"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Nuestro rumbo histórico

A 31 años de los acontecimientos del 27 y 28 de febrero de 1989 pudiéramos decir que cerró una larga coyuntura política, que se inició con el derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958 y la implementación del régimen liberal burgués- Puntofijismo de AD y COPEI, con el apoyo de la alta jerarquía eclesiástica, FEDECÁMARAS, medios de comunicación, la burocracia de la CTV y el alto mando militar.

Régimen amamantado por el imperialismo yankee.

El Puntofijismo fue un régimen delictual, caracterizado por la represión contra el pueblo venezolano;  la entrega de la soberanía del país, de los recursos mineros petroleros; y la corrupción administrativa, en función  la lógica del capital transnacional.

La IV República 1830-1998 se fundamentó en dos tipos de gobierno: La dictadura militar clásica (Páez, Guzmán, Gómez y Pérez Jiménez) y El régimen liberal representativo.

Ambos regímenes nos condujeron a la dependencia, el atraso y el subdesarrollo. Este es el balance histórico de su gestión política y en consecuencia la IV República fue un sistema de gobierno antinacional y antibolivariano.

Con los acontecimientos del 27 y 28 de febrero se inicia otra coyuntura (1989-2013) de liberación nacional y de refundar de la república, con la impronta del ideario bolivariano y el legado del comandante Chávez;  que nos conduce a la Revolución Bolivariana y sus características esenciales: antiimperialista, anticapitalista, humanista y socialista.

El 5 de marzo de 2013, el Comandante Chávez deja de pensar y se inicia con el Presidente Maduro la coyuntura de la era post Chávez, dónde se han agudizado como nunca la contradicciones con el imperialismo, que estando en una decadencia histórica, desesperado, puede cometer locuras y sigue siendo poderoso.

La política del presidente maduro ha sido victoriosa a nivel nacional y mundial, no exenta de limitaciones y serias dificultades.

La revolución bolivariana y el gobierno se mantienen en el poder y la oposición a la defensiva.

Con el plan de la patria y las siete líneas estratégicas está definido el rumbo histórico y estratégico de Venezuela y de nuestros pueblos. Es el hilo histórico popular que nos viene del pasado rebelde y liberador. Esta es nuestra lucha como pueblo, clase y nación Bolivariana. No olvidar nunca el.mandato del presidente Chávez: Unidad, Lucha aBtalla y Victoria.

Esto supone, para nuestro liderazgo popular bolivariano, reflexionar con sentido de profundidad y grandeza frente a estas circunstancias históricas maravillosas,  pero de amenazas reales, el propósito del imperio es recuperar posiciones  perdidas y de allí la unidad básica antiimperialista que debemos tener siempre presente.

 

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