"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

¿Cuánto vale el trabajo?

Es un asunto previamente discutido, aún así vamos a insistir nuevamente en que la economía debe ser real, o al menos fundamentalmente real. Esto significa que el fruto de la riqueza nacional debe provenir esencialmente del trabajo y el esfuerzo que realizamos como sociedad al producir o manufacturar todos los bienes y servicios que nos hacen falta para vivir día tras día. Ahora bien, el único activo y medio capaz de dotar de valor a los demás es El Trabajo y, para que la economía sea real, El Trabajo debe tener un Valor Real.

El asunto es: la riqueza de la nación proviene del trabajo de sus asalariados. Si la riqueza es real (no es especulativa-financiera), significa que los trabajadores asalariados han realizado un trabajo real (termodinámicamente positivo) sobre la sociedad (el entorno que los rodea), lo que se traduce en una potencia económica efectiva que es igual al crecimiento económico, que puede conducir al estado de bienestar siempre y cuando exista redistribución de la riqueza nacional. Cuando la riqueza es imaginaria (así como las corrientes magnetizantes en un motor de inducción electromagnética), significa que la nación se ha estado enriqueciendo sin realizar un trabajo real sobre los alrededores, es decir: no ha aumentado la producción de los bienes y servicios de consumo masivo necesarios para la vida diaria de los ciudadanos; esto es lo que ocurre con la economía financiera (que podríamos llamar especulativa-usurera) o con un elevado componente financiero, de países como Estados Unidos y, sin mirar muy lejos, Venezuela.

Antes de que salten de la silla, les comento: el elevado grado de especulación en la economía venezolana en cuanto a la relación precio/valor de los bienes, servicios y divisas, así como el bajo nivel del cociente producción/consumo, significan que nuestra economía es primordialmente especulativa, es decir, financiera. Si no lo creen, pregúntense internamente: ¿cuántos venezolanos pueden costear los gastos del mes sin recurrir a las tarjetas de crédito? ¿Cuántos pueden hacerlo sin recurrir al cambio de remesas a precios especulativos? ¿Cuántos pueden costearse el mes a mes solamente con el salario fruto de su trabajo?… Es decir, estamos viviendo de créditos que no son producto del aumento en el ahorro real por parte de los ciudadanos (son fruto del gasto indiscriminado), o de la usura en el precio de las divisas; en lugar de producir con nuestro trabajo la riqueza que necesitamos para vivir con dignidad, ergo: somos una economía financiera que sobrevive con una artimaña especulativa. Se diría que las corrientes imaginarias son tan altas que mantienen el motor andando entre la inercia y la rotación del campo magnético inducido… Aunque parece que el sistema se sostiene con su retroalimentación positiva, el asunto es que no es así, el sistema se va degenerando paulatinamente producto de la Segunda Ley de la Termodinámica (Entropía la cual no podemos olvidar jamás), esto significa que: en la medida en que Dolartoday corrompió y destruyó nuestra moneda mediante la manipulación cambiaria que produjo inmensas olas especulativas (en cuya cresta iban surfeando los importadores, comerciantes mayoristas, bancos y oligopolios nacionales), la población en términos generales (arrollada violenta y salvajemente por la ola) empezó a vivir de la especulación (bachaqueros) y la manipulación cambiaria (todo el mundo conoce a alguien que vende y compra dólares por WhatsApp, Facebook, Instagram, etc.), lo que a su vez produjo más manipulación cambiaria y más olas especulativas de precios en los bienes y servicios, lo que condujo a un deterioro del poder real de la moneda y del Estado Venezolano junto con la economía nacional (producción real) y el poder de compra del salario, es a todo esto a lo que llamamos crisis económica (estanflación dirían algunos) que, al haber empezado con acciones deliberadas destinadas a destruir la economía nacional por parte de un grupo de inescrupulosos bastardos que desean la caída de la Revolución Bolivariana, le calza perfectamente el adjetivo de: Guerra Económica.

