El viernes 14 de febrero, el Presidente Nicolás Maduro realizó una rueda de prensa con medios internacionales con la finalidad principal de informar sobre la demanda que la República Bolivariana de Venezuela introdujo ante la Corte Penal Internacional contra EE.UU por el Bloqueo comercial, financiero y de todo tipo, que este país tiene contra la patria de Bolívar y que le ha causado daños de todo tipo al pueblo venezolano.
De las múltiples preguntas, hubo una formulada por el periodista BRIAN ELLSWORTH de la Agencia Reuters que impactó al Presidente y mereció de éste un extenso comentario. Se refirió el periodista a que la economía venezolana se encuentra en una progresiva “dolarización” y que según la opinión de “entendidos” y algunos empresarios, esta situación se asemeja mucho a la vivida en los años 80 del siglo pasado en la República Popular China, cuando, según la opinión del periodista, se produjo “un viraje hacia el capitalismo”. El periodista en forma muy habilidosa, le insinuó a Maduro que había quienes lo tildaban de “pro-capitalista”. El Presidente sin inmutarse y casi sonreído dijo que esta era “una grave acusación”, pero le puntualizó al periodista que los EE.UU le habían “declarado una guerra al país” y que en medio de una “economía de resistencia” el consideraba haber asumido la medida correcta en cuanto a “permitir” el intercambio comercial en dólares. Dijo estar consciente de las inconveniencias que esto generaba, pero añadió que esto también había permitido “que la economía respire, se refresque”
En mi opinión, el presidente no rehuyó en ningún momento el debate y con mucha entereza defendió las políticas adoptadas por su gobierno. Es más, llamó a un debate abierto y sin complejo sobre estos temas, e instó a funcionarios de alto nivel y a dirigentes de su partido a ´promover la discusión, interna y públicamente.
Me parece muy apropiado este llamado, y tomándole la palabra al Presidente Maduro, quiero en este artículo dar mis opiniones iniciales.
El debate tiene muchas aristas y sería largo agotarlo en este artículo. Todos los aspectos señalados están interrelacionados y forman parte, en mi opinión, de un mismo problema, cuyas causas, siendo múltiples, se originan fundamentalmente en el bloqueo y guerra multiforme a que ha sido sometida nuestra patria.
Ya lo hemos dicho y muchos estudiosos del tema coinciden en esto: que la confrontación geopolítica global tiene como principal escenario a nuestra región latino-caribeña. Lo acontecido en Bolivia, el bloqueo y ataque continuado a Cuba, Venezuela y Nicaragua, los intentos por adormecer y manipular las masivas manifestaciones sucedidas (y algunas aún en desarrollo) en Chile, Ecuador, Haití, Colombia, Panamá, etc., forman parte de esa confrontación.
En el caso que nos ocupa, con Venezuela el ataque ha sido despiadado. Aquí se ha ensayado de todo y con todo. No exagera el Presidente cuando afirma que se nos ha sometido desde hace varios años a una guerra y estamos en una “economía de resistencia”. En un principio, tanto la oposición, como sectores “críticos del chavismo”, señalaban esta guerra como una excusa. Hoy es tan evidente que muy pocos se atreven a negarla.
El pueblo llano y “de a pie”, los “que menos hablan”, a decir de Alí Primera, han demostrado comprender todo esto, más que muchos “entendidos” a los que yo llamo: “teóricos de los hechos consumados”
Por razones metodológicas, voy a dividir mi exposición, en la respuesta a cuatro preguntas:
- ¿DE DÓNDE VENIMOS?
- ¿HACIA DÓNDE NOS HEMOS PROPUESTO IR?
- ¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA ACA?
- ¿HACIA DÓNDE VAMOS?
1.- ¿DE DÓNDE VENIMOS?
