La visita de la Sra Bachelet es un éxito político del presidente Maduro y un acto de valentía: sin miedo a mostrar lo que somos. Nuestros aciertos y errores. Hay resultados que ya podemos recoger. Ella ha reconocido, como ya lo hizo la ONU, que el presidente de Venezuela es Nicolás Maduro. El reconocimiento a Guaidó del Cártel de Lima y la Unión Europea, es un acto de servidumbre ante la política que EEUU impone. Es presidente de la Asamblea Nacional. Adiós al sueño de presidente interino. Ella también reconoció a la Asamblea Nacional Constituyente y a su presidente, Diosdado Cabello.
Maduro, que fue canciller, sabe que los informes de Naciones Unidas suelen no ser objetivos y están sometidos a las presiones de EEUU.
Habrá verdades cubiertas por la mentira. En el resumen que ella presentó habla de distribuir equitativamente las responsabilidades, como si entre un imperio agresor y un pueblo agredido puede haber relaciones de equidad, como en ciertos informes “equilibrados” de la ONU.
¿Será justo el informe sobre los derechos humanos? No. Será “equitativo”. La violación de los derechos humanos no es política de Estado en Venezuela, como sí lo es en EEUU y en el cártel de Lima, donde esta Chile, lo que ella no reconocerá pues está involucrada.
Como presidenta, no fue capaz de luchar por derogar la constitución pinochetista.
No es política de Estado en Venezuela, pero parece que ha habido lenidades. Ante eso hay que tomar medidas estrictas. ¿Hasta cuándo van a permanecer en los cuerpos de seguridad los que torturaron y asesinaron durante la IV república? Ya David Nieves, torturado, denunció al espaldero de Henry Ramos. Y nada. Se detiene a gente que luego no es presentada ante los tribunales ¿No es esa una violación del derecho a la defensa? Hay que tomar nota de lo que diga Bachelet. ¿Para darle credibilidad plena? No. El presidente Maduro puede aprovechar el informe Bachelet para erradicar violaciones a los derechos humanos y cerrar el paso a las mentiras y tergiversaciones.
Además, puede aprovechar para expulsar a esa larga fila de quintacolumnistas, enemigos de las comunas y de las políticas que generan poder popular. Generalmente asociados a la corrupción, ese flagelo que puede liquidar la patria.
2 respuestas
Yo quisiera pensar que hay ingenuidad en las expectativas que Gobierno mostró en esa ciudadana, no es posible seguir pensando y actuando así, como dijo el filosofo del Zulia: LOS HORNOS NO DAN PERAS
Creemos que hablar de “ingenuidad”, pero dando a entender “complicidad”, es un planteamiento nada analítico y que busca culpabilizar a Nicolás Maduro; ya que , 1-que la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, es jefa de un órgano oficial de la ONU; de la cual Venezuela es parte signataria e integrante; designada por la Asamblea General de la ONU, con el voto de Venezuela incluido, por lo que Bachelet podía venir a Venezuela sin que fuera formalmente invitada; claro que previa participación protocolar a la Cancillería venezolana, la cual no podía negarse por el efecto político y mediático de dicha actitud; 2-Bachelet podía emitir el mismo informe, sin venir a Venezuela, como prueba su redacción que muestra que ya estaba escrito, similar al informe anterior con el Alto Comisionado que la precedió; 3- De hecho, el Alto Comisionado anterior emitió casi que el mismo informe SIN VENIR A VENEZUELA, ni siquiera solicitarlo; 4-La Bachelet podía haber sido invitada por Guaidó (al menos desde el punto de vista mediático), lo cual hubiera sido peor, por lo que el Ejecutivo se adelantó y tomó la iniciativa; caso contrario la agenda de la Bachelet la habría fijado la Oposición; 5-La Alta Comisionada tiene equipo y oficina permanente en Caracas. y 6-Así es mejor porque la Bachelet quedó al descubierto, sin poder argüir desconocimiento alguno; tenemos las pruebas documentales, filmadas y grabadas de que vino, vio, se le informó; por lo que todo lo que no dijo, lo que ocultó, lo que falseó, lo que inventó, lo que tergiversó, queda plenamente de su cuenta, convicta y confesa y podemos rebatirla sin cortapisas; de otra manera, siempre se podía ir por la tangente, aludiendo la distancia y blá, bla´; pero ahora no, quedó evidente su mala intención y parcialidad total. Sí comparto el criterio de Luis José Maarcano en el sentido de que bien pudo el Ejecutivo Nacional curarse en salud, al menos manifestando sus reservas por anticipado; pero lo mismo hacía Chávez, se “regalaba” demasiado en exceso de diplomacia, para luego, según era de esperar, terminar denigrando al antes alabado o alabada ¿o se nos olvidan los episodios cíclicos de elogios y denuestos (merecidos los segundos) contra Álvaro Uribe Vélez?; en uno de los cuyas fases “amorosas” Chávez hasta descalificó duramente a la camarada Lina Ron, la cual tuvo la valentía, pero también la firmeza de conducta de mantener el rechazo hacia ese personaje, rechazo que unos meses antes Chávez alimentaba; y que retomó apenas a semanas de crucificar inmerecidamente a Lina. El truco está, como dijo Bolívar a Santander en que “con modo, todo se puede”; usted declara, por ejemplo; “aun con las naturales y explicables reservas que el caso amerita, fomentadas por experiencias previas con la ACNUDH y otros entes multilaterales, y que son ampliamente conocidas, albergamos alguna esperanza de que esta vez la ilustre visitante pueda superar presiones de su presente y deslastrarse de estilos de visión política de su ejecutoria de gobierno, y pueda, aprovechando la oportunidad que se le brinda de poder conocer y sopesar todos los hechos y todas las posiciones, emitir un juicio que no sea parcializado ni sesgado, tal y como corresponde a su investidura”…y así, sigues hilando fino, pero sin ser “tan boleta”, como dice la juventud en Venezuela cuando alguien es demasiado evidente; sin “pre aprobar” nada.