Recapitulando, “la riqueza de la nación proviene del trabajo que realizan los asalariados”, y los asalariados necesitan reponer su fuerza laboral (comer, vestirse, transportarse, lugar de habitación, calzado, servicios, esparcimiento y recreación, cultura, educación, medicinas, acceso a la tecnología, ahorrar…), entonces como conclusión lógica e inequívoca: El Salario debe ser real y su poder de compra debe permitir reponer la fuerza laboral del trabajador a la vez que su poder adquisitivo debe ser constante. Esto tiene un origen natural tan profundo como sencillo de asimilar en el entendimiento: la fuerza laboral del trabajador debe permanecer constante durante todo su período de actividad, por lo cual el costo de reposición de la misma debe ser una constante; pero, si los precios suben y el salario no, significa que el trabajador pierde capacidad de reponer su fuerza laboral, entonces la economía pierde capacidad de producir y por ende los precios vuelven a subir (para compensar la caída en la producción por causa de la caída en el consumo), esto se convierte en un ciclo retroalimentado positivamente que va degenerando al sistema (la economía) aceleradamente. Antes de que vuelvan a saltar de sus sillas para decir: es que cuando suben los salarios suben los precios. Consideren esto: ¿es posible romper el círculo vicioso de las subidas de precios, seguidas de las subidas de salarios, seguidas de las subidas de precios? Responder a esa pregunta es el fin último de toda ésta investigación.

Para que la economía vuelva a la realidad es necesario entender que no se trata de que el Bolívar Soberano tenga precio (como dice el camarada Andrés Eloy Méndez), el asunto no es mantener la paridad cambiaria a cierto valor (que también puede ser imaginario), el punto es que la paridad del poder adquisitivo se conserve… por razones de pragmatismo vamos a nombrar al diablo… Lo que cuesta 1$ a nivel mundial, debe tener el mismo precio o casi igual en Venezuela, esa es la realidad. No importa cuál sea la tasa de cambio, el valor de los bienes y servicios nacionales (traducidos en cualquier divisa extranjera) no puede guardar una excesiva diferencia con respecto a los valores fuera de Venezuela, tampoco puede ser muy diferente a los valores regionales de los mismos bienes y servicios. Esto es un punto sustancialmente importante, porque gracias a la diferencia de valores en los bienes y servicios entre Venezuela y Colombia, es que empezó todo esto.

Dado a que en Venezuela desde la comida hasta la gasolina son mucho más baratos que en Colombia (en términos de precios en dólares), empezó el contrabando de extracción; así fue que cuando los cambistas colombianos empezaron a vender sus dólares en Bolívares Fuertes para poder tener dinero con que comprar los productos venezolanos, empezó la manipulación cambiaria (efectiva) de Dolartoday. La bicicleta cambiaria (que en realidad es una centrífuga de capitales venezolanos), se sustenta en que la paridad del poder adquisitivo de 1$ es abismal en territorio venezolano. Ya todos sabemos que hay inflación en dólares dentro de Venezuela y que los precios en divisas de los bienes y servicios están aumentando. Pero, existen productos que todavía son mucho más baratos aquí que allá (principalmente la gasolina y la comida), la gasolina es realmente un caso puntual dentro de la ecuación con la cual nos han estado robando: ¿cuál es el precio en divisas de la gasolina en Venezuela? (3,028×10-9$) ¿cuál es el precio en divisas de la gasolina en Colombia? (0,74$[1]) ¿cuál es el precio mundial promedio de la gasolina? (1,46$[1]), ¿cuántos litros de gasolina se pueden comprar en Venezuela con lo que cuesta 1L en Colombia? (244.385.733,2 litros =6.431,2 gandolas de 38.000 litros) ¿cuántos litros se pueden comprar con lo que cuesta el precio promedio mundial? (482.644.628,1 litros = 12.701,17 gandolas de 38.000 litros).