Cuando el Comandante Chávez gana las elecciones el 6 de diciembre de 1998, lo hace bajo los planteamientos teóricos contenidos en la Agenda Alternativa Bolivariana y como planteamiento central de su campaña, promete convocar un Proceso Constituyente con el objeto de redactar una Nueva Constitución y REFUNDAR LA REPÚBLICA. El 2 de febrero de 1999, luego de juramentarse ante el Congreso bicameral de entonces, firmó el decreto que dio inicio al Proceso Constituyente. Como el 4 de Febrero de 1992, cuando lanzó el “Por Ahora” y asumió públicamente su responsabilidad en el levantamiento, 7 años después cumplió, al ganar las elecciones presidenciales, con el planteamiento central de la campaña electoral. A diferencia de la politiquería reinante hasta entonces, surge un líder proveniente de la juventud militar que se responsabiliza por lo que hace, y cumple lo que promete. Ese sello, junto con su alta sensibilidad social, acompañó a Hugo Chávez, hasta su lamentable y prematura desaparición física. Por eso Chávez, desde entonces y para siempre se sembró en la conciencia y en el corazón de su pueblo. Por eso, su pensamiento y legado constituyen “una amenaza inusual y extraordinaria”
Chávez no llegó a Miraflores enarbolando las banderas del Socialismo, ni siquiera las del antimperialismo. Fue después del 2002 que se declaró primero antimperialista y luego comenzó a defender su tesis del Socialismo del Siglo XXI. No porque quisiera circunscribir su versión del socialismo al siglo que se iniciaba, sino porque quería diferenciarlo de las concepciones fracasadas en el Siglo XX, en la desaparecida Unión Soviética y en Europa Oriental. Esto, para la discusión que nos ocupa, es necesario tenerlo muy en cuenta, así como lo que fracasó no fue el socialismo, sino una concepción cargada de dogmas, que hoy algunos repiten como si la historia nada nos enseñara. Y lo peor es que lo hacen a nombre del marxismo. Ignoran en sus análisis los pilares teóricos fundamentales de Marx y Engels: el Materialismo Histórico y el Materialismo Dialéctico.
La acertada propuesta de REFUNDAR LA REPÚBLICA, se basaba en el hecho de que los planteamientos políticos, económicos y sociales, junto con todo el entramado institucional que le daban sostén al Pacto de Punto Fijo, habían demostrado su agotamiento. Venezuela estaba en 1988 en un “callejón sin salida”. Un capitalismo dependiente, hipertrofiado, entregado a los intereses transnacionales, y una burguesía parásita, conservadora, apátrida y acostumbrada a vivir de la renta petrolera. DE ALLÍ VENIMOS.
2.- ¿HACIA DÓNDE NOS HEMOS PROPUESTO IR?
A estas alturas, cuando mucha agua ha corrido bajo el puente, nadie puede negar que está relativamente claro, por lo menos en teoría, hacia dónde nos hemos propuesto ir. Está el Plan de la Patria 2020-2025 como eje teórico fundamental, alrededor del cual deben girar todas las tácticas y estrategias que se irán proponiendo de acuerdo al desenvolvimiento de unas circunstancias muy complejas y, por lo demás, muy dinámicas. Las 7 Líneas Estratégicas, recientemente anunciadas por el Presidente Nicolás Maduro, forman parte de esa construcción teórica.
Ahora, pareciera que algunos camaradas no hubiesen digerido apropiadamente e internalizado que estamos en guerra. Es una guerra tan, o más letal, que las guerras convencionales sobre las que hemos leído y/o nos han contado. En guerra, a veces hay que tomar “atajos” para evitar un enfrentamiento frontal, que por momentos no es conveniente. En guerra, las respuestas y decisiones obedecen muchas veces a circunstancias impuestas y no deseadas.
Es bueno recordar que en esta lucha no estamos solos. Como dice un viejo camarada y amigo: “no estamos solos en el ring”. Tenemos un enemigo y contrincante que es el imperio más sanguinario que haya conocido la historia. Pero, también, en un Sistema Mundo Capitalista en permanente confrontación, tenemos aliados importantes que no son ajenos al desenlace que en Venezuela pudiera ocurrir.
Por ello nuestras decisiones tienen que estar muy pensadas e incluso consultadas con nuestros aliados. Tenemos que poner los pies sobre la tierra y actuar con inteligente flexibilidad. Las posiciones rígidas y dogmáticas son como siempre contraproducentes y podrían llevarnos a cometer errores muy costosos. La frase muy usada por Maduro.: “mente fría, nervios de acero”, parece muy apropiada para estos tiempos que vivimos. Por ejemplo, cuánto nos hubiera gustado a todos que Guaidó se hubiese puesto preso. ¿Pero sería eso lo correcto, en estos momentos?. Nos parece que no.
