También aprovecha el Libertador de reforzar la posición patriótica refiriendo la conducta de EEUU quien en nombre de la supuesta neutralidad siempre negaba todo tipo de apoyo a la causa republicana, obstaculizando para ella, la compra de armas y dice: .
“ … Que la prestación de auxilios militares a una potencia beligerante es una declaratoria implícita contra su enemiga, es un principio incontrovertible y que esta confirmado por la conducta de los mismos Estados Unidos de América, donde no se permiten que se haga armamentos de ninguna especie por los independientes contra los países españoles, donde han sido detenidos aprisionados algunos oficiales ingleses que venían para Venezuela, y donde se ha impedido la extracción de las armas y municiones que podrían venir para el gobierno de Venezuela. La diferencia única que hay es, que cuando es el gobierno quien lo presta la Nación se declara enemiga y cuando son los particulares sin conocimiento de él, ellos solo se comprometen, y no se hace responsable la Nación. La Tigre, pues, trayendo armas contra Venezuela fue nuestra enemiga, y no puede de ninguna manera acogerse a las leyes de la neutralidad, y que había despreciado y violado…”
Observemos además, en el párrafo anterior, que viene de lejos la tercerización de la guerra por parte de EEUU, así como hoy contrataron a la empresa SilverCorp, para una incursión armada, terrorista, contra nuestra soberanía nacional, en tiempos de la guerra independentista vendían armas y municiones a nuestros enemigos, con contratistas privados y así no se hacían responsable de las consecuencias de ser atrapados, tal como lo señalaba nuestro Libertador en el párrafo anterior.
“…Desde los primeros días de enero de 1817, las plazas de Guayana y Angostura fueron sitiadas hasta el mes de agosto del mismo año. En este tiempo las goletas Tigre y Libertad han venido a traer armas y pertrechos a los sitiados, y por esto cesan de ser neutrales, se convierten en beligerantes, y nosotros hemos adquirido el derecho de apresarlas por cualquier medio que pudiésemos ejecutarlo…”
“…Si las naciones neutrales hubiesen obligado a nuestros enemigos a respetar estrictamente el derecho público, y de gentes, nuestras ventajas habrían sido infinitas, y menos tendríamos que quejarnos de los neutros. Pero ha sucedido lo contrario en todo el curso de la presente guerra. La España ha extendido el derecho de bloqueo mucho más allá que la nación británica: ha hecho confiscar cuantos buques neutrales han podido apresar sus corsarios por cualquier causa o pretexto. El la plaza de Cartagena el general Morillo ha prolongado el bloqueo después de tomada por las armas del rey, y ha tratado como prisioneros de guerra a cuantos neutrales cayeron en sus manos, haciendo de este modo una innovación tan escandalosa en las leyes públicas de las naciones. No se ha visto, sin embargo, que ninguna potencia marítima haya reprimido este abuso tiránico y atroz, cuando todas las naciones marítimas son más fuertes que España. Pretender, pues, que las leyes sean aplicables a nosotros, y que pertenezcan a nuestros enemigos las prácticas abusivas, no es ciertamente justo, ni es la pretensión de un verdadero neutral, es, si condenarnos a las más destructivas desventajas “
“ ¿No sería muy sensible que las leyes las practicase el débil y los abusos los practicase los fuertes? Tal seria nuestro destino si nosotros solos respetásemos los principios y nuestros enemigos nos destruyesen violándolos…”
Las observaciones que hace el libertador en cuanto el abuso de las potencias que no respetan las leyes internacionales, pero si presionan con ellas a los países más débiles, es una situación que seguimos padeciendo en estos tiempos.
¡Venezuela se respeta!
El 8 de marzo de 1822, los Estados Unidos reconocieron la independencia de la Gran Colombia (Venezuela, Ecuador, Panamá y Colombia), después de haber transcurrido 12 años desde que la Junta Suprema de Caracas en 1810, había solicitado por primera vez el reconocimiento de Venezuela, como República independiente ante el gobierno de los Estados Unidos, a través de sus enviados especiales Juan Vicente Bolívar hermano del Libertador, Telesforo Orea y José Rafael Revenga, quienes llegaron a Baltimore el 5 de junio de 1810, negándole su reconocimiento, y Juan Vicente Bolívar fallece a su regreso, en un naufragio en la embarcación que lo trasladaba a Venezuela.
Este intercambio de cartas, deja claramente establecido, que Bolívar no va aceptar intromisiones del gobierno de los Estados Unidos, como tampoco de otra potencia colonial en los asuntos internos de la naciente República de Venezuela, igualmente en la carta fechada el 7 de octubre, deja claro, hasta donde los patriotas estaban dispuestos a combatir si la Patria era ofendida, es esa, la carta numero 9 y donde él se expresaba asi:
“Parece el intento de V. S. es forzarme a que reciproque los insultos: no lo haré; pero si protesto a V. S. que no permitiré que se ultraje ni desprecie al gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiendolos contra España ha desaparecido una gran parte de nuestra población y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende.
¿Antonio Zea: genuflexión o traición?
