Cuentan los monetaristas, o sea, los más neoliberales del pensamiento económico neoclásico, que la causa de la hiperinflación en Venezuela es la indisciplina del gobierno bolivariano que gasta más de lo que tiene presupuestado, incurre en un déficit fiscal, y para cubrirlo imprime dinero generando inflación. Para ellos el ataque a la moneda no existe.
Es el caso que la secuencia de los hechos es al revés: primero nos atacan la moneda, ésta se deprecia e incide en aumentos de los precios de los bienes importados y de los costos, luego incrementan los precios de todos los bienes y servicios hasta llegar a la hiperinflación, y es debido a esta situación hiperinflacionaria que el Estado incurre en una insuficiencia presupuestaria. Veamos un ejemplo.
El presupuesto de inversión y gasto público del año 2018 se elaboró en noviembre de 2017, para ello se estimó que la inflación en 2018 sería 300%. Resulta que la inflación del 2018, consecuencia del ataque a la moneda, fue 130.060%. Obviamente ese presupuesto nunca sería suficiente.
La única manera de cubrir la insuficiencia presupuestaria en hiperinflación para así garantizar el cumplimiento de todas las metas, es aumentando la cantidad de dinero. No hay impuestos que en hiperinflación generen los suficientes ingresos al Estado para cubrir los déficits fiscales.
Entrampado en el cuento monetarista, el BCV ha disminuido 69% la cantidad de dinero en términos reales desde enero 2018 hasta mayo 2019. A pesar de ello ni ha logrado controlar la inflación que desde esa fecha asciende a 1.195.928%, ni el ataque a la moneda que en el mismo período ha sido 269.102%. Con el agravante de que ha contribuido al desfinanciamiento real de toda la administración pública; al recorte y al deterioro, de hecho, de la prestación de los servicios públicos, así como a la disminución en 58% del salario real de sus trabajadores.En 1999 decidimos, como pueblo, que el equilibrio social debe prevalecer sobre el económico. Rompimos con el paradigma monetarista que no es más que el velo teórico para debilitar al Estado haciéndolo mínimo, lo que indirectamente implica justificar lo privado. Caer en la trampa monetarista es, en esta guerra económica, potenciar las armas del enemigo.
3 respuestas
Como siempre, nuestra profesora Pasqualina con nuestra VOZ de pueblo.
Profa, según este artículo, el impacto presupuestario es inmenso. Como se habrá dado cuenta, la mayoría de los trabajadores, sobre todo de la administración pública, están cobrando unos salarios muy pírricos. Estos salarios son integrales y tienen atados los emolumentos de prestaciones sociales, vacaciones, aguinaldos y otros emolumentos, que se convierten en una carga muy extra-pesada para el gobierno, y aunque constituyen beneficios laborales reivindicados en la Ley Orgánica del Trabajo (LOT) durante el extinto Chávez, es decir, logros verdaderamente socialistas, no son viables en esta guerra económica (monetarista), mediática, tecnológica o no convencionales, lo que significa varias cosas, que enumero para que por favor haga sus análisis y comentarios al respecto. A continuación:
1. El Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, incluso ha sido más socialista que Chávez en cuestiones salariales, porque fue a partir del mismo año 2013, en junio si no me equivoco, cuando el actual gobierno inició la política de ajustar todas las tablas salariales, incluyendo la de profesionales y técnicos (incluyendo Docentes universitarios), simultáneamente con los ajustes del salario mínimo. Esto nunca lo permitió Geordani en los gobiernos de Chávez, es decir, es un logro más socialista de Maduro. No obstante, este logro exigido por todos los gremios durante Chávez, incluso por los gremios más fascistas como FAPUV, se ha vuelto en una «cuchillada en el pescuezo» tanto para trabajadores, como para el gobierno, porque cada vez que se ajusta el salario nominal, estos sufren un menoscabo adquisitivo producto de la guerra económica de precios y demás variables asociadas;
2. Deberán los gremios y el propio gobierno, considerar un vacatio legis de la LOT, en cuanto a los aspectos de salarios integrales y emolumentos atados, para poder otorgar una remuneración real adquisitiva durante la guerra económica, sobre todo a los trabajadores de la administración pública, y de esta manera aumentar la eficiencia gubernamental o estatal. Haciendo entender, que esa remuneración, es perentoria, y no aplicada a los emolumentos atados. Ya el Gobierno, lo está haciendo, con el bono alimentario, y de estabilidad económica, pero son remuneraciones demasiados tímidas o bajas, y debe recomendarse que sea mayor.
Existen otros aspectos que agregar, pero lo dejo hasta aquí, y haré otra solicitud en el próximo comentario
Profa podrá hacer un análisis global de las criptomonedas, su impacto en Venezuela, la apuesta del gobierno a este tipo de moneda virtual. Asimismo, en el Zulia desde los apagones de marzo, se está sufriendo un racionamiento severo, y aunque es antiético apoyarse en rumores, la Gobernación del Estado Zulia ha sido hermética para reportar el estado real de la situación eléctrica de la región zuliana, y se comenta extraoficialmente, que esta gobernación, o parte de sus altos directivos, están minando fuertemente criptomonedas, que implican un alto consumo de energía eléctrica, y de allí el racionamiento que mantiene flagelado a toda la población.
Han cerrado demasiados comercios, según quieren estas mafias gubernamentales regionales, que todo se quiebre y que se vayan parte de la población, para utilizar la región solo para el minado de criptomonedas, porque ya van 4 meses, y no se visualiza posibilidad alguna de que eliminen o reduzcan el racionamiento eléctrico, y pareciera que el Gobierno de Nicolás Maduro, se haya olvidado de todo los Zulianos, incluso de quienes los apoyamos con nuestros votos.
Requiero sus comentarios de ánimos, porque realmente el gobierno de inclusión, tiene a casi todo el Zulia excluido, y no tengo argumentos como seguir defendiendo lo indefendible, y según repito, obedece al minado de Bitcoin y otras similares.