Lo que le otorga al capitalismo actual su apariencia indestructible es la manera en que pudo conjugar para su propio beneficio distintos factores heterogéneos.
Se podría decir que fue en el capitalismo posfordista donde se hizo efectiva definitivamente esta realidad.
Señalemos algunos puntos al pasar
1) El capitalismo ya no se reproduce solo por la explotación de la fuerza de trabajo y la extracción del excedente. Ahora se suman vastos sectores que viven disociados de los trabajos convencionales pero que sin embargo se integran con la pobreza a cuestas en la lógica del «consumidor consumido».
2) La conexión capital–guerra donde en el interior de los conflictos entre naciones los capitales concentrados continúan sus negocios
3) El éxodo o si se quiere emplear un término más fuerte, la «deserción» por grandes segmentos de la población mundial con respecto a la política. Incluyendo en esto distintos tipos de fugas a lugares supuestamente menos exigentes con los imperativos de rendimiento.
4) El giro neoliberal del capitalismo, dónde se destruye el carácter universal de la ley con el lawfare y se fabrican mundos paralelos con las fake.
5) El ingreso definitivo de los algoritmos y la inteligencia artificial en la financiariarización de las vidas endeudadas.
6) La imposibilidad de constituir un sujeto histórico debido a la evidente fragmentacion de lo social. Si bien pueden emerger luchas sectoriales, las mismas no se articulan en la condición indispensable que siempre exige un proyecto común.
7) La capacidad del capitalismo con su llamada «destrucción creativa», que puede desvastar a un pueblo, quebrar una nación y a partir de ello y a pesar de eso generar nuevos dispositivos de reproducción del capital.
El capitalismo, como la pulsión de muerte no conoce interrupciones, ni elementos que lo puedan regular por un tiempo duradero. Se le puede hacer coincidir con la Pulsión de muerte dado que su fin último es exterminar la vida sobre el planeta.
Por estas razones y otras que no han sido nombradas, el deber de los movimientos nacionales y populares, los feminismos y las nuevas izquierdas, es saber traducir políticamente los nuevos acontecimientos contra los opresores, y no importa que no se pueda nombrar el después del capitalismo.
Socialismo y Comunismo fueron nombres históricos importantísimos en el siglo XX. Ahora se trata de salvar a la humanidad del desastre o probar si aún queda tiempo para ello. (*)
El nombre que correspondería al después del capitalismo permanece en suspenso e innominado.
Es la verdadera incertidumbre histórica, tal vez lo que pueda denominar a otra sociedad distinta del capitalismo proceda, por vez primera, de aquellos países fuera del centro.
FUENTE: PÁGINA 12
6 de mayo de 2023