Siempre debemos recordar que Venezuela está en un proceso dialéctico de liberación nacional dentro de un juego de ajedrez político mundial por la independencia, la soberanía y el respeto del derecho internacional que el gobierno de los EE.UU permanentemente quiere y necesita violentar para mantener la hegemonía, ya que viene perdiendo en los últimos años el control del ambiente y resultado de lo que pueda pasar más allá de las organizaciones multilaterales, si no también, en su propio país como lo podemos ver en el marco de la pandemia, esas diferentes manifestaciones revolucionarias de los afrodescendientes, latinos y personas conscientes que están en contra del sistema represor.
Dentro de éste contexto surge el libro del John Bolton The room where it happened (La habitación donde sucedió), en cuyo libro sin necesidad de hablar de su curriculum, él mismo hace una proyección sutil para pasar a la historia como un gran asesor (tal vez para que lo vuelvan a tomar en cuenta posteriormente con el tema Venezuela) y sobre todo confiesa algunos ataques que planificaron en contra del Estado venezolano para poder doblegar la voluntad del país a los intereses exclusivos del gobierno de los EE.UU, lo cual por ende viola el Derecho Internacional y enfáticamente los Derechos Humanos (DDHH) del Pueblo de Venezuela al verse seriamente afectados por las mal llamadas “sanciones” que son Medidas Coercitivas de carácter Unilaterales totalmente demandables en la Corte Penal Internacional, ya que ningún Estado tiene el derecho positivo de sancionar a otro.
Ahora bien, Bolton relata un cuento parcial entre verdades, mentiras y desarrolla un juego psicológico macabro dirigido al Presidente Constitucional Nicolás Maduro, la FANB, el TSJ y el Pueblo conciente que defiende desde múltiples organizaciones los principios constitucionales e ideológicos con los que Chávez despertó y puso a pensar en que Venezuela y un mundo mejor son posibles sin contradicción alguna con las personas de bien.
Además, ese juego psicológico quiere hacer suponer al mundo que el socialismo es un fracaso, cuando está demostrado científicamente que el sistema capitalista que tiene sus orígenes en el esclavismo, es el que fracasó en el mundo porque es imposible que aplique una economía sustentable que vaya acorde con la naturaleza y bienestar integral de los seres humanos, lo cual está demostrado una vez más con la pandemia (cuya vacuna esperada seguramente será todo un negocio para ellos), la pobreza mundial, la contaminación, las guerras y la manipulación mental de los medios de comunicación masivos.
En el libro, Bolton aparenta una posible ruptura con Trump, pero si fuera el caso, jamás lo hará contra el sistema en el cual se ampara para confesar parcialmente el intento de derrocar a un gobierno legítimo utilizando el Smart Power (Poder Inteligente) como método que busca la fragmentación multidimensional del Estado. Hago énfasis en el termino “parcialmente” porque sin duda alguna a diferencia de las supuestas preocupaciones que narra en el libro de no querer que haya un derramamiento de sangre en las fronteras comunes entre Venezuela y Colombia u ocurra una tragedia en Caracas; está comprobado que cada vez que invaden un país ocasionan guerra civil entre hermanos siguiendo la teoría de Maquiavelo en la que dividiendo podrían vencer ideológicamente al Pueblo y asegurar la extracción de la gran diversidad de recursos naturales que le pertenecen al Estado-Nación.
A ciencia cierta no sabremos por ahora si Bolton se le volteó a Trump o si Trump, el sistema o las transnacionales petroleras están sacrificando un peón para obtener una mejor posición dentro del tablero de juego que los lleve a hacer un jaque mate a la revolución bolivariana que ha defendido al Pueblo de Venezuela de los ataques multiformes como el del “blackout” (apagón) que ocurrió en marzo del 2019, pero en el libro se lavan las manos, como si eso no fuera posible para dicha potencia mundial que asecha al Pueblo y solo señala que eso pasó por el mal funcionamiento del sistema eléctrico como todo una casualidad en unos momentos en el cual ellos atacaban tratando de imponer un presidente imaginario (él cual llegó a Venezuela tres días antes del primer apagón) e introducir armas a Venezuela con una supuesta ayuda humanitaria desde Colombia, sin olvidar el ataque con drones del 2018.
Sin duda alguna, como lo dice Bolton, ellos pretenden que los aliados del Presidente Constitucional Nicolás Maduro lo traicionen, aunque más allá de ese hombre duro e inteligente como catalogan a Nicolás, la traición sería en un supuesto y negado caso a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y al Pueblo en general; ya que si un gobierno tan destructor como el de EE.UU y una oposición con tanto odio e ignorancia política gobernaran a Venezuela, estaríamos en una situación mucho peor y como un pequeño ejemplo, podemos leer el adefesio de contrato que firmo Guaido con paramilitares sanguinarios que no les importa si asesinan a un chavista, a un opositor o a un “nini” con tan solo asegurar sus intereses dentro de un caos social.
Seríamos muy inocentes o ignorantes pensar que los problemas que existen en Venezuela se pueden resolver con la violencia irracional entre hermanos, eso pondría feliz a los enemigos no del chavismo, sino de la humanidad, del Pueblo en general. Los problemas que tenemos en casa se resuelven dentro de la casa con respeto, cultura política electoral, apegados a la Constitución y a las leyes de nuestro hermoso país porque realmente si podemos ser mejores con nuestro propio sistema democrático y un modelo de bienestar social a igual que de solidaridad internacional.
