«La hiperinflación ha sido derrotada y la inflación está en los niveles más bajos en 25 años, niveles bajos a pesar del intento de golpe de Estado y del sobrecalentamiento del comercio», destacó el presidente Nicolás Maduro durante el desarrollo del programa «Con Maduro+» transmitido el pasado lunes 2 de diciembre.
Además, detalló cifras que muestran la recuperación de la economía venezolana, asediada por las sanciones criminales ejecutadas desde Estados Unidos y sus satélites europeos. Estas medidas punitivas, solicitadas en distintas oportunidades por dirigentes del sector de la oposición liderado por María Corina Machado, han formado parte del plan estratégico de cambio de régimen instrumentado sobre el país y han supuesto grandes pérdidas, estimadas en 232 mil millones de dólares desde el comienzo de su implementación en 2014.
Crecimiento Sostenido
El mandatario precisó el desempeño de varios indicadores económicos y explicó que «en los primeros tres trimestres de 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido 8,5%. Hemos culminado 14 trimestres de crecimiento autosostenido».
Comentó que, durante este lapso, el parque industrial alcanzó 45% de actividad, mientras que en 2019 solo 18% estaba en funcionamiento. «Paso a paso, porque se trata de conseguir repuestos, créditos y que el resultado sea autosostenible», acotó. Otros datos:
- El sector agricultura creció 6,2%.
- El sector manufacturero, 4,6%.
- Comercio, 6,2%.
- Minería, 21%.
- Construcción, 25,9%.
- Actividad petrolera, 14%.
- Gasto en los hogares, 13,3%.
- La recaudación creció 120% respecto al año 2023.
- La cartera de crédito ha crecido 87,6%.
Además, el mandatario explicó que «hay recalentamiento de la economía por el avance del comercio, del crédito interno, de los sectores productivos y de la economía. Ese recalentamiento en crecimiento y expansión trataron de convertirlo en espacio para la guerra otra vez, pero lo hemos neutralizado. Son buenas noticias del Banco Central de Venezuela, que hoy podríamos tener la inflación más baja en 25 años. Es una tendencia la inflación baja con alto crecimiento, alto crédito e inversión y actividad enloquecida del comercio». También destacó que «derrotamos el desabastecimiento al aproximarnos a 100% con producción nacional».
Respecto al financiamiento especificó su democratización mediante el crédito, sobre el cual detalló que en noviembre se otorgaron financiamientos a más de 848 mil personas vinculadas al sector productivo y emprendedor, 189 mil créditos a mujeres, 133 mil a jóvenes y a más de 50 mil emprendedores en general.
La economía en la agenda política
La economía ha sido un flanco de ataque permanente contra Venezuela. Crear condiciones de caos e inestabilidad ha sido parte de la agenda de un sector político que no ofrece alternativas diferentes a la eliminación radical del adversario.
Mediante el boicot, la hiperinflación inducida y el contrabando se sometió al país a condiciones extremas de declive sobre las actividades productivas y, por ende, sobre el ingreso familiar. Esto se ha combinado con ataques a las fuentes de energía y otros servicios públicos, ya impactados por el limitado acceso a insumos y repuestos para su mantenimiento, producto de las sanciones y su sobrecumplimiento.
La recuperación económica ha sido afectada por ataques encubiertos a instalaciones como el Complejo Muscar de PDVSA, considerado el «Guri» del gas en Venezuela (Foto: Cuenta X de Madelein García)
El proyecto violento, expresado en embates cibernéticos y campañas en redes sociales, generó pérdidas humanas y financieras que buscaron perturbar la economía de manera importante. A partir de entonces, la dinámica cambiaria se intensificó y se ha observado un aumento considerable en la tasa de cambio paralela. El presidente Maduro atribuyó tal disparidad a una «guerrilla económica», en la que sectores políticos vinculados a las finanzas han buscado forzar nuevos escenarios de desestabilización.
