"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

La enseñanza de la historia

No soy experto en ninguno de los temas que se tratan en esta columna, intentamos aproximarnos a asuntos que clama la comunidad, que resultan de efemérides patrias, incluso noticias historiadas o de la política con mayúscula; y uno de esos temas siempre ha sido la enseñanza de la historia.

Recuerdo que en el portal del Centro Nacional de Historia, uno de los enlaces más citados en esa página digital, era el que trataba el asunto. Millones de visitas de nacionales e internacionales dan cuenta del interés sobre ese tema, ciertamente hay mucho debate y siguen dándose discusiones que fueron expuestas con la participación de centenares de docentes de todo el país durante el 16 Congreso de Historia realizado en La Guaira, en abril de 2022.

Por otro lado, existen críticas que apuntan a la revisión constante de la enseñanza de la historia en Venezuela, un tema que parece no llegar a un puerto político común, en tanto privan las visiones y enfoques que dejan claro el posicionamiento ideológico y filosófico de algunas de esas críticas. Como el caso de la profesora Inés Quintero que, en un ensayo titulado La enseñanza de la historia en Venezuela: un intenso y sostenido debate, señala: «El crecimiento y consolidación de la historiografía profesional venezolana, sin embargo, no ha tenido incidencia directa en la enseñanza de la historia ni en la elaboración y transformación profunda de los textos y manuales de enseñanza».

Esa observación rebota a los programas elaborados por el Gobierno Bolivariano, como el programa Geografía, Historia y Ciudadanía que, según la profesora y otras voces, señalan que los historiadores profesionales no han tenido voz en los entes rectores de la educación en el país, ahora me pregunto ¿Realmente esto fue o es así? Algunas voces certificadas y autorizadas, especialmente de historiadores nacionales, me señalan que eso no es del todo cierto.

Sin embargo, el debate está abierto en el plano de la batalla de ideas, donde contrastamos el modelo cartesiano de la fragmentación del conocimiento, aduciendo la especialización particular, peor aún, la descontextualización del conocimiento y del modelo de transdisciplinariedad propuesto, entre otros, por el profesor Ramón Tovar.

En ese modelo se inscribe la propuesta del programa Geografía, Historia y Ciudadanía que, a decir de la doctora Nohemí Frías, tutora nacional de GHC, por la Universidad Nacional del Magisterio, «constituye una  propuesta en desarrollo de orden teórico-metodológico con la compresión de contribuir a la integralidad y transdisciplinariedad de los diversos procesos geohistóricos ocurridos en Venezuela para fortalecer el arraigo y sentido de pertenencia en los estudiantes del sistema escolar venezolano». Y  agregó sobre ese método, que rompe con la tradicional historia lineal-cronológica y parcelamiento de la realidad social.

Una propuesta que sustentada en la Ley Orgánica de Educación contempla la construcción de conocimientos y saberes desde lo diverso, heterogéneo y dinámico para acceder  a nuevas consideraciones en torno a la realidad, que es dialéctica, cambiante, no estática, como han pretendido los que defienden la tesis positivistas, algunas veces sin darse cuenta. No obstante en la aplicación de ese programa se siguen fragmentando las materias, lo que obliga a una revisión del método de estudios de los docentes y de la necesidad de reconocer recursos para ese aprendizaje como la Biblioteca digital de la maestra y el maestro venezolano Luis Antonio Bigott, en la cual se publican ponencias y diversas producciones para la investigación y formación de las maestras y los maestros.

Ahora es necesario recordar que en el 16 Congreso de Historia, una de las conclusiones, yo digo una tarea-compromiso, fue y es: desarrollar programas integrales en el campo de la historia, dirigidos al sistema educativo, que promuevan la participación activa de las nuevas generaciones en el rescate de la memoria colectiva y la conciencia histórica de las luchas insurgentes. Y la otra importante también fue el reimpulso del programa El pueblo cuenta su historia, fomentado por el Comandante Hugo Chávez; tarea que fue asignada por  el presidente Maduro al ministro para la Cultura, Ernesto Villegas.

Creo que son tareas para el Consejo Nacional de Historia, Memoria y Patrimonio como instancia consultiva entre el poder popular y el poder constituido a todos los niveles de gobierno, también propuesto ante el presidente Nicolás Maduro, para hacer concreción de los postulados heredados del Comandante Chávez.

Todo ello no niega el debate, al contrario, es en las discusiones donde se crecen los pueblos y se hacen realidad las aspiraciones y demandas sociales que el constituyente realiza permanentemente en tanto nuestra realidad es transformadora, nunca estática.

 

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