Luego de que la Organización Mundial de la Salud decretase al Coronavirus Covid 19 como Pandemia a nivel mundial, el pasado 11 de marzo de 2020; los Gobiernos de muchos países del mundo han tomado medidas ante la rápida expansión del virus, entre ellas, está el cierre de las escuelas y, por consiguiente, la suspensión de los programas de alimentación escolar.
El impacto de la COVID-19 en la alimentación escolar arroja cifras alarmantes, con más de 364 millones de niños en edad escolar a nivel mundial que no están recibiendo las comidas escolares de las que dependen; de éstas, 85 millones de niñas y niños en América Latina y el Caribe han dejado de beneficiarse, y para cerca de 10 millones, constituyen una de las principales fuentes de alimentación segura que reciben al día.
En este sentido, el Sistema de las Naciones Unidas, a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), consideran de vital importancia continuar con el suministro de alimentos a través del Programa de Alimentación Escolar (PAE), con mecanismos de entrega de los alimentos que prevengan posibles contagios en este delicado contexto global de riesgo ante el COVID 19, ya que esta provisión contribuye en gran medida con la seguridad alimentaria y el estado nutricional de muchos niños y niñas, particularmente de los sectores más vulnerables de la población. Esta iniciativa, igualmente, contribuye con la Década de Acción y el llamado realizado por el Secretario General de la ONU, António Guterres, para acelerar las acciones que aportan al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
En Venezuela, siendo un país asediado con sanciones, bloqueos y guerra económica, y en el marco de las medidas de emergencia decretadas por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, atendiendo las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas, con el objeto de contener la propagación del Coronavirus, el Gobierno Bolivariano, ha radicalizado la cuarentena social y colectiva en todo el país, quedando así suspendidas, todas las actividades académicas y económicas en el territorio nacional, desde el 16/03/2020, y con ello, la paralización del Programa de Alimentación Escolar PAE que atienden a 4.031.389 niños, niñas y adolescentes en edad escolar, especialmente de los grupos más vulnerables de la población.
Es por ello que, se han activado otros mecanismos para garantizar el abastecimiento y la distribución de alimentos a través de cajas de comida del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP). Sin embargo, para asegurar una alimentación suficiente, diversa y nutritiva que contribuya a fortalecer el sistema inmunológico de los niños, niñas y adolescentes e incrementar sus capacidades de enfrentar enfermedades, se hace necesaria la implementación de un Plan de Emergencia para garantizar la continuidad del Programa de Alimentación Escolar, que cumpla con los estándares de higiene, comportamiento y seguridad alimentaria y calidad, con mecanismos de entrega de las raciones alimenticias complementarias a la Caja Familiar CLAP, con criterios logísticos y de sanidad para garantizar las medidas de distanciamiento social, reducir el riesgo de infección y mitigar el impacto de la pandemia en la nutrición escolar.
Es así, que con el propósito de garantizar la seguridad alimentaria y el estado nutricional de los niños, niñas y adolescentes desde sus hogares, con raciones industrializadas y para preparar en casa, se hace necesario darle continuidad al programa de alimentación escolar, mediante un Plan de Emergencia, articulado de manera interinstitucional, nacional e internacionalmente, por lo que el pasado 01 de abril, el Canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, anunció que el país coordina la cooperación con el Programa Mundial de Alimentos de la ONU para reforzar el Plan de Alimentación Escolar (PAE), estableciendo estrategias productivas para reforzar, fundamentalmente, el Programa de Alimentación Escolar que desarrolla el gobierno Bolivariano.
La creación del PAE, se traduce en una iniciativa impulsada y planteada inicialmente el comandante Hugo Chávez y continuando de manera sostenida por el presidente Maduro, siendo parte de las fundamentales políticas públicas impulsadas para defender la inclusión educativa y evitar la deserción en los planteles, pero también para erradicación del hambre y la malnutrición de los niños y niñas venezolanos.
Es por ello que, en medio de la Pandemia Covid-19, es necesario recordar y celebrar, este 7 de abril, se cumplen 6 años desde que la FAO con el nombre de “Hugo Chávez” al Plan de Acción para la Erradicación del Hambre y la Pobreza, que adelanta el organismo, durante su participación en la 33ª Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, realizada en mayo de 2014, en Santiago de Chile, como un justo homenaje al Presidente Eterno por su gran liderazgo y compromiso social, tanto para su pueblo como para los pueblos de América; teniendo como objetivo del programa, garantizar el derecho humano a la alimentación y fortalecer la seguridad alimentaria, y está dirigido a las naciones que forman parte de los mecanismos de integración regional Petrocaribe y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América–Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
Cerramos este artículo con la premisa de Hugo Chávez cuando afirmó que “el hambre no es un problema técnico, ni un producto del mercadeo sino un problema político, producto de la desigualdad social en el mundo, por lo tanto combatir el hambre tiene que estar complementado de políticas públicas”.