La Democracia ucevista en bancarrota. Ocho años sin elección de Autoridades Universitarias, han alejado a nuestra institución del país.
Cada día el deterioro a todos los niveles es evidente y al parecer una convivencia de poderes internos y externos impiden que la Máxima Casa de Estudios del País renueva sus autoridades para iniciar cambios urgentes que se requieren para redimensionar la UCV.
La UCV ha dejado de ser el polo de atracción, que otrora, representó en El país, la Educación, la Política, La Cultura, y las Luchas estudiantiles. En general, hoy la sombra que es mencionada en su himno, la va cubriendo poco a poco.
Las Organizaciones Estudiantiles, concretamente la FCU y los Centros Estudiantiles que quedan, sumisos a las autoridades, con poco a ninguna presencia en el campus, mantienen una actitud cómplice con la grave situación universitaria.
La Ley de Universidades define a las universidades como una comunidad de intereses espirituales que tienen el propósito de buscar la verdad. Pero gracias a la conducta de las actuales autoridades rectorales de la UCV, han convertido a la comunidad, en un verdadero feudo, que está llevando a lo que otrora, se señalaba como nuestra máxima Casa de Estudios, a un verdadero escampado estéril, que provoca la deserción y el desánimo de sus integrantes y donde la verdad pide a gritos, que por favor, la rescaten de las garras del atraso.
El feudo ucevista tiene un solo capataz, al cual se pliegan los demás, impidiendo toda posibilidad de renovar sus autoridades y de fomentar algún movimiento transformador que rescate la institución para ponerla al servicio de Venezuela. Ya han transcurrido casi dos períodos de gobierno universitario y no existe ningún indicio que permita suponer interés por el actual equipo rectoral de convocar elecciones para renovar sus instituciones.
El Claustro Universitario, las Asambleas de Facultad, prácticamente ha desaparecido. A diferentes niveles autoridades renuncian, y son designados digitalmente, porque la consulta democrática ha sido enterrada y los Consejos directivos de Escuelas y Facultades, mantiene mas como grupos de amigos que se reúnen para hablar mal del gobierno, que de ocuparse del grave deterioro académico y docente que a todas luces presenta nuestra institución.
Toda la normativa que preserva los niveles académicos de la UCV están siendo violentadas y las ausencia de docentes por procesos de jubilación u otras causas, son sustituidas por personal que no cumple con el nivel que el mismo Reglamento de Ingreso al Personal docente, señala para conservar y fortalecer el nivel académico universitario.
Esta situación de deterioro, que cualquier visitante o egresado de otros tiempos, nota inmediatamente si se le ocurre venir a la Ciudad Universitaria, es notorio en cualquier orden del campus. La seguridad brilla por su ausencia. Ya existen muchas zonas de de la universidad donde no se puede transitar so pena de ser asaltado o poner en peligro la vida. De ese hecho no se escapan ni las aulas de clases y algunas veces los medios han reseñado, casos de asaltos colectivos dentro de las propias aulas de clase. El desvalijamiento de algunas dependencias, sin que en muchas de ellas se note por ejemplo signos de fracturas en puerta o ventanas es casi rutinaria.
Es tan grave la situación de seguridad, que algunos directivos, recorren las aulas de clases, advirtiendo a los estudiantes de cursos regularles o de cursos de extensión, para decirles que no recorran los pasillos de la universidad, que no lleven laptops ni celulares, que vigilen sus carros con cierta frecuencia. Los fines de semana por ejemplo, que hay en el campus algunas actividades, brillan por su ausencia la vigilancia de protección y los que van están propensos a ser emboscados por motorizados y delincuentes armados.
Varios sectores de la UCV, están tomados, por bandas de traficantes de drogas y de enfriamiento de carros robados y esto pareciera no importarle a nadie.
El panorama es verdaderamente desalentador. Muchas Escuelas, han eliminado prácticamente los estudios nocturnos y al respecto no existe ninguna orientación central, sino, que cada mini autoridad en su propio mini feudo, dentro del Feudo Mayor, toma las decisiones inconsultamente. Son situaciones de hecho, que se aplican y para las cuales no se da ninguna explicación.
El Himno Universitario en una de sus estrofas habla de la Universidad que vence la Sombra, pero lo que observamos es que progresivamente la Sombra se apodera de nuestra universidad, bajo la pusilanimidad de sus propios integrantes y por los nubarrones que vemos, pareciera que esto continuará sin que se avizoren signos de cambio a la grave situación. ¿PUEDE UN PAÍS DEJAR QUE UNA UNIVERSIDAD SE HUNDA DE ESTA MANERA COMO EL TITANIC Y NO SE TOMEN MEDIDAS URGENTES PARA RESCATARLA? DEJO LA PREGUNTA EN EL AIRE.