En medio de la catástrofe social que vive Ecuador, el régimen de Moreno-Otto con el apoyo de una mayoría móvil de la Asamblea Nacional, acaban de aprobar la llamada Ley de Apoyo Humanitario que según varios sectores, consagra la flexibilización laboral y la precarización del trabajo, así como los beneficios a la gran banca y a los grandes capitalistas.
Nuevamente la mayoría de la Asamblea Nacional conformada por Alianza País, Creo, ID, independientes, Sociedad Patriótica, e incluso uno de Pachacutik, aprobó una ley que no sólo atenta contra la normativa superior del país, sino contra los derechos de los trabajadores y de los ecuatorianos.
Con Moreno-Otto Ecuador regresa al 2006
La situación que vive el país por la aplicación de políticas del Fondo Monetario Internacional es similar a la que se vivía en 2006. Ecuador entonces era un país donde el capital se encontraba por encima del ser humano. Esta característica se manifestaba principalmente en el sector laboral de la economía. La tasa de desempleo nacional (6,30%) era superior al promedio de los países en desarrollo (6,16%) Para muchas familias la situación laboral era precaria, lo que afectaba las condiciones de pobreza en el país.
Una situación laboral precaria no sólo para los desempleados, sino para muchas personas identificadas como empleadas pero que no gozaban de todos sus beneficios laborales. Para el año 2007, tan solo el 26,3% de la Población Económicamente Activa (PEA) del país se encontraba afiliada al sistema de Seguridad Social; mientras tanto, se promovía la tercerización del trabajo. En enero de ese año, los salarios familiares apenas cubrían el 69,9% de la canasta básica.
La situación laboral precaria afectaba a niños y jóvenes, forzándolos a insertarse en el mercado laboral. En 2006, uno de cada diez niños, en edades entre cinco y catorce años, participaba activamente en el mercado laboral; mientras que uno de cada diez jóvenes, en edades entre 18 y 29 años, se encontraba desempleado.
Todo cambió con Correa y la Revolución Ciudadana a partir del 2007
En materia laboral se construyó un país que impulsó el acceso al trabajo digno, sin discriminación. En 2008 se eliminó por ley la tercerización e intermediación del trabajo. Los resultados de este esfuerzo se evidenciaron al observar que, a diciembre de 2016, cerca del 42,1% de la Población Económicamente Activa (PEA) ya se encontraba afiliada al sistema de seguridad social contributiva.
Se creó el salario digno, definido como aquel que permitía a una familia cubrir sus necesidades básicas mínimas y se elevó el salario básico unificado de 160 en 2006, a 366 en 2016. Esta política formó parte de una estrategia global de reducción de la pobreza y ha contribuyó a que las familias puedan superar situaciones adversas, reduciendo su vulnerabilidad. Los efectos de ese trabajo se hacieron patentes en el hecho de que, en 2006, el ingreso familiar cubría apenas un 68% del valor de la canasta básica mientras que, en 2016, proveyó el 101% del valor de esa canasta. Esto también se vio reflejado en la variación del ingreso promedio por hogar que, entre 2006-2015, presentó un aumento en todos los deciles sobre todo en los hogares de menor ingreso.
El trabajo digno se vio complementado con una ampliación continua en la cobertura de Seguridad Social. Entre 2006 y 2016, la Población Económicamente Activa afiliada al sistema de seguridad social de Ecuador pasó de 1 401 935 personas a 3 176 433. Esto se tradujo en un crecimiento de 126,6% durante todo el periodo o una variación interanual promedio de 7,6%, entre 2006 y 2016. Este resultado permitió que un mayor número de empleados financie las pensiones de adultos mayores. Adicionalmente, la profundización del sistema de seguridad social permitió que el sector financiero mantenga una dinámica saludable al generar ahorros de largo plazo. Adicionalmente, el número de afiliados al Seguro Social Campesino registró un importante incremento, al pasar de 173 823 personas afiliadas en el año 2006, a 391 915 en 2016, lo que significó una variación de 126% durante todo el periodo, o un crecimiento promedio anual de 9,3%. Este resultado permitió mejorar la eficiencia del sistema, con la existencia de aportes específicos para el sector agrícola.
A 2016, el 42,1% de la PEA se encontraba afiliada al sistema de Seguridad Social. • El ingreso familiar, por primera vez, cubrió el 100% del valor de la canasta básica. • En 2015 se reconoció el trabajo no remunerado como un aporte a la producción nacional.
El reconocimiento, en 2015, del trabajo no remunerado como parte fundamental de la economía se sustentó en el estudio del INEC, desarrollado el año 2014, que calculó la cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares ecuatorianos 2007-2010. Al final de ese período representó el 15,41% del PIB y superó, incluso, el aporte de varios sectores tradicionales de la economía.
También se expidieron leyes y reglamentos para lograr la inclusión de personas con capacidades diferenciadas y para fortalecer la equidad de género en el mercado laboral. En el año 2007 se registraron 602 personas con discapacidad que contaban con un empleo y en 2016 esta cifra se incrementó a 87 030, debido a la generación de políticas concretas que promovieron el acceso a trabajos dignos, con equidad e igualdad de oportunidades.
Con la reforma de Correa a 2016, e05l 42,1% de la PEA se encontraba afiliada al sistema de Seguridad Social. • El ingreso familiar, por primera vez, cubrió el 100% del valor de la canasta básica. • En 2015 se reconoció el trabajo no remunerado como un aporte a la producción nacional.
Con la reforma de Moreno-Otto a los trabajadores se les rebaja el sueldo, se reduce la aportación al IESS, hay despidos sin indemnizaciones después del año de emergencia, no se pagará horas extras, se vuelve a la precarización laboral en beneficio del gran capital.