La decadencia del imperialismo estadounidense es indetenible. Su principal arma de dominación, el dólar, ha sido duramente golpeada. En franca desventaja y heridos, los capitales estadounidenses rasguñan con aumentos de aranceles y amenazan con guerras e invasiones.
En la línea de la historia, si es que hubiese solo una, reconocemos hechos que nos permiten aproximarnos a la comprensión de lo que en lo económico y por lo tanto en lo político, presenciamos hoy los inquilinos del Planeta Tierra. El Acuerdo de Bretton Woods en 1944 es uno de ellos, el año 1971 es clave en lo que al orden económico mundial actual se refiere.
La tragedia que hoy caracteriza el orden económico mundial comenzó en 1941 en altamar. No había finalizado aún la II Guerra Mundial, EEUU ni siquiera había entrado formalmente en el conflicto bélico. A bordo de un barco, en medio del océano, Franklin Delano Roosevelt y Winston Churchill suscribieron la Carta del Atlántico, documento precursor del Acuerdo de Bretton Woods, partida de nacimiento de la economía mundial de hoy.