"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Nuevo eje geopolítico entre Rusia/China/Alemania/Irán podría enviar el dominio global estadunidense al basurero de la Historia

El geopolítico brasileño Pepe Escobar –uno de los mejores del mundo para la región euroasiática y muy superior al israelí-estadunidense Robert Kaplan, quien se volvió vulgar propagandista del Pentágono– lanza una temeraria prospectiva sobre el nuevo eje Rusia/China/Alemania/Irán (https://bit.ly/2Vl1BXV).

Tras 117 años, la tesis del geógrafo sir Halford Mackinder (https://amzn.to/3yqgPsV) –proclive a la talasocracia británica– sobre Eurasia como “corazón mundial (heartland) –cuando EEUU corría el grave riesgo de confinarse a una “isla” marginada– regresa con vigor, después de haber cumplido su misión teleológica del dominio universal de la anglósfera desde la Primera Guerra Mundial hasta la grave crisis financiera de 2008 –para otros, desde el montaje hollywoodense del 11/9–, pero ahora en “reversa”: cuando los supuestos “aislados” de Eurasia retoman la batuta geoestratégica, en detrimento de la inocultable decadencia de EEUU.

En su estilo muy simpático de optimizar “datos duros” al ritmo de la samba, Escobar sentencia: “Hoy, no es el eje Alemania-Japón, sino el espectro de un entendimiento (entente) de Rusia-China-Alemania que aterroriza [sic] al hegemón conforme el trío euroasiático capaz de enviar el dominio global estadunidense al basurero [sic] de la Historia”.

Explaya que Rusia y China cesaron de exhibir su “infinita paciencia taoísta (nota: filosofía china de armonía con el “camino espiritual”)” cuando los “principales jugadores” en el corazón euroasiático (Mackinder dixit) “han visto claramente a través de la neblina de la propaganda imperial”.

En efecto, el hoy decadente imperio de EEUU, extensivo a la anglósfera talasocrática y financierista, detenta un inigualable liderazgo con su poderosa maquinaria de “propaganda negra”, al unísono del dolarcentrismo sacudido con el proyecto del yuan digital y el retorno triunfal de los metales preciosos (oro y plata).

Escobar no oculta que la ruta será “larga y sinuosa, pero el horizonte [sic] develará eventualmente una alianza de Alemania/Rusia/China/Irán [sic] que requilibre el tablero de ajedrez mundial”, en referencia al libro del fallecido y obsesivo compulsivo rusófobo Zbigniew Brzezinski (https://amzn.to/3xt1C9q). Conforme Estados Unidos –que califica de “imperio del caos (https://amzn.to/3rR6jII)”– es “en forma incremental e inexorable expulsado (sic) del corazón euroasiático, Rusia y China manejan conjuntamente los asuntos de Asia Central”, como se evidenció en la reciente conferencia de Tashkent (Uzbekistán) en Asia Central.

Escobar expone la colisión de la Ruta de la Seda contra el QUAD –EEUU/India/Japón/Australia–, y el liderazgo regional de Rusia que empuja la “gran asociación euroasiática”, y que, además, refrendó con China por cinco años más el Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación, firmado en 2001 (https://bit.ly/37g7B6P).

Es evidente que en los seis primeros meses de Biden, quizá con el fin de seducir a Berlín para crear una santa alianza europea contra China, EEUU arrojó debajo del autobús a Ucrania, Polonia y los países bálticos (“El gasoducto Nord Stream 2: ganan Alemania y Rusia; pierden Ucrania y EEUU; https://bit.ly/3AamvaO), mientras se retira de Afganistán y se repliega en Irak.

Pepe Escobar califica de “terremoto geopolítico” el encontronazo en Tianjin entre EEUU y China, lo que señalé previamente sobre los “tres mandamientos” con que el canciller chino, Wang Yi, pontificó a la subsecretaria de Estado, la israelí-estadunidense Wendy Sherman (https://bit.ly/3ymLRBT).

Escobar se mofa del nivel degradante en que se encuentran los think tanks de EEUU, cuando Carnegie Endowment, con 11 autores –entre quienes se encuentra el asesor de seguridad nacional (https://bit.ly/3jh4DEB), el israelí-estadunidense Jake Sullivan– sustenta la forma en que “La política exterior de EEUU operará mejor para la clase media”. No comment!

Escobar concluye que “ahora es el inicio de un nuevo mundo feliz geopolítico y la precuela” –antecedentes que llevan a los acontecimientos– “de un réquiem imperial” cuando “seguirán muchas secuelas”.

 

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