Voy a escribir con miedo. Así como suena con miedo, con el miedo a resignarme que Carlos Lanz esté muerto. Le pido perdón a Alex, me aterra decirlo
Hoy me armo de valor.
Quienes conocimos a Carlos sabemos que no tenía amigos pendejos ni brutos. Entonces sus captores habrá que buscarlo entre personas cercanas.
Me imagino que pensaran sus hijos, su mujer, sus nietos. Ellas y ellos, además de la resignación estarán, siempre esperando un “toquio” en la puerta, una palabra que hable de su regreso.
Es cruel, y es una “raya” para el gobierno de Nicolas, para mi gobierno. Hay que estar metido en los zapatos del presidente para saber que pasa o que pasó.
Yo sé que la vida está llena de sorpresas y yo no quiero seguir teniendo miedo, no quiero que se me curta la piel con el miedo. Esperando una palabra acerca de Carlos y luchando por tenerlo entre nosotros: a veces provoca sentarse en una acera y ponerse a llorar.
Carlos era como uno de nosotros, crítico del proceso, pero lo defendía a capa y espada; defendía a nuestro presidente, a sus amigos y a los militantes de los huertos del Ministerio de Educación: como pocos, fiel a sus amigos; leal a nuestra revolución y a su dignidad; valiente, como valiente fue en la población del Sombrero cuando la policía le dio un tiro en el cuello y él venció a la muerte y se declara, desafiante ante las leyes burguesas, prisionero de guerra ante un tribunal militar.
Carlos peleó dentro del Cuartel San Carlos; desafió a la peinilla y al despotismo de los carceleros.
Escribió y desafió al pensamiento imperialista-burgués. Allí está desafiante sus documentos sobre la guerra asimétrica,
Luchador con su palabra y su acción.
Sus captores, todos hijos de la CIA lo sabían y no van a capturar a un hombre así para preguntarle nada, porque nada iba a decirle.
Lo de Carlos es más que una venganza.
Así como mataron a Carlos nos van a ir matando uno a uno. nos va a pasar lo de Bertolt Brecht:
Cuando nos toque a nosotros no va existirá quien haga la denuncia.
Quienes pensamos así nos llamamos herederos del pensamiento Carlos Lanz.
No tenemos miedo y somos solidarios con su familia.
Patria o muerte, venceremos.
Un comentario
Conocí al Maestro Carlos Lanz, por casualidad, no sabía de quien se trataba, para mi ese personaje nada tenía que ver con aquel que en más de una oportunidad comentamos en grupos sobre las vivencias de los guerrilleros que se enfrentaron al Puntofijismo, en esa oportunidad, trabajaba en el INCRET como jefe de mantenimiento y servicios en la Ciudad Vacacional de Los Caracas; Me solicitaron que buscara un espacio para que este Sr. Promoviera y realizara los inicios de el programa de siembre urbana; por lo tanto le busque un área para que realizara sus planes, inconscientemente y viendo lo positivo de estos me fui involucrando es las actividades por el realizada y al extremo que diariamente supervisaba los trabajos y luego en amena charla le informaba lo que yo observaba, pero el maestro muy prudente jamás me toco temas de política o de sus experiencias en esa área, para seguía siendo un personaje que yo atendía no teniendo nada que ver con aquel de mis conversaciones y cuentos con mis compatriotas.
En confianza con amigos comente sobre las actividades de este Sr. Y fue cuando me entere de quien era, en consecuencia a la admiración que sentía por él se le sumo un respeto profundo, yo me retire de las actividades que realizaba en ese momento y perdí el contacto directo con el maestro Lanz, desde mi trinchera comparto la preocupación de David Nieves así mismo la Visión de Mario Silva, en honor al Maestro pienso publicar este mensaje en mi Blogs.