Venezuela está sometida a un despiadado bloqueo por grandes potencias para, supuestamente, derrocar a un pretendido “dictador”. Para justificar sus fines tratan sin piedad de estrangular al pueblo, bloqueando sus recursos económicos, alimentos, transportes y en periodo de pandemia hasta sus medicinas.
La real finalidad comprobaba de estas potencias, con traidores aliados internos, es de arrebatar las riquezas de Venezuela.
El pasado 8 de octubre la Asamblea Nacional Constituyente aprobó la Ley Antibloqueo propuesta por el presidente de la República, Nicolás Maduro. Para el ciudadano es tiempo de discernir entre lo esencial y lo importante de esta Ley.
Esencial es que en el escenario nacional e internacional se oficializó con identidad propia el nombrado “Bloqueo” y que cuenta además con su “Anti”. Sin embargo, para el común de los mortales no es fácil juzgar y evaluar una Ley con sus 44 artículos.
Las leyes no son perfectas, pero si perfectibles.
Frente a evoluciones, imprevistos o errores, cuentan con figuras de modificación, enmienda y reforma. Importante es que existen abogados, economistas, militares y expertos en muchas materias que han estudiado años en universidades y academias.
Se suele decir que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”. Esencial es que con lo bueno aunque no perfecto, esta Ley pueda derrotar al identificado “Bloqueo” para que “….cesen los efectos de sus medidas coercitivas, restricciones y amenazas que afectan los derechos humanos del pueblo venezolano”.
Lo esencial, más allá de cualquier opinión, es que toda Ley debe cumplirse y ejecutarse.
Lo esencial, en tiempos de guerra, es que las estrategias no se debaten en público, para como se dice popularmente “no darle armas al enemigo”. En batalla, las maniobras del enemigo pueden imponer cambios estratégicos que son tratados por un Estado Mayor a puerta cerrada.
Importante es que expertos con experiencia sobre temas de la Ley Antibloqueo puedan expresar sus críticas y recomendaciones, más que todo si son constructivas para el bien común. El presidente Hugo Chávez, con formación de oficial de blindados en estrategia de batalla, nos dejó su valioso legado de “las 3-R”: Revisar, Rectificar y Reimpulsar.
Quizás, lo importante ahora es que el Gobierno y dirigentes, con el apoyo de los valiosos expertos con que cuenta la Revolución Bolivariana y aplicando “las 3-R”, puedan afinar la puntería de la nueva Ley para derrotar a “Mister Bloqueo”.
Esencial es que deben contar con el voto de confianza del pueblo, el cual debe jugar un papel preponderante mediante la inteligencia social para ayudar a detectar y neutralizar al enemigo y que todos unidos, sigan otro de los legados de Hugo Chávez:
“¡Unidad, Lucha, Batalla y Victoria! ¡Venceremos!
Avisado, “Mister Bloqueo”, ¡el pueblo unido de Venezuela ahora va por ti y tus secuaces