"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

A 10 años de las Sanciones Internacionales contra Venezuela

A pesar de que a nivel internacional sabemos muy bien de que el único que tiene facultad de sancionar es el Consejo de Seguridad de la ONU en casos muy específicos, todas las demás pretensiones, son denominadas en Venezuela como Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU).

Existe una arrogancia del bloque Occidental que encabeza los EE.UU, ya que históricamente todo lo que huele a Latinoamérica es considerado infrahumano, todas las revoluciones e intentos de desafiar a la hegemonía para construir un sistema alternativo deben ser satanizados, baneados y exterminados de forma física, económica, moral y espiritual.

Desde diciembre del 2014 y en especial desde marzo del 2015, EEUU fue tejiendo su telaraña ilegal para atacar la industria petrolera, las finanzas públicas, el comercio exterior y la economía del Estado venezolano. En consecuencia, el poder adquisitivo del pueblo de Venezuela se vio gravemente afectado, el sistema de salud pública devastado, el consumo de alimentos calóricos fue deficiente, surgió el desabastecimiento de diferentes insumos. El bloqueo fue bestial y no podemos olvidar que en lo interno estaba capitalizando la oposición extremista.

Todo esto causó un periodo especial o una depresión social, en donde diferentes miembros de las familias se vieron obligados a migrar a otros países para poder ayudar a los familiares que se quedaron resistiendo y reconstruyendo el país. Todo este tema de la migración fue principalmente orquestado por una poderosa campaña comunicacional que inducia sobre todo a la juventud a irse de Venezuela y ahora los acusan de delincuentes o terroristas internacionales.

La violación de los Derechos Humanos (DD.HH) en contra del Pueblo de Venezuela llegó a tal nivel de considerarse un genocidio, porque desde el primer momento de estigmatizar a altos funcionarios públicos y arremeter contra el aparato productivo del Estado, no solamente violan la Carta de las Naciones Unidas, sino que a nivel nacional se perjudicó las diferentes políticas públicas que tuvieron gran éxito y reconocimiento a nivel mundial por parte del propio Sistema de las Naciones Unidas.

Cuando llegó el COVID-19 en el año 2020, el Presidente Nicolás Maduro y la Vicepresidenta Delcy Rodríguez desarrollaron una estrategia brillante para contener la pandemia y evitar la muerte de gran escala que ocasionaba el virus en países supuestamente desarrollados. A pesar del bloqueo sistemático que se fue agudizando, el sistema imperial evitó que llegaran las vacunas contra el virus y contra otras influencias, continúo impidiendo que liberaran los recursos y el dinero venezolano retenido en los bancos internacionales.

Dentro del huracán de sanciones ilegales, inhumanas, inmorales y coño de madre; la revolución bolivariana ha venido aprendiendo a superarlas con mayor producción nacional, alianzas estratégicas y tácticas que están dispuestas a invertir en el desarrollo nacional. A la vez, el Pueblo de Venezuela ha demostrado con su gran consciencia política y resiliencia humana en continuar con el Proyecto de Bolívar y Chávez porque sabe que lo contrario es la tragedia del neoliberalismo capitalista que lleva a la destrucción humana, ambiental, social, económica y política.

En la actualidad, la guerra multiforme continúa contra Venezuela, vislumbrada en el bloqueo económico, comercial, financiero, político y mediático. Seríamos injustos en negar todo el dolor, las heridas abiertas y cicatrices que se han producido con las mal llamadas sanciones internacionales y caeríamos por inocentes en culpar al gobierno bolivariano de todo lo que ha pasado, cuando el único pecado ha sido es buscar construir el sistema socialista que beneficie a todo el Pueblo, en luchar por el desarrollo económico nacional, generar solidaridad y cooperación internacional dándole paso al nuevo mundo.

A 10 años de las sanciones internacionales y con la resurrección del fascismo internacional, no es un milagro lo que está ocurriendo en Venezuela, es un acontecimiento histórico y heroico que tiene como principal protagonista al Pueblo venezolano. Sin duda alguna el liderazgo que se ha venido ganando a pulso el Presidente Nicolás Maduro es otro factor fundamental en éste crecimiento económico sostenido que estamos percibiendo poco a poco y que cualquier persona lo puede percibir.

Por su puesto que no es suficiente, pero no podemos olvidar los números que demuestra el sector público y privado, más las proyecciones de organizaciones de carácter internacional, con lo cual podemos decir que no es poca cosa lo siguiente:

  • La CEPAL indicó que Venezuela cerró el año 2024 con un crecimiento de 6.2%, lo cual permitió quedar por encima de otros países de la región.
  • El Presidente indicó que ya tenemos 15 trimestres con crecimiento progresivo óptimo y satisfactorio de nuestra economía. Esperemos que sigamos mejorando integralmente con esfuerzo propio.
  • PDVSA no se rinde y nos indica que existe una producción petrolera de 1 millón de barriles. Y con el crecimiento de los demás rubros se obtuvo un crecimiento de 18% de ganancias a diferencias del 2023. En vista de la revocatoria de licencias, tendremos que reinventarnos en el 2025, pero por un camino ya transitado, demostrando que somos más que petróleo.
  • En el 2024 el sector agrícola creció 6.2%, el minero un 21%, la manufactura 4.6% y el comercio creció un 6.2%.
  • Desde el 2016 hasta el 2024 hay un crecimiento de 4.99% en el sector vegetal y de un 6.33% en el sector animal.
  • Desde el 2018 hasta el 2024 hay un crecimiento de 12.9% de la carne de pollo y de un 26.86% en la producción de huevos de gallina.
  • En el 2024 se obtuvo el 10.7% de la producción de embutidos.
  • El crédito bancario creció 72%.
  • En el año 2024 la captura de peces creció en un 5% con relación al 2023 y la producción acuícola fue de 43%.
  • En el 2024, el 98.5% de los productos del CLAP son de producción nacional a diferencia del 100% que eran importado en el año 2016.
  • Desde el 2017 al 2024 se ha reducido el déficit nutricional de un 35.6% a un 4.6%, rumbo al hambre cero.
  • En el 2024 la ocupación hotelera creció un 11.65% con relación al 2023.
  • En el 2024 la recaudación tributaria creció un 110% con relación al 2023.
  • En el año 2018 teníamos una hiperinflación de 334.510% que se fue reduciendo en los años posteriores hasta cerrar el 2024 con una inflación de 48% igualándola al año 2012.

La revolución bolivariana está obligada para los próximos meses y años a reinventarse con la Ley del Plan de la Patria sin perder su esencia, está obligado a ser creativo, inteligente, eficaz, eficiente y con una profunda visión política nacional e internacional. Abierta como siempre al diálogo entre iguales, con respeto y con la verdad por delante.
Construir nuestro propio modelo de un país y dos sistemas será lo que caracterice a la Venezuela potencia que no se humilla ni se rinde ante las amenazas o a las MCU del sistema imperial.

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