…amigo mío, como puedes ver mi optimismo y la certeza de que venceremos en esta nueva dificultad que nos ha puesto la historia en el camino, está basado en elementos muy reales de la correlación de fuerzas internas y a nivel internacional.
Apreciado Amigo:
Son mis deseos que te esté yendo bien por aquellos lares asiáticos que me traen gratos recuerdos de hace 26 años. El tiempo pasa rápido. Parece que fue ayer. Y acá en Venezuela, tal como apropiadamente afirmas, los acontecimientos se suceden muy rápido. Revisé lo que te había enviado y quise saber el tiempo que tienes fuera, para tener una referencia de donde partir, de cuánto estás enterado.
En efecto las cosas con un acelerado dinamismo a nivel interno y también a nivel internacional. Lo que ha acontecido y está por acontecer tiene mucha influencia geopolítica y de allí la complejidad de la situación que vive la patria. Como pude ver y me has dicho, leíste mis tres últimos artículos. Ellos resumen, en términos generales mi visión de la situación y de las posiciones que ante ella ha asumido el gobierno nacional. El gobierno y las fuerzas patrióticas han sido exitosos en el aspecto político a nivel interno y en el plano diplomático en sus relaciones bilaterales y en los organismos multilaterales. En ese plano, nos hemos anotado victorias muy importantes que nos han permitido resistir y estar hoy en la posición que estamos y que no se hayan materializado las pretensiones de derrocar el gobierno legítimo de Nicolás Maduro.
Contrastan los éxitos políticos, con lo errático de la conducción en el plano económico. En mi criterio y en el de muchos especialistas en la materia, que no es mi caso, el arma central con el que han venido atacando nuestra economía, es el ataque criminal a nuestra moneda. Ello está presente en todos los males que aquejan a nuestro pueblo al deteriorar a diario el ingreso y su poder adquisitivo.
Lo que yo no entiendo, y como yo muchos, es porque el gobierno no se decide a respaldar nuestro bolívar en una fracción de la onza troy de oro. Si así se hiciera no podría ser posible que nuestra moneda perdiera valor diariamente como sucede. Ya se va a cumplir un año de la reconversión y la creación del Bolívar Soberano y un salario mínimo, en teoría anclado al Petro. El salario mínimo partió de valer 1.800 BsS, equivalente en ese entonces a 30 US$, hoy el SM es de 40.000 Bs y equivale al cambio actual menos de 3 US$. En mi último artículo del 26 de junio ejemplifico y demuestro cómo si se hubiera respaldado en oro, nuestro salario se hubiese apreciado, en vez de devaluarse. Por eso te digo en el whatsapp que tenemos cómo superar esta situación. Nuestras reservas de oro nos permiten llevar adelante esa medida y eso sin dudas atenuaría la caótica situación que estamos viviendo. Por supuesto que al lado de esto hay cosas que son de acción impostergable, como la recuperación de la industria petrolera y su producción, la producción agropecuaria, la disciplina fiscal, la lucha contra la corrupción y el burocratismo…
Ahora, con motivo de arreciar las medidas de bloqueo y el segundo aniversario de la ANC, volvió al tapete el planteamiento del Bolívar Oro. Esperemos que el gobierno tome cartas en el asunto. China acaba de anunciar el lanzamiento del Yuan Oro y las compras a futuro de petróleo con el Petroyuan, deslindándose de manera definitiva del Petrodólar. Ambas medidas convienen a nuestra economía.
Todo indica, a nivel internacional, que el capitalismo global está en una situación de pre-crisis, dado que las causas que originaron la crisis del 2008 no sólo no han sido superadas sino que se han agravado. El capitalismo financiero se ha venido imponiendo al capitalismo industrial, a través de unos mecanismos de ingeniería financiera que persiguen maquillar los graves problemas que se vienen presentando en la economía real. Hoy, empresas grandes y medianas ven disminuir sus ganancias que es en esencia su razón de ser. El capitalismo se enreda en sus propias contradicciones y una crisis de sobreproducción o sub-consumo, como más apropiadamente la llaman algunos, que tiene como consecuencia directa una baja en la productividad y en sus márgenes de ganancia, no admite más maquillaje.
Algunos también conceptúan lo que pasa como una ”Crisis de Rentabilidad”. Estudios muy serios concluyen que la crisis que se avecina sólo podría atenuarse dando un giro radical a la gobernanza global que entre otras cosas aconsejan poner fin al monopolio del dólar como moneda de intercambio mundial y de reserva de los Bancos Centrales. ( te sugiero leer “Capitalismo financiero prepara la recesión 2.0” de Walden Bello, que puede encontrarse en Rebelión.org ).
