Interesantes artículos han sido escritos en relación a los últimos acontecimientos suscitados en Latinoamérica, particularmente en Chile. Pero como se sabe, no ha sido sólo en el país austral. Allí las protestas han sido de tal magnitud que han hecho expresar a la esposa del presidente Piñera: “… esto parece una invasión alienígena… tenemos que reducir nuestros privilegios…”. Pero, también en Ecuador, Haití, Honduras, Colombia, Perú y Argentina se han registrado hechos que ponen de bulto el descontento de las clases pobres de Nuestramérica.
Hay muchas cosas que decir en relación a estos hechos, pero en mi opinión, lo más importante es tener presente que ellos no pueden desligarse de la grave crisis que atraviesa el capitalismo a nivel mundial. Viene a mi mente la canción de ALÍ PRIMERA, ese cantor excelso que le cantó a la vida, a la lucha y al sufrimiento de su pueblo, que es decir el sufrimiento y la injusticia del mundo. Le canto Alí a RUPERTO, que pudo ser Juan, que pudo ser Pedro. Cantaba Alí: “Hace tiempo no lo veo/ pero mi pana me dijo/ que lo vio buscando tablas/ no pa’ enterrar un pequeño/ sino pa’ enterrar un viejo/ pa’ enterrar el capitalismo/ EL CAUSANTE DE LOS MALES/ QUE ESTÁ SUFRIENDO MI PUEBLO”.
Pues sí, en la raíz de estas protestas está la crisis que agobia al capitalismo desde el siglo pasado. Su expresión más emblemática fue la Depresión de 1929 y la más reciente, de la cual aún no se recupera, la Crisis del 2008. Y decimos que no se recupera porque las causas que llevaron a la FED (Reserva Federal de los EEUU) a auxiliar a los 6 más grandes bancos de Norteamérica, bajo la tesis de “que eran demasiado grandes para quebrar”, no sólo no han sido superadas, sino que se agravan cada día que pasa.
Sobre esto ya hemos escrito en otras oportunidades, pero no está demás insistir sobre algunos alertas que han venido machacando, algunos expertos nativos y extranjeros. El capitalismo vivió su época de esplendor durante 3 décadas, luego de culminada la Segunda Guerra Mundial. La gobernanza acordada en BRETTON WOODS, la creación del FMI y el Banco Mundial, y la imposición del Dólar estadounidense como moneda de intercambio mundial, posicionaron a Estados Unidos de Norteamérica, como nuevo Hegemón del Capitalismo Mundial. La reconstrucción de Europa bajo el Plan Marshall fue el catalizador del crecimiento del capitalismo y su ascenso a su “fase superior”, ya avizorada por Lenin en su libro: “EL IMPERIALISMO, FASE SUPERIOR DEL CAPITALISMO”. Es decir, las contradicciones de las potencias capitalistas y sus ansias de expansión originaron la guerra y estimularon a uno de sus soportes más importantes hasta hoy, la Industria Armamentista.
Desbastaron Europa y Asia y entonces la reconstrucción de lo que ellos destruyeron, les sirvió para superar sus propias crisis. Muchas otras guerras e invasión de países han propiciado desde entonces, para imponer con violencia y muerte un sistema de injusticias y de depredación del planeta tierra. Ese ha sido hasta hoy, el círculo criminal de su supervivencia. HASTA AHORA, ELLOS PAGAN Y SE DAN EL VUELTO. PERO YA COMO SI LES ESTA LLEGANDO LA HORA.
De los años 80 hasta hoy, el capitalismo ha atravesado, en opinión de algunos expertos, por 12 crisis financieras. Desde entonces han ensayado variadas fórmulas, financieras y de otro tipo para superar las crisis y reflotar un sistema perverso que siembra de miseria el mundo. Sí, un sistema donde “358 personas cuyos activos sobrepasan los 1000 millones de dólares, supera el ingreso anual combinado de países en los que vive el 45% de la población mundial”. Un sistema donde se gastan 35.000 mil dólares en armamento cada segundo, mientras el 50% de la población mundial sufre de desnutrición. Sí, un sistema donde se produce el doble de la cantidad de alimentos que necesita la humanidad entera y 8.500 niños se mueren diariamente en el mundo por problemas asociados a la desnutrición severa.
