Expresado en terminos significativos, el contexto de la guerra multiforme que sufre Venezuela, tiene como expresión las “sanciones” impuestas por los norteamericanos, estas sanciones tienen como objetivos: detectar, frenar y perseguir cualquier apoyo internacional que permitan el normal funcionamiento de la vida en Venezuela, en esta guerra hay varias batallas, todas ellas bien pensadas, bien planificadas y en plena ejecución, una de ellas, la más delicadas y con un alto impacto en el pueblo, en los sectores económicos, de servicio, de transporte, de salud, de alimentos, de seguridad, y en general en todos los sectores, es la batalla por la gasolina, tema que abordaremos hoy, desde la macro hasta lo micro.
Vamos a iniciar señalando dos elementos importantes, primero, EEUU se ha planteado como estrategia para lograr su objetivo de derrocar al Gobierno Bolivariano evitar que en Venezuela haya gasolina, lo cual conlleva distintas tácticas: cortar todo suministro de insumos, aditivos, equipos, repuestos, piezas necesarias para que nuestras refinerías nacionales la produzcan, hay que recordar que todas entraron en operaciones por los años 50, son septuagenarias, y hay que agregar, además, que en su gran mayoría sus componentes son de origen estadounidense, lo cual complica más el asunto. Nuestros enemigos también se han planteado en la misma línea de ataque, evitar que lleguen al país cargamentos de gasolina que podamos comprar o intercambiar con nuestros aliados internacionales. Segundo, hay que entender que hacer gasolina no es como hacer papelón con limón, es quizás el proceso más complejo dentro de la cadena productiva del petróleo (exploración, producción, refinación, distribución y comercialización).
Si bien esta estrategia tiene tiempo en funcionamiento, desde agosto del 2017, cuando la Casa Blanca emitió la primera sanción contra la industria petrolera venezolana, PDVSA, a través de la orden ejecutiva 13808, se ha ido agudizado las escasez inducida con el pasar de los meses y más aún desde el inicio de la cuarentena por causa del virus sars-cov-2 (mejor conocido como Coronavirus) aunque ya había escaseado, puntualmente, en varias ocasiones en estos tres años (el que intento viajar para fin de año lo recordará muy bien).
En esta batalla ha habido victorias parciales para los bandos en contradicción. Solo que ahora se ha hecho más visible que es una estrategia, entre muchas más, para ahogar a la Revolución Bolivariana, repasemos algunos titulares sobre el asunto en el pasado reciente:
- Más de 30 buques y tanqueros de PDVSA fueron incluidos en la lista del Departamento del Tesoro
- Senador de EE.UU. tilda de «medida peligrosa» la posibilidad de que México venda gasolina a Venezuela
- Un juez de EEUU aprueba la venta de refinerías Citgo de Venezuela
- En mayo, EEUU advirtió a gobiernos extranjeros, puertos marítimos, compañías navieras y aseguradoras que podrían enfrentar severas sanciones si ayudaban a la flotilla iraní que llevaba combustible a Venezuela.
- EE.UU. sanciona a compañías mexicanas navieras por su vinculación con Venezuela, podrían facilitar el intercambio de petróleo, comida y/o gasolina.
- la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció sanciones a cuatro navieras por apoyar al Gobierno de Venezuela en el comercio petrolero.
- EEUU busca embargar el combustible iraní destinado a Venezuela
- EE.UU. sanciona a los capitanes de los buques iraníes que llevaron gasolina a Venezuela
- EEUU busca «ahogar» a Venezuela e Irán con amenaza sobre el combustible
- Justicia de EE.UU. ordena incautar el nuevo envío de gasolina a bordo de 4 buques iraníes a Venezuela
- EEUU: Mike Pompeo celebra la incautación del combustible iraní que presuntamente iba a Venezuela
- Embajador persa en Venezuela: barcos con gasolina incautados por EEUU no son iraníes
La crisis que se generó con el traslado de la gasolina de Irán a Venezuela llegó a parecerse en algún momento a la crisis de los misiles de 1960, pero en vez de misiles era gasolina lo que iba en los cargamentos marítimos, sin embargo, la posición valiente de Irán estuvo a la altura del momento histórico, con la memoria fresca del muy reciente asesinato del general Qasem Soleimani, héroe militar del país persa, la cual juraron vengar, y lo han hecho de forma muy inteligente. La decadencia de un imperialismo desesperado por no perder el poder geopolítico que tuviera hasta hace poco y que Trump se ha encargado de debilitar a su punto más bajo en al menos 50 años, los han llevado por caminos peligrosos y más cuando hay elecciones en puerta.
