Del amarre de este personaje al eterno compañero de viaje de la Cuarta, ya hemos dado pistas irrefutables: Fue Ministro del Interior, y verdadero terror represivo durante el gobierno adeco de Betancourt; además, se asumió el líder necesario para los nuevos mecanismos de la dependencia, fundido con la Burguesía Emergente (Los 12 Apóstoles).
En su afán modernizante, “nacionaliza” en 1975 el Hierro y en 1976 el Petróleo. Con la nacionalización Petrolera: Se priorizaron las empresas mixtas, la tecnología y la comercialización quedó en manos de las trasnacionales, los formados por y para las trasnacionales siguieron al frente de la gerencia y se les pagó indemnización. Nada que ver con lo ocurrido a partir de Chávez.
Los nuevos protagonistas; causaron desgarraduras en la Burguesía Tradicional, la “esteril ”. Debido a ello, no pudo ir más lejos el Plan Tinoco. Esta contaba, con dolientes en AD y en COPEI y, por supuesto, con poder institucional. El Plan de “La Gran Venezuela”, no cumplió con las expectativas de la inversión que se fue presentando, pues, la misma rebasó, por lo faraónico, los nada despreciables ingresos de que pudo disponer en esta etapa (renta per-cápita más alta de Suramérica), incluido un significativo porcentaje de su capacidad de endeudamiento externo. No estuvo en capacidad de activar la Reforma Administrativa, donde las trasnacionales ponían al estado a su servicio; fracasó: en la pretensión de reducir el gasto corriente, para drenarlo a la inversión; en la regularización de las luchas reivindicativas, y en su consiguiente limitación, amparados en la ley Orgánica de Seguridad. Todo ese “paquete” fue dejando sin piso político a CAP y a su Plan, al punto de que los candidatos que compitieron, para sucederlo (AD y COPEI), negaban el Plan.
Pugnas inter-burguesas, la cultura administrativa y la económica, pesaron bastante; tanto que algunos dolientes llegaron a pensar que la forma de gobierno ideal para su aplicación hubiera sido un golpe de estado, contra elstatus burgués prevaleciente. Exclusión y miseria fue el resultado que le dejó al pueblo, esta jugada endeudante.
CAP retomó su vocación represiva. Relevante fue el caso JORGE RODRÍGUEZ. En momentos en que era fuerte el debate en el campo revolucionario (OR, PRV y Bandera Roja) sobre las vías para la revolución y parecía, que prevalecían en él los factores que se inclinaban por la utilización de las fisuras de la legalidad burguesa, sobre los que persistían en la ofensiva militar; se da el secuestro de William Niehous (representante de una trasnacional del vidrio). A raíz de ello detienen al Secretario General de la Liga Socialista, organización que bajo su liderazgo venía movilizando al pueblo y ya en 1975 y 76, realizaba grandes concentraciones nacionales (Marcha a Cabimas contra la farsa nacionalización del hierro y del Petróleo) y ganaba elecciones sindicales y estudiantiles.
A decir de David Nieves, matan a Jorge el 25 de julio de 1976, “…sometido a torturas para que reconociera su participación…Su conducta indoblegable ante el enemigo, salvó a la Liga Socialista y a sus cuadros de una ofensiva represiva…prefirió morir antes que delatar y acusar a sus compañeros de algo con que no teníamos relación”. Se fue, con su eterno grito de combate: ¡El Socialismo se conquista peleando! … Con su muerte, nos arrancaron el corazón para acerarnos el alma.
Las Libertades democráticas, los derechos humanos fueron violados en toda su extensión por este, también, represivo, entreguista y servil al imperialismo norteamericano. Quien, por lo demás, dio señales inequívocas de su condición de corrupto con el sonado caso del SIERRA NEVADA.¡NO VOLVERAN!
¡ PATRIA SOCIALISTA. VIVIREMOS Y VENCEREMOS!