Lamentablemente más tarde, cuando Bolivar estaba ocupado en la Campaña Libertadora de Nueva Granada, en la noche de 26 mes de julio de 1819, atraca en Angostura una goleta de guerra de los Estados Unidos, y a su bordo vino el Comodoro Perry en comisión por su gobierno, su visita fue para renovar el reclamo de las goletas, Tigre y Libertad, reclamadas por J.B: Irvine, y a demandar el cargamento de la goleta española la Paloma, que navegando de La Guaira a Cumaná en julio del año anterior, fue apresada por el capitán Joly con bandera y patente de la isla Amelia y conducida a Margarita.
Manifestó también una acta del Congreso de los Estados Unidos del 3 de marzo del 1819, dirigida a proteger el comercio y castigar la piratería, el Vicepresidente de la República de Venezuela Francisco Zea, cede ante esta amenaza y en contestación en un oficio del 8 de setiembre de 1819, se condescendió con la restitución o indemnización de las goletas Tigre y Libertad, conforme al artículo 33 de la ordenanza del corso, que no comprende en la pena declarada contra los géneros prohibido y de contrabando, a las embarcaciones que transportan para el servicio del enemigos, o para proveer alguna plaza bloqueada por mar o tierra.
Se condescendió igualmente con restituir o indemnizar el cargamento que la goleta Tigre extraía, porque ni eran efectos de contrabando, ni comestible destinados para plaza enemiga bloqueada, conforme al mismo artículo; pero se denegó la restitución o indemnización del cargamento de la goleta libertad, por ser comestibles que venían destinados para plaza enemiga bloqueada; y por obsequio a los Estados Unidos, se añadió que también quedaría libre este cargamento, siempre que se hiciese ver que cuando fue apresado disponían otra cosa las leyes, o la práctica de la demás naciones marítimas.
El Comodoro Perry quedara contento por haber logrado, con la intimidación y la amenaza al vicepresidente Francisco Zea, ser indemnizados con todos los reparos hechos sobre las goletas. tramites que no había podido lograr el agente J. B. Irvine ante el Jefe Supremo Simón Bolívar por su posición firme y de defensa de la patria.
El reconocimiento, indemnización y restitución de las goletas, Tigre y Libertad, desconociendo las causas que llevaron al Libertador, en un acto de soberanía, a la confiscación de las goletas por haber violado el bloqueo naval por él decretado, va a producir en el Jefe Supremo un gran disgusto a su regreso triunfal de Nueva Granada, pero ya Zea había sido depuesto como vicepresidente, por Arismendi. Después sería enviado, a Inglaterra el año siguiente en Misión Diplomática, luego el Libertador en cartas enviadas el 27 de octubre 1822, la hace saber a Santander, y le solicita su destitución por los malos manejos del erario público, pero él se va a quedar en Inglaterra, protegido y como cómplice de los empréstitos leoninos hechos en nombre de la República de Colombia, hasta su muerte el 28 nov del 1822
La Soberanía, entre la infamia y la traición
Los EEUU desde su orígenes han buscado apropiarse del territorio de América Latina y el Caribe, y por ello, en el siglo XIX apostaron a impedir nuestra independencia, de allí, que se apropiaron por la fuerza de la Florida, que era territorio español, desalojando a los venezolanos que la habían ocupado para establecer una base naval, que les facilitara la compra y almacenamiento de armas y municiones y apoyar la liberación de Cuba y Puerto Rico y en el caso de las goletas Tigre y Libertad, aplicaron la tercerización para encubrir su participacion, así como hoy, es el caso reciente, de la incursión mercenaria imperial contra la independencia y la soberanía de nuestra Patria, felizmente derrotada, en Macuto y Chuao, por la FANB y el pueblo miliciano.
Ante la infame injerencia norteamericana en nuestro proceso de independencia, la república, ejercio soberania, con la digna respuesta de nuestro Libertador, al agente J.B.Irvine, pero al mismo tiempo, ese hermoso hecho, fue traicionado por la genufleza condescendencia con la soberbia y rapacidad norteamericana, de parte de un ciudadano en quien Bolivar habia depositado su confianza, traición que refleja las tristes cadenas coloniales, imperantes todavia, en especial en la ultraderecha venezolana.
Por fortuna en el siglo XXI cuando con el Comandante Chavez hemos retomado el proyecto Bolivariano, a su desaparición fisica y ante todos los ataques de la guerra multiforme que nos hace el gobierno de EEUU, hemos contado con la lealtad del presidente Nicolas Maduro, del alto mando militar de la FANB y la conciencia de la mayoria del pueblo venezolano.
“Jamás conducta ha sido más infame que la de los americanos del norte con nosotros” Simón Bolívar.
Carta a José Rafael Revenga, Ministro de Relaciones Exteriores, 25 de mayo de 1820 en San Cristóbal,
Movimiento Cultural “Bolivar Insurgente”.
Bibliografia
“Bolivar, Documentario de la Libertad”, Presidencia de la República, recopilación de cartas, decretos y proclamas de la independencia.
“Pensamiento Precursos del Antimperialismo”, Francisco Pividal