Todo lo anterior significa que Venezuela (nuestra amada patria) está perdiendo una fortuna en gasolina. El contrabando es de dinero, es de capital, es de dólares, y utiliza como medio de fuga a la gasolina. Vamos que, tenemos una fuga de capitales de al menos 20.000 millones de dólares al año en los que se utiliza la gasolina como medio de fuga. La ganancia por contrabando de gasolina es abismalmente mayor que la del narcotráfico o la producción de drogas, es tan buena la ganancia que permite a los contrabandistas pagar mejores sobornos y comprar la complicidad de mayor cantidad de funcionarios. 1$ del narcotráfico (que no se puede gastar legalmente) se vende en Bolívares y permite comprar 10$ en gasolina, que al venderse en pesos colombianos les permite luego cambiar los pesos de forma legal a dólares y multiplicar el dinero por lo menos por 9… En la medida en que los contrabandistas venezolanos (apátridas desgraciados) fueron aumentando la exigencia de plata, la ganancia fue disminuyendo pero, aún así sigue siendo la mejor forma de lavar el dinero del narcotráfico, en la que a diferencia de otras tantas formas, pueden multiplicar el dinero inicial. Al aplicar el beneficio del diferencial del poder adquisitivo a todos o casi todos los productos, bienes y servicios de la economía venezolana, obtenemos un inmenso contrabando de extracción y una pérdida real de capital (dinero) para Venezuela. Es por eso que se debe cuidar que la paridad del poder adquisitivo de las divisas sea similar al de la economía mundial (no es porque pretendamos mantener el poder de compra del cochino dólar). Si los bienes y servicios dentro del país tienen precios en divisas similares a los de la región y del mundo (pero ligeramente más bajos), entonces no sería rentable el contrabando y es posible exportar bienes y servicios desde Venezuela a un nivel competitivo con las demás economías.

Entonces no se trata de que el Bolívar tenga un precio (como fue el esquema de CADIVI, CENCOEX, DIPRO-DICOM), o que la tasa de cambio sea cuasi-estática (como es el actual esquema DICOM-INTERBANEX), se trata de que si un cartón de huevos cuesta 3,84$[2] a nivel regional o mundial, en Venezuela no puede costar 10$ ni mucho menos 0,5$. Al aplicar eso a toda la economía veremos que subirán algunos precios, otros van a bajar pero, El Salario deberá ser Real. De ésta forma no se podrá seguir con el contrabando, no se podrá seguir con la inflación especulativa y las condiciones de vida de la población mejorarán sustancialmente (nótese que de dicha forma da lo mismo si el petróleo sube o baja, no dependeríamos de la renta petrolera, la única dependencia sería hacia la producción interna fruto del trabajo de los asalariados).

Resumiendo: la economía debe ser real, el valor del trabajo también, por ende el salario debe ser algo que siempre conserve su poder adquisitivo y, todo lo anterior debe permitir al total de los actores económicos respetar y conservar la paridad del poder adquisitivo. Hasta aquí suena muy teórico, y como nos gusta más lo pragmático, vamos a materializar todo esto en algo más tangible.

