La batalla política electoral del domingo 6 de diciembre de 2020 acontece en unas circunstancias políticas de asedio imperialista contra la nación y de impactos fuertes del COVID-19:
El gobierno de Trump y los restos de la oposición fascista-terrorista presionarán de diversas maneras para obstaculizar y sabotear el proceso electoral del 6 de diciembre. Debemos permanecer alertas frente a las acciones terroristas (atentados, secuestros de líderes populares, sabotajes, pequeñas guarimbas y las amenazas de invasión militar).
En este momento político, las fuerzas chavistas debemos reafirmar las políticas y orientaciones básicas que han asegurado nuestro rumbo de victorias políticas, con la finalidad de construir la Venezuela soberana, socialista y potencia económica tal como lo establece el Plan de la Patria.
En ese rumbo, es de suma importancia que consolidemos la unidad política y programática de las fuerzas chavistas, y fortalecer los acuerdos con los partidos de izquierda y los movimientos sociales. Para nosotros chavistas no puede haber dudas que el mandato de nuestro Comandante Chávez es: Unidad, Batalla y Victoria.
Asimismo es crucial un alto nivel de participación del pueblo venezolano en la elección el día 6D y así asegurar un acontecimiento democrático, de soberanía popular y genuinamente patriótico: un hecho con el sentido de la patria bolivariana y chavista. Nuestro mensaje debe ser de optimismo, de esperanza y de la victoria.
Nuestra campaña electoral tiene que ser pedagógica, creativa, motivante, a pesar y en contra del COVID-19.
Y las planchas normadas por la unidad de las populares y bolivarianas y la selección de liderazgos legítimos.
En cuanto a los temas económicos, financiero, salarial, el Bolívar, el dólar y el COVID-19 es necesario que sean explicados muy bien, afinar nuestro discurso, fortalecer nuestra argumentación y usar palabras que faciliten la comprensión por el pueblo.
Hay que atacar duro y coherentemente a la dirección de la oposición por su trayectoria golpista, terrorista, corrupta y apátrida Y demostrar que no son una alternativa para la nación, que simplemente representan la anarquía política, el caos social y el robo de los bienes de la nación
En estos meses de batalla político dos objetivos primordiales:
Fortalecer el liderazgo del presidente Maduro, cómo Jefe de la Revolución Bolivariana.
Y lograr el control mayoritario, absoluto, de la Asamblea Nacional, para garantizar la estabilidad política de la patria y marchar, definitivamente, hacia una Asamblea Popular y el Estado Comunal.
Desde ya los enemigos de la patria dicen que no reconocerán el resultado electoral del 6D. El Imperio, aunque sigue siendo poderoso y peligroso, está en decadencia histórica; el mundo marcha, en medio de una agudización rigurosa de la crisis estructural del capitalismo que no tiene salida en el marco del neoliberalismo, hacia el multilateralismo y un orden mundial sin centro hegemónico.
Entonces, en esta batalla política electoral debemos dejar claro con El Libertador que la soberanía del pueblo es la única autoridad legítima de la nación, y para asegurar ese reconocimiento es clave obtener la victoria.