La cancillería venezolana ha asumido con mucha gallardía la denuncia y el combate contra las pretensiones del Gobierno estadounidense al respecto, el Canciller venezolano, Jorge Arreaza, ha calificado los actos y amenazas como “obsesión criminal” hacia Venezuela, en sus palabras: “Quiere que los venezolanos se queden sin gasolina, que el Estado no pueda vender petróleo para importar medicinas, tratamientos, alimentos e insumos para producir», dijo al calificar las medidas como de “lesa humanidad» y que buscan «asfixiar la economía venezolana”. Y también a PDVSA, al cerrar las posibilidades de acceder al sistema financiero internacional, le está casi inhabilitando coartando las posibilidades de comprar y vender fuera de nuestro suelo, como funcionan todas las grandes empresas petroleras del mundo, con créditos, financiamientos, capitalización de activos, rendimientos, inversiones en cualquier parte del globo terráqueo, de cuyos dividendos se sirvió el Estado Nacional para alcanzar todos los logros obtenidos en la era dorada del chavismo, es decir, época de estabilidad económica del país.
Desde el punto de vista de la vida cotidiana, es necesario explicar que en una economía de mercado, neoliberal, cuando hay una oferta tan restringida como la de la gasolina en estos momentos en Venezuela, y una demanda tan alta (que históricamente ha sido exagerada por la alta disponibilidad y sus precios bajos, casi-regalados), la cual históricamente se ha movido alrededor de los 200 mil barriles diarios, los precios deberían estar por las nubes, situación que no ha sucedido porque los precios los establece el gobierno central a través del Ministerio del Poder Popular para el Petróleo. Ahora bien, como consecuencia de esta distorsión y un claro conflicto entre dos modelos que conviven en el campo económico del país, podemos ver claramente lo que Antonio Gramsci define
como: crisis orgánica. En este punto es necesario decir dos cosas que también han sucedido en el suministro de gasolina, primero, que hay funcionarios que se han valido de la disminución de la oferta para aprovecharse, reflejo de un Estado diseñado para satisfacer las necesidades de la clase pudiente y no la del pueblo humilde, pero aquí hacemos una salvedad, esta odiosa realidad la calificamos como una consecuencia que complica aún más la delicada situación, y no una causa, necesaria aclaración para poder analizar la realidad en su justa dimensión y condenar tanto la raíz del problema, como a los factores que la incrementan. Y para ver más claramente por qué es así; recordemos a los bachaqueros, ¿por qué aparecieron? Porque no había comida suficiente para la gran mayoría del pueblo, entiéndase restricción de la oferta, ¿cuándo se acabaron? Cuando empezó a aparecer la comida.
También queremos explicar “grosso modo” ciertos elementos básicos sobre la producción de gasolina en el país, la cual se produce principalmente en cuatro refinerías, a saber: Complejo Refinador Paraguaná, que lo integran la refinaría Cardón y la refinería Amuay (CRP), en conjunto tienen una capacidad de refinación de 940 mil barriles al día, la Refinería Puerto la Cruz (RPLC) que puede producir 185 mil barriles al día y la refinería El palito (REP) que puede producir 160 mil barriles al día. Todas las refinerías están diseñadas para procesar un tipo de petróleo especifico, el CRP para procesar el petróleo del occidente del país, la RPLA el de Oriente y la REP el del centro y sur del país. Esto quiere decir que nuestras refinerías no están diseñadas para refinar el petróleo de la Faja del Orinoco por ejemplo, así como las refinería del oriente norteamericano están diseñadas para procesar el petróleo convencional venezolano, ahí estaban ubicadas las refinerías de CITGO, no pueden procesar el petróleo extrapesado de Canadá ni el liviano proveniente de la extracción vía fracturación hidráulica (o fracking) que se extraen en suelo estadunidense, por eso las llamadas “excepciones” en cuanto al comercio de petróleo venezolano para ciertas empresas petroleras con un fuerte lobby en la Casa Blanca, entonces nuestra capacidad de refinación depende de la producción de petróleo de los pozos “convencionales” (que realmente es una mezcla entre liviano, mediano y pesado), no de la faja.