El salario mínimo en Latinoamérica está alrededor de los 300$ pero, el asunto no es simplemente fijar el salario a ese monto, se requiere mantener constante el poder de compra del salario y asegurar que su valor sea real. Por eso es necesario fijar el salario en base a un activo real con valor propio que no esté sujeto a manipulación y que no se deprecie con el tiempo, en lugar de fijarlo en base a una cantidad de dólares y ya. Lo crean o no, el dólar no tiene ningún valor real, no está respaldado por nada, es una moneda fiduciaria (así como el Bolívar Soberano), así que no tiene sentido estipular el Valor del Trabajo en dicha moneda. Lo que necesitamos es algo más perdurable en el tiempo, mucho más estable y que nunca se deprecie: el oro. Establecer el salario en una determinada cantidad de oro resolvería de manera expedita la totalidad de nuestros problemas; además de poseer un valor intrínseco que no se puede manipular, también es el activo que goza de mayor estabilidad en su cotización y, su precio en cualquier divisa fiduciaria tiene una tendencia histórica al alza (lo que compensa la constante depreciación del dinero por causa de la inflación); otra afortunada coincidencia que nos ofrece el oro como solución a los problemas que tenemos es que la cuarta parte ( ¼ ) del precio de la onza troy de oro, son aproximadamente 322$[3], lo cual está muy cercano al promedio regional del salario mínimo. Es decir, el oro es la respuesta a todos nuestros problemas. Ahora surgen tres interrogantes: ¿cuánto es la ¼ de una onza troy de oro en Bolívares Soberanos? ¿Cómo hacer para que al convertir ese valor en oro a Bolívares Soberanos no se deprecie por la inflación del BsS? ¿De dónde vendrán los recursos para pagar dichos salarios? Las tres preguntas tienen como respuestas cuatro ecuaciones (que se muestran a continuación), que van acompañadas de un cambio profundo e inmensamente revolucionario para la economía nacional y las políticas económicas que históricamente se ha aplicado tanto en Venezuela como en Latinoamérica. Se trata de redistribuir la riqueza de la nación (noten la diferencia entre riqueza de la nación y renta nacional o petrolera), lo que se traduce un verdadero aumento sustancial en la probabilidad de acceder a la riqueza producida dentro del país para todos los trabajadores y ciudadanos, lo que conducirá a una enorme movilidad social hacia arriba (fenómeno Chávez) sin necesidad de una enorme renta petrolera (e incluso sin renta alguna). Esto no es artificioso ni es especulativo, lo que se está diciendo es que simplemente con restablecer la realidad en la economía nacional, se podrá salir de la situación actual a la par de que se mejoraría la condición de vida de la población y, el único sacrificio a realizar es: trabajar y producir dentro del país con materias primas nacionales, poco volumen de importaciones y mucho ingenio venezolano. Ahora sí, hablemos de matemáticas:

La ecuación Ec.1 no requiere mayor explicación, simplemente es la fórmula necesaria para sustentar El Valor del Trabajo en un activo real con valor propio, así se evitan tanto la depreciación del mismo como también la dependencia de una moneda extranjera para realizar el cálculo del mismo.

En la Ec.2 se desarrolla el concepto de la Tf que aparece tanto en Ec.1 como en Ec.3; es ésta tasa de cambio un cambio radical y verdaderamente revolucionario en las políticas económicas y monetarias del país. Dicha tasa de cambio es el resultado de la suma del valor obtenido de la libre oferta y demanda en el mercado cambiario (Tc) y un factor de ajuste por inflación. Esto permitirá sostener en el tiempo la paridad del poder adquisitivo a la vez que evitará distorsiones cambiarias, monetarias y de paridad del poder adquisitivo (precios). Otra importante contribución del factor de ajuste por inflación es que, ya no hace falta ajustar los sueldos periódicamente (como se hace hasta ahora), porque el ajuste será automático e instantáneo; eso conllevará a que no exista olas de inflación especulativa (las consecuencias de la inflación serán sufridas por quienes la causan y no por quienes trabajan en relación de dependencia), por lo cual el pueblo trabajador mantendrá constante el poder adquisitivo de su salario y la capacidad real de reponer su fuerza de trabajo. Es interesante escrudiñar un poco más en las consecuencias del accionar conjunto de las ecuaciones Ec.1 y Ec.2, las mismas nos conducirían a una economía no financiera-especulativa o fiduciaria (es decir: tendremos una economía real) pero, sin tener que cambiar la moneda de curso legal actual (que es fiduciaria) por otra moneda con valor real; esto es posible gracias al límite real que existe en la disponibilidad de trabajadores, puestos de trabajo y la demanda agregada debida a la necesidad de reponer la fuerza laboral, el cual se convierte en el respaldo final (el ancla) de toda la economía (economía respaldada en Trabajo). Así se combinan en un solo sistema las bondades de una economía real (sustentada en el valor directo y real de los activos) con los de una economía financiera (en la que la cantidad de dinero en circulación no está delimitada por nada en lo absoluto), lo cual permite un enorme margen de maniobra en términos monetarios y macroeconómicos al Gobierno, sin que exista inflación por causa de incrementos: en la masa monetaria, en la tasa de cambio o por disminución del ingreso de divisas (¿qué sentido tiene subir los precios si el usurero debe pagar proporcionalmente mayores sueldos e impuestos, a la par de que se le deprecia el dinero?).