Se afirma que estamos a las puertas de una Gran Depresión. Algunos la definen como una ”Crisis de Sobreproducción”. Paul Sweezy habla de “Crisis de Subconsumo”. No son excluyentes ambos conceptos, el uno determina el otro, en un sistema donde el mismo capitalismo contrae la demanda al propiciar una desigual e injusta distribución de una riqueza socialmente producida, pero ilegítimamente apropiada por una minoría explotadora de la fuerza de trabajo. En esa injusticia secular está el meollo y la explicación de lo que hoy sucede en la Patria Grande.
El FMI declara por intermedio de su nueva directora, Kristalina Georgieva: “La economía global se encuentra ahora en una desaceleración sincronizada”. Es decir, los “crecimientos económicos” tenderán a ser negativos en el Sistema Mundo Capitalista. Las ganancias de empresas grandes y medianas han ido progresivamente mermando en las dos últimas décadas. Walden Bello en un artículo reciente “El capitalismo financiero prepara la recesión 2.0” analiza magistralmente las causas, salidas ensayadas y perspectivas de la actual crisis del capitalismo global. Las salidas ensayadas fueron básicamente tres: la Reestructuración Neoliberal, la Globalización y la Financierización. La globalización y la reestructuración neoliberal, que tuvo como principal laboratorio social el país chileno, “trajeron consigo un aumento de la rentabilidad a corto plazo, a mediano y largo plazo fueron contraproducentes, ya que provocaron un descenso de la demanda efectiva al recortar o impedir el aumento de los salarios de los trabajadores.” El caso de Chile, con las consecuencias que hoy están en pleno desarrollo, es el ejemplo más reciente, crudo y emblemático del fracaso de la fórmula neoliberal.
La otra salida, la financierización, también tuvo corta vida. Basada en innovaciones financieras que propiciaron un endeudamiento masivo con escasa posibilidad de reembolso, condujo a la crisis del 2008 al hacer implosión las hipotecas de alto riesgo. Una idea de la desproporción a que condujo la financierización, la hallamos en el hecho de que “el volumen total de los instrumentos financieros derivados se estimaba en 740 billones, en comparación con un PIB mundial de 70 billones de dólares”. ¡LO FICTICIO ERA 10,57 VECES SUPERIOR A LO REAL!
En el artículo referido se menciona un estudio patrocinado por el Transnational Institute donde se llegan a unas conclusiones muy poco alentadoras para el Sector Financiero Mundial. Como denominador común de los 10 “imperativos” que allí se mencionan está el hecho de que sólo un viraje radical de la gobernanza actual podría atenuar la crisis del Sistema Mundo Capitalista, mientras se estudian otras salidas. Al final se concluye en el mencionado estudio “…ese cambio no puede tener lugar sin abordar fundamentalmente otras dimensiones claves del capitalismo, especialmente su motor: el deseo insaciable de obtener cada vez mayores beneficios”.
Como puede deducirse de lo expresado, superar la crisis de rentabilidad entraña que el capitalismo vaya contra su propia naturaleza. Es decir ir contra lo que ha sido y es su lógica de opresión: sostenerse, acumular capital y reproducirse mediante la apropiación de las riquezas socialmente producidas, a través de unas “relaciones desiguales de poder entre el Capital y el Trabajo”. Dicho de otra manera, mantener esas relaciones de producción, generan cada vez mayor desigualdad, y esa mayor desigualdad contrae aún más la demanda que impide el crecimiento de la economía capitalista a nivel global. Todo pareciera indicar que el Sistema Mundo Capitalista está muy cerca de una Crisis Terminal. Predecir el tiempo de su agonía no es nada fácil, pero lo que si pareciera estar claro es que la estrategia del Movimiento Revolucionario debe ser de carácter continental y mundial, adecuándola a las especificidades y correlación de fuerzas en cada país o región.
¿A dónde conducirá lo que acontece hoy en Chile y está aún latente en Ecuador?, es algo difícil de predecir. Lo que sí es seguro que las recetas neoliberales del FMI han sido frenadas. Tanto el traidor, Lenin Moreno, como el empresario Piñera han tenido que recular. La actitud inicialmente prepotente de Piñera se tornó teatralmente en la de una “mansa oveja”, hasta llegar a pedir públicamente perdón al Pueblo Chileno. La valentía y heroicidad de todo Chile, luego de décadas de un silencio y pasividad alimentado por el terror, al desafiar la represión del ejército y carabineros al estilo pinochetista, es algo que difícilmente pueda ser nuevamente adormecido. Tal como lo predijo, el Presidente Mártir, Salvador Allende: “… mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”. Sí, Camarada Presidente, se han abierto para nunca más cerrarse