Hay que entender entonces, que hasta no recuperar la capacidad de refinación en el país, hasta satisfacer el mercado interno, hay que dosificar al máximo la gasolina que tenemos, ya que es importada, hay que pagarla a precios internacionales y que implicó un gran riesgo para Irán y para Venezuela, casi un “ casus bellis”, además de que si no podemos exportar el poco petróleo que estamos produciendo y algo muy importante es que si no puedes exportar petróleo (como se nos está negado) no puedes producir (extraer) porque la capacidad de almacenamiento es lógicamente finita. Además no tenemos divisas (que la obtenemos con venta de petróleo principalmente) con que pagar la compra de gasolina a precio internacional a cada rato, ni siquiera podemos intercambiarla porque no nos dejan, por la persecución y la obsesión estratégica del enemigo ya mostrada, véase bien lo que significa estar bloqueados por los gringos.
Para producir gasolina, también deben las refinerías estar en condiciones operativas adecuadas, y ojo, no es un proceso sencillo, incluye procesos de decantación, destilación atmosférica, al vacío, se divide en varios subproductos, entran en reformación catalítica, conversión profunda, unidades de hidrotratamiento en reactores, tratamiento especial de conversión media (Craqueo Catalítico Fluidizado – FCC), fraccionamiento, aquilación, isomerización, entre otros procesos, luego deben mezclarse diferentes tipos de productos, algunos gaseosos y otros líquidos, como las naftas, para obtener la gasolina que usamos en nuestro vehículos, algunos de estos procesos se manejan a altas presiones
y altas temperaturas, algunos de ellos generan sustancias peligrosas mortales para los humanos, como dijimos anteriormente, no es igual a hacer un limonada. De este proceso de refinación también se obtienen otros productos de vital importancia para el país, como es el Diésel, tan importante para la generación eléctrica y para la movilidad del transporte público y pesado e industrial, y el gas licuado de petróleo que representa el 85% del consumo de gas en las cocinas venezolanas, entre muchos otros productos derivados. ¿Ahora ven por qué no hay gas suficiente para todos? Gracias Mr. Trump, gracias opositores que piden más sanciones.
Para poder hacer todo esto se necesita de muchos y múltiples equipos y repuestos para reponer y hacer mantenimiento oportuno, y en este sentido, las acciones contra PDVSA tienen más tiempo, específicamente con la muerte del comandante Chávez ya se empezaron a negar posibilidades de adquisición de partes y piezas esenciales, las sanciones fueron la legalización final de una situación que tenía más años, y ahora, hemos explicada párrafos atrás, la batalla especifica de los EEUU contra la gasolina venezolana.
Entonces los trabajadores petroleros de las refinerías que han avanzado en recuperar la capacidad de refinar crudo, son, en este momento, soldados de una batalla por la soberanía del país, y hay que apoyarlos, auparlos, felicitarlos, y reconocerlos públicamente por cada avance que dan hacia la recuperación de la plena capacidad operativa de las refinarías del país, el reinicio de operaciones en la REP y en el CRP a través de métodos alternativos, propios, con ingeniería de reversa, con el aporte de todo el conocimiento que tienen nuestros obreros, técnicos, ingenieros, es símbolo de que se está construyendo una nueva forma de trabajo, liberador, no dependiente, venciendo años de cultura rentista enquistada en PDVSA y en el país todo, que tiene su expresión concreta en contratar todo servicio de mantenimiento con empresas privadas, y toda procura en el exterior con repuestos originales de la casa matriz, por tanto, cada avance, cada paso hacia adelante, debe llenarnos de la misma alegría que llenaba a los partidarios de la independencia cuando Bolívar hacia retroceder a los realistas en una batalla bélica en el siglo XIX, tendremos retrocesos, no será tan rápido como nos gustaría, pero teniendo conciencia del enemigo, que vamos venciendo, con la certeza de la convicción de un pueblo que reconoce la realidad tal cual es, de hecho los sectores opositores democráticos deben condenar a quienes piden sanciones , por ser ataques contra la patria, la historia nos ha enseñado al final, con la unidad del pueblo, con la esfuerzo de los trabajadores petroleros, de esta batalla, y al final de la guerra saldremos victoriosos.