A partir del 28 de julio dicho sector intentó movilizar a su militancia hacia actividades de calle, pero perdió la capacidad de convocatoria desde el inicio. Se fraguó entonces la ruta violenta mediante la frustrada operación «Ya Casi Venezuela», enmascarada en movilizaciones bajo la táctica de enjambramiento –o swarming– que, ante la ausencia del factor «ciudadano», tenía como operadores a grupos estructurados de delincuencia organizada. En este sentido, el gobierno ha desarticulado parte de dichos planes mediante incautaciones de armamento y detenciones de mercenarios venezolanos y extranjeros.
La presión internacional, que tampoco ha sido decisiva, ha contado con la nueva y reciente aplicación de sanciones a funcionarios del gobierno nacional y pronunciamientos por parte de gobiernos alineados con Washington. Sin embargo, el hecho más notorio en este ámbito fue el veto del gobierno brasilero, encabezado por Luiz Inácio Lula Da Silva, al ingreso de Venezuela en el grupo de los Brics.
El gobierno venezolano ha logrado sortear el impacto geoeconómico de esta acción realizada desde el país vecino con una intensa agenda diplomática de cooperación económica con potencias emergentes como China, Rusia, Turquía, Irán, entre otros. Aunque lo energético es fundamental, los lazos estratégicos buscan ser ampliados mediante la recuperación del parque industrial, el impulso del potencial agropecuario y de la producción minera para aumentar la diversificación de las exportaciones.
Es claro que el desempeño económico nacional depende de la estabilidad política y de factores estructurales de dinámica productiva, tanto como del acceso a los mercados globales. La articulación en torno al Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad, implementado desde 2018, ha permitido concentrar esfuerzos en un equilibrio fiscal y tributario, y crear nuevas políticas cambiarias que detengan arremetidas desde intereses especulativos.
Además, se ha incrementado la producción nacional y se han aumentado los ingresos del país en divisas extranjeras, lo que ha resultado, entre otros logros, en la defensa del ingreso familiar y la estabilización de los precios de los productos. A través del diálogo y del trabajo conjunto, el gobierno ha logrado que distintos actores de la economía, nacionales e internacionales, realicen inversiones favorables a la producción nacional, lo que ha facilitado el camino de recuperación.
Ante la incertidumbre, producción en paz
En «Con Maduro+» el jefe de Estado mencionó encuestas hechas a empresarios venezolanos que reconocen avances en materia económica. Resaltó que, para este último tercer trimestre de 2024, 65% manifestó que mejoró la situación. Respecto a las perspectivas acerca del 2025, 74% dice positivamente que su empresa estará mucho mejor.
Tales perspectivas se corresponden con lo afirmado por la vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, el pasado martes ante la Asamblea Nacional: «Venezuela se proyecta como uno de los países con mayor crecimiento en América Latina en 2025, superando a naciones como Brasil, Colombia y Perú a pesar de los intentos externos por perjudicar su economía».
Según subrayó durante la presentación del respectivo proyecto de ley, el presupuesto nacional de 2025 estará enfocado en la inversión social, con 77,6% destinado a áreas claves como educación, salud, seguridad, ciencia y tecnología, infraestructura y obras públicas, vivienda y en el fondo de compensación interterritorial.
Venezuela mantiene logros y perspectivas positivas de recuperación en la producción e importación de hidrocarburos y derivados, pero también en sectores no tradicionales debido a un mayor dinamismo del capital privado, que ha aumentado su inversión en manufactura, farmacéutica y alimentos, entre otros sectores.
El mandatario, por su parte, exhibió logros vitales a pesar de la imposición de sanciones unilaterales y las presiones de la ultraderecha nacional. Determinó que «trataron de convertir algunos sectores en espacios para la guerra, pero Venezuela se resiste en lo político y quiere paz, y en lo económico también se han unido todos los sectores para construir un modelo venezolano».
5 Dic 2024,