"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Obsolescencia Neoliberal

Por Ricardo Aronskind

La caída de la Primera Ministra conservadora Liz Truss constituye un dato político de enorme relevancia que debe ser observado con atención en nuestro país: una sucesora y admiradora de Margaret Thatcher duró unas pocas semanas en su cargo.

Su principal medida consistió en un intento de rebajar —aún más— los impuestos a los ricos, con la archifracasada teoría de que eso promovería una expansión de la economía británica. Se eliminaba, por ejemplo, la categoría de ingresos —altísimos— que tienen que tributar en el Reino Unido una tasa del 45 % en impuestos anuales.

Fue notable que los mercados financieros reaccionaran contundentemente contra la medida, al entender que introducía elementos de desequilibrio fiscal aún más profundos que los males que intentaba reparar. Caídas en el valor de las acciones y debilitamiento de la libra fueron parte del efecto que desataron las medidas de recorte de los ingresos fiscales.

Claro: el agujero que se provocaba con las medidas para beneficiar a los ricos se cubriría con deuda pública atada a una tasa de interés en aumento constante debido a la tendencia que viene promoviendo la Reserva Federal de Estados Unidos. Se acabó el dinero barato.

Hoy no alcanza, ni sirve, que los gobiernos se ocupen de complacer las fantasías rentistas de los sectores más acomodados. Arriesgan a desequilibrar completamente la economía. Parece que en los países centrales, ni siquiera todos los poderosos se prenden a la piñata de regalos neoliberales a los sectores más privilegiados. Distinto es en la periferia, donde los sectores más acomodados son capaces de acompañar políticas de destrucción económica.

Lo interesante de la situación es que estas medidas de bajar impuestos a favor de los ricos, tan “normales” desde los años ’90, fueron parte de un nuevo sentido común atornillado al “saber económico serio”, por parte del mundo corporativo.

Generaciones de políticos fueron criados y adoctrinados durante décadas en ese ambiente, con el mito de que solo las mejoras en los ingresos del 20 % más alto de la sociedad o de la rentabilidad de las corporaciones más concentradas garantizaban el camino a la prosperidad del conjunto. Los políticos neoliberales, como autómatas esclavos de una teoría ya obsoleta, tienden a repetir la misma receta porque es lo único que saben hacer. La que cambió es la realidad.

Hoy las condiciones del capitalismo son diferentes a las de los años ’80 del siglo pasado; la expansión rentística del sistema está tocando límites problemáticos, como se acaba de ver en el Reino Unido. Los viejos éxitos de la acumulación por desposesión de otros actores (trabajadores, Estado) no parecen generar hoy las euforias bursátiles de otra época.

Empieza a percibirse con claridad que la primacía de las lógicas privadas a costa del Estado lleva a una desorganización creciente de la sociedad, y vuelve a descubrirse que los equilibrios económicos y sociales son, en el fondo, una misma cosa.

Macri y su Rodrigazo

La caída de Liz Truss no es un tema que interpele a la derecha local…

Fruto de ese clima embrutecido y autoinmune de la derecha local es la salida del libro de Mauricio Macri, “Para qué”. En este nuevo panfleto, el ex Presidente proclama la necesidad de tomar  “medidas drásticas” desde el primer minuto de su próximo gobierno y el resurgimiento del “ideario liberal” como el contexto de su plan de gobierno.

El «ideario liberal» macrista.

Entre las medidas que propone, y para que nadie pueda aducir sorpresa o ignorancia, figuran estas novedosas ideas:

 “Una larga lista de empresas públicas (…) deberán pasar a ser gestionadas por el sector privado sin excepciones, o (…) deberán ser eliminadas”.,,

“El nuevo gobierno no estará en condiciones de seguir defendiendo el proteccionismo a costa de los bolsillos de los consumidores”.

… Macri ha señalado públicamente que se propone hacer un recorte en el gasto público equivalente al 8 % del PBI…

“El próximo gobierno será más fuerte y su fortaleza requerirá que las reformas estructurales se sancionen en las primeras horas. La pobreza y el desempleo no pueden esperar. Debemos tener la valentía de terminar de inmediato con legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, previsional y fiscal”.

Desde la perspectiva de los intereses globales de los países centrales, no hay un programa más perfecto que este para aprovechar las oportunidades que ofrece la economía local. No hacen falta ni invasiones, ni amenazas. Se instala un gobierno local que responde a necesidades externas, con socios locales.

