El imperialismo norteamericano y la burguesía parasitaria, pitiyanki, corrupta y criminal van a profundizar la guerra en todos los sentidos contra la revolución bolivariana.
Después de haber fracasado en estos últimos 20 años en derrocar y liquidar los procesos de cambio a favor de las grandes mayorías explotadas ( desde el Comandante Chávez hasta hoy), continuará con su política de caos y desestabilización, cuyo objetivo final es generar la frustración, la desesperanza en cada uno de nosotros y nosotras, y de esa manera hacerse del poder e iniciar con su política de privatización de los servicios públicos y empresas del Estado y elevar su tasa de ganancia a costa del esfuerzo de los/as trabajadores/as.
Por ello vemos la intensificación de la guerra mediática y económica a diario. Es una vulgar grosería como en apenas horas el llamado dólar today o marihuanero se incrementa de manera descarada desde los laboratorios del pentágono, generando una inflación exponencial que nadie la soporta, deteriorando las condiciones de vida de la población venezolana. El objetivo central es ponerle la mano a la Asamblea Nacional y de esta manera continuar conspirando contra el gobierno del Presidente Nicolás Maduro e iniciar un proceso de retroceso en todas las conquistas logradas hasta hoy: Barrio Adentro, Barrio Tricolor, Misión Vivienda, Misión Sucre, más de 30 Universidades, Bonos contra la Guerra, entre tantos.
Solo debemos dar una breve mirada a nuestros vecinos, y cómo la burguesía y el imperialismo le quitaron los logros alcanzados: La Bolivia de Evo Morales, retrocedió en un año lo que les costó una década, y de un solo zapatazo le pretendieron quitar el Litio, recurso fundamental para el desarrollo del país. Argentina, con el señor Macri como bateador emergente en un período breve endeudó a la República Argentina por más de 50 mil millones de dólares que se los raspó la burguesía en menos de un mes. En nuestro querido Ecuador, bajo la infiltración del contrarevolucionarios Lenin Moreno (Así como en nuestro país infiltraron al señor Rafael Ramírez y la Fiscal María Luisa Ortega), disminuyó los recursos para los sectores salud, educación, cultura, seguridad, vivienda, etc.
Los pueblos de nuestra América libran luchas todos los días para contener los paquetes neoliberales que le son impuestos por el fondo monetario internacional a través de sus gobiernos cipayos, solo veamos las diarias protestas (Así como en Venezuela antes de la llegada de Chávez), de Chile, Perú, Guatemala, Paraguay, Colombia (La de las masacres a diario de luchadores y firmantes de la paz, y donde nadie dice nada).
La derecha venezolana no tiene una propuesta programática, su discurso es aéreo, general, lo único que sostienen es que el socialismo fracasó, que Nicolás Maduro no tiene capacidad, que los precios suben, que la inflación nadie la soporta, etc. Sin embargo se le ven las costuras ocultas, cuando hablan de la independencia del Banco Central de Venezuela, que era como antes de la llegada de Chávez, que quien fijaba la política monetaria no era el Gobierno sino, los banqueros que eran directores del Banco Central. Al igual que PDVSA que trazaba la política petrolera y no el Estado.
DE igual manera de forma demagógica insisten en cancelar los salarios en dólares porque ésa sería la salida inteligente y genial. Vulgar populismo y del más barato que pretende confundirnos como pueblo.
Nos ven cara de estúpidos e ignorantes, el salario mínimo, es eso: lo mínimo para que el trabajador/a, solo le alcance para medio vivir, eso lo descubrió Marx por allá a mediados del siglo XIX. Si no fuese así no habría protestas en Francia, Inglaterra, Alemania, Italia, Grecia, España a cada rato, sino, preguntemos al pueblo ecuatoriano en qué mejoró sus condiciones de vida el haber dolarizado su economía. O a nuestros amigos/as que están en exterior que nos digan cómo viven. Es salario mínimo, porque la burguesía se apropia de la riqueza que genera el trabajo.
Ir casa por casa, calle por calle, entre nuestros familiares y amigos a debatir con franqueza, con sinceridad, reconociendo los errores de burocracia, ineficiencia, corrupción que se presentan en nuestro proceso. Sin temores de ningún tipo, con la verdad siempre por delante. Pero ratificando que el único camino que tiene la humanidad es el socialismo, no hay salida en el marco del capitalismo. Ése es el debate central en esta batalla política que se mide en el terreno electoral: Capitalismo salvaje neoliberal racista, xenofóbico, hambreadora y guerrerista o socialismo Bolivariano del siglo XXI, feminista, igualitario, ecologista, pacífico, independiente y soberano, sintetizado en el plan de la Patria. Ese es el debate.
Un comentario
Excelente artículo con mucha profundidad en el análisis y que además toma en cuenta la realidad actual con visión histórico-social.
Lo corto, preciso, conciso y la sencillez del lenguaje hacen de este material una pieza necesaria para la comprensión y acción de nuestra militancia en la actualidad.