Finalmente el poder financiero parece haber mostrado una de sus cartas, casi siguiendo línea por línea la “Doctrina del Shock” expuesta por la autora Naomi Klein. Luego de aterrorizar a la población mundial durante meses con la pandemia de coronavirus, insuflando pánico las 24hs del día a través de la casi totalidad del arco mediático y destruir buena parte de la economía productiva global, el poder financiero, a través del megaoperador George Soros presenta su solución al mundo: “Bonos Perpetuos” para combatir al virus y reconstruir la economía, a pagar sin fecha de vencimiento, o sea, endeudar a todos los países para siempre.
La propuesta fue realizada por el propio Soros a través de uno de sus medios: “Project Syndicate”. Allí el megaespeculador explica que este tipo de bonos son “excepcionales” y solo para circunstancias “excepcionales”. Cuenta también que ya se han usado en otras ocasiones a lo largo de la historia, como cuando Gran Bretaña se endeudó para combatir en las guerras napoleónicas o EEUU tuvo que reconstruirse tras la guerra civil del siglo XIX.
El modelo de su propuesta ya lo presentó el gobierno español de Pedro Sánchez, de estrechísima relación con Soros, ante el Consejo Europeo el 23 de abril de este año, solicitando la cifra de 1 billón de euros (“one trillion”, para el mundo anglosajón), aunque sugiere que podría ser de 1,5 billones y abarcar también financiación para el “combate contra el Cambio Climático”, otra de las grandes agendas de estos últimos tiempos.
Soros “sugiere” a la Unión Europea aceptar esta propuesta de manera urgente “antes de que sea tarde” y propone este modelo para el resto del mundo. También alerta sobre Italia y su tendencia a querer retirarse de la Unión Europea: “¿qué sería de la Unión Europea sin Italia?”, pregunta. Según Soros, esto podría evitarse a través del sistema de bonos perpetuos. ¿Alguna relación de esta cuestión con el hecho de que Italia fuera uno de los principales focos en donde se diseminó el virus?
De esta forma, la élite financiera parasitaria, antes de terminar de caer, le pone una pistola en la cabeza al mundo para obligarlo a pagar deuda, léase cambiar trabajo humano por papelitos de colores, a perpetuidad. ¿Cederán los países a esta extorsión? La “terapia” del shock podría continuar hasta que así ocurra.
Texto completo de la “propuesta” de Soros::
Cuando la cumbre virtual del Consejo Europeo se reúna el 23 de abril para abordar cómo la Unión Europea debe hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19, debe considerar cuidadosamente la presentación del gobierno español. De hecho, debería ser el primer elemento en la agenda de la reunión.
La principal innovación que introducirá España es la emisión de bonos perpetuos por parte de la UE. La idea no es nueva. Gran Bretaña emitió por primera vez bonos consolidados, o Consols, en 1752, y luego los usó para financiar las Guerras Napoleónicas y de Crimea, la Ley de Abolición de la Esclavitud, el Préstamo Irlandés de Socorro y la Primera Guerra Mundial. El Congreso de los Estados Unidos autorizó la emisión de consols en 1870 para consolidar las deudas acumuladas en la Guerra Civil.
Pero los bonos perpetuos nunca antes habían sido considerados por la UE. Ahora España los propone como una medida extraordinaria para hacer frente a una situación extraordinaria. Serían extremadamente efectivos.
Actualmente estamos siendo atacados por un nuevo coronavirus desconocido en gran parte, y los bonos perpetuos nos proporcionarían los recursos financieros que necesitamos para ganar esa batalla. También estamos comprometidos en otra batalla que amenaza con destruir nuestra civilización: el Cambio Climático. Propongo que los bonos perpetuos se usen para esta batalla también.
Como su nombre lo indica, lo principal de los bonos perpetuos es que nunca terminan de pagarse, aunque en diferentes circunstancias puede ser apropiado canjearlos. En 2015, por ejemplo, el Reino Unido redimió los Consols británicos y los bonos de guerra en su totalidad. Una emisión de € 1 billón ($ 1.1 billones) con un cupón del 0.5% costaría € 5 mil millones al año para el servicio. Esto le daría a € 5 mil millones un apalancamiento de 200 veces. Incluso los autores del documento de España pueden no haberse dado cuenta de las implicaciones; dedican una gran parte de su propuesta a cómo se pueden mantener los bonos perpetuos.
Pero eso no es un problema. Los gobiernos de la UE podrían suscribir fácilmente 5.000 millones de euros para pagar una emisión de bonos perpetuos por un billón de euros, ya sea por unanimidad o por una coalición. No hay necesidad de encontrar nuevas fuentes de ingresos.
Vender bonos perpetuos por valor de un billón de euros con un rendimiento del 0,5% tampoco es un problema. El bono más largo actualmente en circulación (bonos austríacos a 100 años) rinde poco menos del 0,5%. Por supuesto, a los mercados les puede llevar algún tiempo familiarizarse con la idea de los bonos perpetuos. Pero la emisión de bonos perpetuos no necesita venderse de una vez; puede venderse en tramos, y los inversores a largo plazo, como las compañías de seguros de vida, se los arrebatarán. A medida que se completen los tramos, se venderían con una prima sobre los bonos austriacos.
Existe un debate sobre el tamaño de la emisión de bonos perpetuos. La presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, busca 1 billón de euros, pero el documento español propone hasta 1,5 billones de euros. Esto ofrece una oportunidad para incluir la segunda amenaza para nuestra civilización, el cambio climático. Esta amenaza era lo más importante en la mente del público, y la principal preocupación de la Comisión Europea, hasta que el nuevo coronavirus eclipsó todo lo demás. Pero no debemos olvidar el cambio climático.
El objetivo principal de emitir bonos perpetuos por valor de 1,5 billones de euros debe ser combatir la pandemia, pero si se controla, puede quedar algo de dinero para combatir el cambio climático; de lo contrario, podría considerarse una emisión de bonos por separado. Sin embargo, debe enfatizarse que tanto la pandemia como el cambio climático son acontecimientos excepcionales que requieren políticas excepcionales; los bonos perpetuos no deben usarse en circunstancias normales.
Tengo otras dos observaciones. Uno se refiere al siguiente pasaje en el documento español: “El Fondo podría estar anclado dentro del marco del Marco Financiero Plurianual por debajo del límite de recursos propios pero por encima del límite de gastos”.
No está claro si esto significa que el MFP debería estar subordinado a los objetivos de la emisión de bonos perpetuos, o si la emisión de bonos perpetuos debería estar subordinada al MFP. Dadas las dificultades de acordar el MFP, si esta última interpretación es correcta, los bonos perpetuos pueden emitirse demasiado tarde o nunca.
El documento establece que la “transferencia de fondos debe ser cargada por adelantado”, a partir del 1 de enero de 2021, “y ejecutarse durante los próximos 2 a 3 años para impulsar las economías de los países afectados”. Esto parece indicar que la primera interpretación es correcta. Sin embargo, una mayor claridad sería altamente deseable.
Mi otra observación se refiere a Italia, donde la opinión pública se está moviendo para abandonar el euro y la UE. ¿Qué queda de Europa sin Italia? Esa pregunta subraya la importancia del uso de los bonos perpetuos, y debería inducir al Consejo Europeo a moverse aún más rápido de lo que está contemplando actualmente.