Finalmente las ecuaciones Ec.3 y Ec.4 son la respuesta a la interrogante ¿de dónde vendrá el dinero? Sí bien es cierto que al no estar respaldado por nada, el dinero puede simplemente provenir de la emisión, eso no es algo que sea muy aconsejable (sirve si es una urgencia pero, no debe ser la regla) por diversas razones. La definición de la unidad tributaria UT de la Ec.3 contempla que El Valor de la misma permanezca constante pero, el monto (precio) está automáticamente reajustado por inflación, de esa manera cada vez que exista inflación los contribuyentes deberán rendir mayor tributo (medida antiinflacionaria frontal) de tal forma que la capacidad de pago del Gobierno (quien es el administrador del Estado) no se vea mermada y no se llegue a una situación de insuficiencia presupuestaria. Por su parte la Ec.4 establece una escala tributaria progresiva y escalonada (de 10 escalones), en la misma cada vez que aumenta un escalón el margen de ganancia (incrementos de η) el contribuyente debe tributar un 5% más que en el escalón anterior. Lo que significa que en η=0 el contribuyente posee una ganancia neta mensual igual o superior a 5UT y debe pagar 5% del valor de sus ganancias en impuesto, para η=1 el contribuyente ganaría 15UT y paga 10% en impuesto, de forma sucesiva los valores de η van en aumento y paralelamente los impuestos también hasta llegar a η=9, que significa que el contribuyente tiene una ganancia neta mensual igual o superior a 98.415,00UT y pagaría un 50% de la misma en impuesto. Entiéndase muy bien esto último, que para nada significa que no se pueden tener ingresos superiores a un determinado monto, significa que a partir de cierto monto el impuesto es considerablemente superior (impuesto a al lujo y las riquezas) de tal forma que se incentiva y favorece la redistribución de la riqueza nacional. Esto se aplica muy firmemente en países como Holanda, Dinamarca, Suecia, Noruega, y vean ustedes cómo viven ellos y si no han aumentado las inversiones en esos países o la economía no ha crecido en esas tierras. La Ec.4 es una escala tributaria diseñada para personas jurídicas (comercios, industrias, empresas, consorcios, corporaciones, etc.) nacionales o extranjeras y, que también estaría sujeta a los desgravámenes que establece la ley en caso de obras de responsabilidad social (o retribución directa a la comunidad), de igual manera permitiría el desgravamen por redistribución directa de una parte de las ganancia hacia los trabajadores (aunque sería un desgravamen menor que el establecido para obras de responsabilidad social); para personas naturales seguiría aplicándose la escala tributaria actual del ISLR así como sus respectivas excepciones y desgravámenes pero, utilizando la Ec.3 para calcular el precio de la unidad tributaria.

Referencias:

[1] https://es.globalpetrolprices.com/Colombia/gasoline_prices/ consultado el 6/4/2019.

[2] https://info.aserca.gob.mx/avicolaseu/avcint_pollohuevo.asp consultado el 6/4/2019. Se realizó un promedio de las tres clasificaciones de las docenas de huevos, se dividió entre 12 y se multiplicó por 30 para obtener el precio de un cartón de huevos.

[3] https://www.preciooro.com/cotizacion-oro.html consultado el 6/4/2019. Se dividió entre el valor de la onza troy de oro entre 4.

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4 respuestas

  1. Excelente trabajo, ojala nuestro gobierno Bolivariano lo analice y lo implemente, para poder recuperar el valor del Bolívar Soberano y acabar de una buena vez con la inflación inducida que tanto daño nos ha hecho.

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