A nivel Regional al triunfo de López Obrador se añadiría un eventual triunfo de la dupla Fernández en Argentina, además del seguro triunfo de Evo en Bolivia y del frente amplio en Uruguay. Estos resultados comenzarían a mover el piso político en lo que los Estados Unidos consideran su patio trasero. No es poca cosa, el país de habla hispana más importante económicamente al norte y su homólogo en importancia al sur. El deterioro progresivo de la imagen de Bolsonaro en Brasil, con la influencia que tendrá la eventual derrota de Macri, acrecienta la posibilidad de una victoria electoral del progresismo en el vecino país carioca.
Te señalo lo anterior porque nuestro principal enemigo, el imperio del norte y su área de influencia en el mundo occidental, no las tiene todas consigo. Históricamente su política de bloqueo como arma de chantaje político ha fracasado en donde ha sido ensayada. Irán y Cuba son los ejemplos más emblemáticos, pero no los únicos. Un mundo pluripolar y multicéntrico viene cobrando fuerza en detrimento de las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos. Su poderío militar ya está siendo sobrepasado por el desarrollo armamentista de Rusia. China ha demostrado con creces que viene desplazando al imperio norteño como la primera economía del mundo.
Cuando Maduro afirma que “estamos del lado correcto de la historia”, no es ningún alarde de fanfarronería. Estamos alineados con el Bloque geopolítico en ascenso y que inevitablemente marcará la pauta de las relaciones internacionales del futuro. Por ello estamos siendo atacados por el Bloque en decadencia liderado por los Estados Unidos de Norteamérica. No hay dudas que no estamos solos en esta lucha desigual y criminal con las que nos quiere cercar el imperio norteamericano. Sus pretensiones de querer apropiarse de nuestras riquezas, fundamentalmente de nuestras reservas petroleras, tiene dolientes en el mundo. Ese entramado de alianzas energéticas que tejió Chávez con su visión estratégica, son hoy una de nuestras principales fortalezas en nuestra lucha por defender nuestro derecho a ser libres y soberanos.
Estamos conscientes que vivimos tiempos difíciles, pero nuestro heroico pueblo ha dado muestras que es digno heredero de Bolívar, Miranda, Sucre, Piar, Urdaneta y toda esa pléyade de patriotas que sacrificaron sus jóvenes vidas para libertar 5 naciones que ahora son 6 y que Bolívar soñó y luchó para que fuera una, la Gran Colombia. Como ya dije, no estamos solos, pero nuestro gran bastión que nos hace invencibles son nuestras propias fuerzas, es esa unidad cívico militar forjada por Chávez, continuada por Maduro y abonada cada día por la sabiduría y dignidad de un pueblo que no se rinde.
Vengo al igual que tú, de los estratos más humildes y nobles de este pueblo. Nobleza que no tiene nada que ver con la sangre azul que pregonaban los aristócratas de ayer, que son los mismos explotadores de hoy. Nobleza de un pueblo curtida con el desprendimiento, el sacrificio, el amor, la solidaridad y todos esos valores que hacen grande un pueblo y agigantan al ser humano más sencillo. Y hoy, como la mayoría, soy un hombre de a pie, del hombre que camina en el Mercado para que los reales rindan, el que hace cola en los bancos para buscar un efectivo más rendidor. Y en ese trajinar percibo lo que siente la gente. Palpo y siento ese ser característico del venezolano, de “al mal tiempo buena cara”. Claro que hay descontento. Que son mayoría los que se quejan. Claro que son mayoría porque se quejan Chavistas y opositores. La crisis nos afecta a todos. Pero los opositores, sobre todo los de clase media o los que se creen que son, se amargan y se llenan de odio y resentimiento. Y con odio y resentimiento no se construye nada, se destruye. En cambio, los chavistas se quejan pero se ríen. Canalizan su descontento colectivamente, porque están organizados. Tienen donde drenar, y drenan con amor. Cualitativamente el pueblo chavista es muy superior y tiene conciencia política. Pudiera ser que numéricamente estén igualados, pero a la hora del té, el chavista sabe a dónde ir, a quien buscar y qué hacer. La fuerza del chavismo, a la hora de un cuerpo a cuerpo, si al caso se llegara es infinitamente superior. Eso en las circunstancias actuales cuenta mucho y tiene un gran valor.
Por lo antes dicho, soy optimista en cuanto al porvenir de nuestra asediada patria. Intuyo que el presidente Maduro está analizando los planteamientos en relación al Bolívar Oro y otras que le han sido formuladas en relación a la producción y al Estado Comunal. El ejemplo de China con respecto al Yuan Oro son alentadores y la compra permanente de Rusia de este metal indican que algo bueno se está cocinando. Sin embargo Estados Unidos sigue siendo hoy el país con mayores reservas declaradas de oro, que están por el orden de las 8.300 toneladas. No obstante, Rusia con 2.149 tons es hoy el único país que puede respaldar totalmente en Oro el circulante de su propia economía. Lo de las reservas de China, es actualmente casi un misterio para los estudiosos de la materia. Todos coinciden en que es muy superior a lo que ellos declaran que están cerca de las 2000 tons. El reciente lanzamiento del Yuan Oro parece confirmar las presunciones de los especialistas con respecto a la estrategia china de no declarar sus reservas reales. Lo cierto de todo es que ni China, ni Rusia venden actualmente oro, SOLO COMPRAN.
