Chico, estudiante y militante revolucionario, es asesinado el 27 de agosto de 1961 por la policía municipal de Puerto La Cruz. Su delito: pintan unas consignas contra el gobierno de Rómulo Betancourt que “disparaba primero y averiguaba después”: tenía 22 años.
Así de sencillo, el gobierno pro-imperialista del “pacto de Punto Fijo”, reprimía brutalmente la voz popular del Movimiento de Izquierda Revolucionaria y del Partido Comunista de Venezuela.
Dos meses antes, el 21 de junio, había ocurrido el alzamiento cívico militar conocido como el “BARCELONAZO”: y son masacrados, por el ejército, 21 ciudadanos en el patio del Cuartel Pedro María Freites (Barcelona).
El gobernador del estado Anzoátegui (recordemos que los gobernadores eran puestos a dedo “democrático” por los presidentes de la república) es Rafael Solorzano Bruce y el Secretario General Carlos Canache Mata (quien luego es una figura central del Acción Democrática), a quien sus mismos compañeros de partido le decían “de que Mata, mata”. Y por supuesto, no podía faltar el asesino de la masacre del Caracazo: Carlos Andrés Pérez, el ministro de Relaciones Interiores de entonces.
TENEMOS LA VERDAD FALTA LA JUSTICIA