Hasta ahora que yo sepa, ni Maduro, ni nadie ha renunciado a la Construcción del Socialismo Bolivariano. Muy por el contrario, en la 6ª línea estratégica, de reciente formulación, se establece: “La ratificación de la construcción del socialismo en favor del bienestar del pueblo venezolano”. Allí está bien expresamente dicho: HACIA DÓNDE NOS HEMOS PROPUESTO IR
3.- ¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA ACÁ?
Ninguna de las experiencias de construcción del Socialismo han estado exentas del ataque de los factores de poder del Capitalismo Internacional. Desde 1917, cuando triunfa la Revolución Bolchevique, ha sido así. Todas, sin excepción, han sido objeto de saboteos a su economía, bloqueos, golpes de estado y las mil y una formas para impedir que el proyecto socialista se consolide. Incluso algunos proyectos nacionalistas, como el de Jacobo Arbenz en Guatemala y el de Jao Goulart, en Brasil, por sólo mencionar dos casos, fueron desplazados del poder de manera violenta, con la comprobada participación de la CIA.
En nuestro caso, desde 2002, cuando Chávez fue depuesto mediante un golpe de estado y restituido por presión popular en 47 horas, no han cesado en sus intentos de acabar con el Proceso Bolivariano. Desde el 2013 los ataques han arreciado. . Por ello, las circunstancias en las que estamos, mal podríamos achacárselas a la gestión de Nicolás Maduro, sin negar que, como es natural, algunas decisiones y omisiones pudieran ser cuestionadas.
Destacan en el permanente asedio, el ataque a nuestra moneda y, particularmente a nuestra industria petrolera, como principal generadora de ingresos y divisas, Las sanciones a la empresa Rosneff, para que no compre petróleo venezolano y no siga operando en Venezuela, el impedir que la línea aérea venezolana CONVIASA desarrolle con normalidad sus vuelos y la nueva amenaza de Trump de intervención Militar, son las últimas expresiones de ese asedio y bloqueo permanente.
No es poca cosa, haber llegado hasta acá. Las difíciles circunstancias que hemos vivido, han llevado al gobierno a tomar algunas decisiones y a postergar otras que nos permitan resistir y continuar adelante, pero eso no nos debiera hacer dudar del horizonte estratégico.
4.- ¿HACIA DÓNDE VAMOS?
La respuesta a esta interrogante es compleja y va a precisar de, un artículo aparte. En la construcción teórica, las líneas de acción fundamentales están definidas. Su desarrollo, sin embargo, está determinado por algunas variables de carácter interno y otras de carácter externo que principalmente se derivan de una compleja confrontación geopolítica entre sectores aliados y adversos. Dicho de otra manera, si no evitamos que el enemigo fracase en su intento de tumbar a Maduro, mal podríamos avanzar hacia parte alguna. SI NO PODEMOS MATENERNOS EN PIE, IMPOSIBLE ES CAMINAR.
A lo interno, en mi opinión, son esenciales dos aspectos contenidos en las 7 Líneas Estratégicas:
- Consolidar la paz: Fortalecer y expandir la estabilidad política del país.
- Avanzar en un acuerdo económico-productivo para la estabilización, crecimiento y la prosperidad del país.
Las variables externas en esencia, pueden resumirse en: 1) Continuar desarrollando y profundizan la Diplomacia Bolivariana de Paz 2) Influenciar a nuestros aliados de mayor peso para que su papel mediador sea de mayor eficacia, lo cual no es fácil, tratándose de un personaje como Trump.
Como puede notarse, los 4 aspectos señalados no definen en sí mismos el rumbo que va a tomar el proceso bolivariano. Lo que sí resulta claro es que una estabilidad política o una “reinstitucionalización” del país (como se le ha denominado últimamente), son premisas necesarias para emprender cualquier plan económico que aspire ser exitoso.
En apretada síntesis es eso lo que podríamos decir, por ahora, con respecto a la respuesta a la pregunta 4. Resulta obligante, por lo tanto, volver sobre este aspecto en un próximo artículo.