Rusia es el mayor comprador actual y en la última década ha cuadruplicado su volumen en lingotes de oro. En un reciente artículo publicado en Red Angostura, el Tom Luongo aun cuando afirma que “Existe una brecha infinita entre la intención de China y Rusia de construir un sistema financiero global multipolar entre el este y el oeste y el resurgimiento de un régimen monetario respaldado por el oro”, señala que en consideración a los movimientos y tendencias actuales, “ algo grande pueda estar en el horizonte, ese oro está a punto de ser remonetizado y una inestabilidad importante para el sistema financiero mundial es inminente. Que el mundo multipolar está aquí. No lo es, pero viene”.
El otro aspecto a considerar y en mi criterio el de mayor importancia, es el Petróleo. El petróleo es hoy la energía que mueve al mundo. Nada avizora que vaya a ser sustituido. Un combustible sólo es sustituido cuando aparece otro que pueda hacer su trabajo a menor costo. Es decir, debe ser más eficiente, y además disponerse en las cantidades deseadas. Hoy aun cuando se dispone de otras formas de energía, ninguna es tan eficiente como el petróleo y sus derivados. El petróleo es hoy al mundo globalizado, lo que fue en su momento la máquina de vapor para el incipiente capitalismo industrial. Venezuela es hoy el país con las mayores reservas certificadas de Petróleo en el mundo. Nuestro petróleo está a corta distancia de Estados Unidos y buena parte de sus refinerías están diseñadas para procesar un petróleo con las características del nuestro. Además históricamente hemos sido un suplidor seguro del país norteño. Y lo fuimos en condiciones desventajosas para nuestra soberanía durante todo el siglo pasado hasta el triunfo de nuestro inmortal Comandante Chávez en diciembre de 1998. Chávez llevó la regalía de un mísero 1% a 16 y 30%. De igual modo el impuesto fue elevado de un 33% a 50%. En ningún momento la Revolución Bolivariana se ha negado a seguir suministrando petróleo a los EE.UU., sólo que ellos quieren que ese suministro sea en las condiciones de antes. Por eso el golpe del 2002 contra Chávez y la guerra multiforme para derrocar a Maduro. En esa disputa por el control y acceso a nuestro petróleo, estamos hoy en el centro del huracán. El petróleo como se sabe es un recurso natural no renovable. La curva de su disponibilidad a nivel global, desde hace unos años entró en fase de descenso. Por cada tres barriles que se consumen en el mundo, se descubren menos de 2. Estados Unidos consume el 25% de lo consumido a nivel gobal, China con casi 5 veces su población, consume 5 millones de b/d menos. Sobran los comentarios.
Ya para finalizar amigo mío, como puedes ver mi optimismo y la certeza de que venceremos en esta nueva dificultad que nos ha puesto la historia en el camino, está basado en elementos muy reales de la correlación de fuerzas internas y a nivel internacional. El gobierno norteamericano ha arreciado sus ataques y le ha dado el carácter de “TOTAL” al bloqueo criminal que desde hace varios años le ha declarado a nuestra patria. Creo como lo ha afirmado la Profesora y Economista, Dra. Pascualina Curcio, en reciente entrevista en un diario de circulación nacional, que es hora de pasar a la ofensiva. La entrevistada dice en pocas palabras y en forma muy precisa en que consiste esa ofensiva: “se debe pasar a la ofensiva, no sólo es el tema de la resistencia (…) eso pasa por la voluntad de tomar decisiones que van desde el control del oro hasta el uso soberano de las divisas, y que pasa por ver que está pasando en la industria petrolera para aumentar la producción y revisar la gestión de las industrias básicas”. No tengo dudas que si el gobierno con audacia hace lo que debe hacer, más temprano de lo que muchos piensan, nuestro heroico y sufrido pueblo “comenzará ver la luz al final del túnel”. Y lo que creemos que se debe hacer, pública y privadamente, se le ha venido planteando al Presidente y Jefe de Estado, Nicolás Maduro. Y Pascualina Curcio, lo dice muy claro en la ya referida entrevista, que compartimos plenamente: “…el rol fundamental de un estado que quiere avanzar hacia un modelo, cuyo centro es el ser humano, no sólo es regular, sino participar activamente sobre todo en este país donde el Estado es dueño de la mayoría de los recursos”.