¿Por qué ahora Macri es tan sincero? En realidad él siempre “pensó” lo mismo. Su visión del país es inalterable. Macri es un modelo arquetípico de un empresariado muy mediocre, consumidor de un pensamiento económico simple y ramplón fabricado con consignas publicitarias, sin ningún tipo de vuelta de tuerca ni de sofisticación.

… en 2015 Cambiemos ocultó sistemáticamente sus objetivos y creó un gigantesco globo publicitario, de buena onda y tonos pastel, que fue comprado por una parte de la población. E intentó en la gestión ir avanzando hacia su objetivo inalterable: la construcción de una sociedad de mercado.

Macri dice ahora que hubo un exceso en la búsqueda del consenso y que eso conlleva el peligro del “populismo light”

Macri y la derecha que lo rodea perciben, entonces, que el cuadro político es diferente y que entonces ya pueden explicitar como nunca los instrumentos que piensan usar, desde los primeros días de gobierno, para concretar en forma aceleradísima su “ideario”.

… Ya no plantea ningún debate racional sobre el sentido social, productivo, estratégico o sobre la eficacia de la medida para lograr algún objetivo: se venden y punto, porque lo demanda el capital privado que quiere hacer negocios y porque es la forma de mostrar “autoridad” y “convicciones” del próximo gobierno de derecha.

“Gobernaremos para el capital, ¿y qué?” proclama, a través de Macri, una derecha desinhibida y convencida de que su enemigo —la mayoría popular— está groggy.

¿Quién gobierna los precios?

El gobierno del Frente de Todos está enredado en un entramado legal-político-institucional que le impide proteger eficientemente el ingreso de la mayoría y, especialmente, el acceso adecuado a los alimentos. Pero no es solo una telaraña que ha montado la derecha.

También es la inhibición ideológica con la que opera la conducción política del gobierno, que limita notablemente la exploración de posibilidades para resolver estas cuestiones desmadradas que agreden el bolsillo de la población… Ha primado, hasta el presente, en la mente de los funcionarios, la mirada amenazadora de la derecha o una ilusión de imposible convergencia con una tasa de rentabilidad completamente anormal pretendida por las empresas.

En una movilización a la que acudieron importantes sectores sindicales y políticos del Frente de Todos, en Plaza de Mayo, el 17 de octubre, se leyó un documento que parece ir en una dirección diferente al débil y resignado discurso oficial.

… claramente opuesta a la especie de “consenso liberal” que se intenta imponer en la Argentina.

Así, aparece señalada en primer lugar la necesidad de restaurar el rol estratégico del Estado nacional y el papel de la planificación como elemento clave de una reconstrucción económica y social del país. Hace rato esa referencia fundamental estaba ausente del vocabulario de las organizaciones populares.

… aparece en una concentración popular la idea de reformas estructurales, pero no vinculadas a la cantinela conservadora que expresan las demandas del capital concentrado, sino a las necesidades de la producción y el trabajo nacionales, de construcción de un país ordenado y vivible.

Queda claro que las propuestas de la derecha, expresadas con claridad en el libro de Macri, no solo son viejas, conocidas, probadas y fracasadas en nuestro país, sino que están encontrando en el escenario internacional actual un límite adicional para su viabilidad.

Pero que sean antisociales, violentas y dañinas, no quiere decir que sean vistas así por la sociedad.

Solo serán un activo político para el campo popular si se las explica y denuncia adecuadamente, utilizando todos los mecanismos comunicacionales disponibles.

Se requiere de un amplio trabajo político, que implica que desde los espacios políticos populares se clarifique cuál es su mirada y su propuesta alternativa al panorama tenebroso que ofrece un gobierno desquiciado de Juntos por el Cambio.

El Frente de Todos… Tendrá que desplegar una propuesta que abarque con mucha precisión los problemas de ingresos, de empleo, de vivienda, de salud y de seguridad que afectan cotidianamente la vida de los sectores mayoritarios. El documento presentado en la Plaza de Mayo parece ser un viraje en la dirección de construir un discurso público claro, propositivo, confrontativo y esperanzador.

Parece de sentido común hacer todos los esfuerzos posibles para evitar que llegue al gobierno una Liz Truss argentina, cuyo gobierno se derrumbe luego de haber dañado severamente a nuestro país, en aras de un neoliberalismo obsoleto.

FUENTE EL COHETE A LA LUNA

23-10-22.

*Artículo editado por Red Angostura

 

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