Existen varios elementos en el libro de Bolton en el que quiere hacer pensar que Venezuela es el malo de la película o una amenaza real y lo señala una vez más con el tema de la frontera guyanesa-venezolana que es una zona en reclamación y en principio no se debe realizar exploración ni explotación de ningún recurso hasta que se resuelva el conflicto, pero la ignorancia o mala intensión por delante que tiene Bolton, quiere dar a entender que Venezuela es la que invade y frena a las hambrientas transnacionales petroleras.
Las diferentes opciones que aplica Trump contra Venezuela, son de continua y sistemática violación a los derechos humanos del Pueblo sin importar las consecuencias de esas mal llamadas “sanciones” que desde diciembre del 2014 (antes de Trump) vienen ejecutando progresivamente el gobierno de los EE.UU. Cualquier opositor al gobierno bolivariano está conciente del grado en el que afectan las sanciones, para muestra un botón de un caso reciente como el de Directv, cuando en medio de la cuarentena deciden por presión de las sanciones en cortar de golpe la señal impidiendo el derecho a la comunicación, información, educación y recreación.
En el cuento gringo de Bolton de lo que sucedió en la habitación oscura se comprueba que efectivamente como lo venía diciendo en los últimos años el Presidente Constitucional Nicolás Maduro, el gobierno de los EE.UU estaba resucitando la vieja “Doctrina Monroe” para poder recuperar el hemisferio que consideran su patio trasero con la finalidad de poder repotenciarse y enfrentar a sus enemigos históricos que son La República Popular China y la Federación de Rusia (Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU que frenan la hegemonía gringa) que con planes de integración económica y cultural dentro del marco del Derecho Internacional plantean el ganar-ganar, lo cual es una amenaza al sistema imperante de los EE.UU y por eso, la razón de invadir militarmente a Venezuela con el parapeto de “Responsabilidad de Proteger” sigue vigente, ya que sería un tapón para evitar la extensión de sus enemigos en el continente rico de recursos no renovables.
Por otro lado, en las memorias de Bolton se evidencia que Guaido carece de liderazgo y constantemente engañaba a los dueños del circo y éstos se dejaban engañar porque saben que es un payaso más del show diabólico y en el momento indicado lo sacrificaran como al mismo Bolton si es que así le pueden sacar algún provecho al final de la partida. Ese momento ya viene en camino porque una vez se elija democráticamente la nueva Asamblea Nacional, el payaso saldrá del escenario político directo al basurero de la historia. Lo mismo le pasará al Grupo Bate quebrado de Lima que su negligencia para proteger a sus Pueblos ante el Covit-19 es tan grande como su falta de sentido común.
Otra de las confesiones de Bolton que podemos deducir es que se reafirma la presencia de agentes de la CIA en las Embajadas de los EE.UU, que en el caso de Venezuela es para ellos táctico tener más agentes que diplomáticos. Bolton al escribir éste libro espera convencer para vencer y tener el éxtasis de ser atacado por sus enemigos y adversarios porque como lo dice él mismo, con éste tipo de acciones se siente “animado”, seguramente tiene un conjunto de problemas psicológicos y desea pasar a la historia ya sea como un peón sacrificado o parte de los que contribuyeron con el golpe político preelectoral a Trump.
En el libro de Bolton hacen creer que ellos (la oposición) son la revolución, la cual dará un golpe de Estado para obtener al poder político de Venezuela, pues no. Lo cierto es que éste 6 de diciembre se cumple 22 años de que el Comandante Chávez ganó las elecciones presidenciales en el año 1998 y desde ese entonces se está haciendo la Revolución Bolivariana para poder materializar un sistema político alternativo y diferente al que nos quiere imponer el sistema imperial desde una habitación oscura. Así que cualquier intento de golpe de Estado es contra revolucionario y en contra del Estado de Derecho que quieren seguir asfixiando con la guerra multiforme.
La verdad verdadera es que la Revolución Bolivariana viene dándole constantes cachetadas al sistema imperial y a la oposición perversa en el ámbito político, constitucional, ideológico, diplomático e histórico. Nos falta seguir dándole lecciones principalmente en el ámbito económico y tenemos el gran reto de combinar la fuerza de trabajo física e intelectual, los medios de producción y la materia prima para poder ser una potencia mundial.
En éste sentido, existen muchas maniobras políticas dentro del marco constitucional como el escenario de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), con la cual podemos transformar la realidad con la finalidad de recuperarnos de forma rápida como país petrolero y con muchos otros recursos naturales, siempre y cuando se jueguen las piezas de forma correcta en el tiempo oportuno para inclinar la balanza hacia la justicia, la libertad y paz internacional que tanto finge importarle en el libro al mentiroso, hipócrita y amoral de Bolton.
Así que mucho cuidado con los movimientos del enemigo y de los adversarios de la Patria porque mientras Bolton dentro de unos años tenga un placentero retiro, quizás en una playa cubana en busca de que le suban el estado de ánimo, esperemos que observe como la Doctrina Bolivariana derrota a la Doctrina Monroe de una vez por todas en un hemisferio revolucionario.
Antes de eso, vendrán las elecciones presidenciales en los EE.UU y posiblemente Trump quiera lavarse la cara, para eso necesitará dentro de la campaña electoral hacerle pensar a las transnacionales petroleras que puede cambiar el esquema y hacerles ganar en un posible acuerdo con Venezuela. No obstante, si la ocasión se presenta, el Presidente Constitucional Nicolás Maduro como hombre duro e inteligente tendrá que dialogar con Trump en el marco del respeto y en condiciones de igualdad, sin olvidar las medidas de seguridad pertinentes.
“El Socialismo no es, precisamente, un problema de cuchillo y tenedor, sino un movimiento de cultura, una grande y poderosa concepción del mundo.”
Rosa Luxemburgo