“Hoy, valientes soldados, valientes patriotas, valientes hombres apegados a la constitución han acudido a nuestro llamado”, fueron las palabras con las que Juan Guaidó inició un video posteado en sus redes sociales donde, bajo la aseveración de encontrarse en la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda de La Carlota y flanqueado por militares, daba cuenta de un supuesto “levantamiento militar” contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Eran las 5:46 am y a su espalda se observaba a Leopoldo López, que con la ayuda de Cristopher Figuera, quien fungía como jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), le falicitó la “fuga” de su vivienda donde se encontraba purgando condena bajo el beneficio de casa por carcel.
Transcurrido 12 minutos a las 5:58 am y ante la ausencia de pronunciamientos en apoyo a la aventura golpista, Guaidó vuelve a tuitear donde da a conocer el nombre de esta intentona que bautizó como “Operación Libertad” y clama por el apoyo de la población.
Así transcurría el alba en la ciudad de Caracas y nueve minutos después a las 6:17 am Leopoldo López tuitea para anunciar que ha sido “liberado” y secunda a Guaidó asegurando que estaba en la base de La Carlota, mensaje que acompañó de dos imágenes donde ataviado de su chaqueta North Face -cuyo logo tapó con una bandera de Venezuela-, posa junto a Guaidó y Guardias Nacionales.
Segundos después a las 6:18 am el entonces ministro para la Comunicación e Información, Jorge Rodríguez publica dos tuits donde desmiente la toma de la base aérea de La Carlota, pronunciamiento que da inicio al desmantelamiento mediático de la operación de golpe de Estado promovido por Juan Guaidó y Leopoldo López.
Ya con el sol puesto sobre Caracas que daban mayor claridad sobre lo que acontecía, se podía ver a un grupo de militares sobre el distribuidor Altamira con un fusil .50 colocada apuntado en dirección al oeste y debajo de este pequeño elevado en la autopista Francisco Fajardo, se observaban no más de cuatro vehículos blindados antimotines VN-4 pertenecientes a la GNB, los cuales estaban bajo dominio de los golpistas.
Ante esta imagen aparece un mensaje del ministro para la Defensa Vladimir Padrino López, quien da cuenta de la normalidad reinante en todos los cuarteles de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y declara que los militares se mantienen en defensa de la Constitución.
Ya aproximadamente las 7:30 am se escucha en una transmisión de VTV la voz de Diosdado Cabello, quien como presidente de la Asamblea Nacional Constituyente ratifica que la toma de La Carlota es falsa y asegura que existe control absoluto de la situación. A la par llama al pueblo a movilizarse al Palacio de Miraflores para defender al Gobierno.
Los verdaderos promotores
Pese a la temprana aparición del senador republicano Marco Rubio que a las 6:15 am daba una primera señal de quiénes eran los rostros detrás de esta aventura golpista, no fue sino hasta que el golpe se derretía al calor de la realidad de una mañana caraqueña muy soleada, que aparecieron los verdaderos planificadores.
Es así como a las 9:00 am el mundo conoce el pronunciamiento del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, quien desde su cuenta Twitter se dirigió al ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, para implorarle el apoyo su apoyo al golpe de Estado derechista.
Seis minutos después de Bolton a las 9:06 am apareció el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo quien tomaba la batuta para manifestar el apoyo de su gobierno al golpe de Estado en mensaje twitter que acompañó de la etiqueta #EstamosUnidosVe
Fin de la aventura
Posterior a estos pronunciamientos los medios comenzaron a señalar supuestos enfrentamientos entre los golpistas y las fuerzas leales, información que fue desmentida por videos grabados desde el distribuidor donde se observa como los desertores que acompañaban a Guaidó realizaban disparos al aire, para simular un escenario de conflicto, tesis que queda expuesta al verse gente que caminaba sin cubrirse, mientras los golpistas se agachaban al grito de “están disparando” tal como lo refleja el video de la televisora colombiana NTN24.
Poco tiempo había transcurrido cuando se da la primera deserción de los golpistas, quienes tomaron los vehículos VN-4 y se fueron vía oeste por la autopista Francisco Fajardo para entregarse a los efectivos aliados al Gobierno, señalando que habían sido engañados por los autores de la fracasada intentona violenta.
A las 10:07 am se da el primer pronunciamiento del presidente Maduro quien a través de su cuenta en la red social Twitter aseveró haber conversado con todos los jefes de Zodi y Redi del país quienes le habían manifestado su lealtad.
La sentencia definitiva del atropellado intento de alzamiento militar llegó a las 11:45 am, cuando en transmisión en vivo de VTV aparece el ministro para la Defensa Padrino y sentencia la derrota de este plan tildándolo como un “acto cobarde” y un “intento de golpe de Estado insignificante”.
Huída de Guaidó y Leopoldo
Momento antes de este pronunciento del jefe castrense, el entonces diputado Guaidó y su mentor Leopoldo López proceden a abandonar el mencionado distribuidor y se trasladan hasta la plaza Altamira donde hablaron con un mgáfono a un centenar de personas a los que invitaron a marchar sin éxito.
A pocos minutos de la infructuosa y escueta caminata, Leopoldo López decide abandonar a la masa para iniciar su procesión en busca de una embajada que le recibiera, tarea que se complicaba ante la ausencia de personal en la sede diplomática de EEUU, gobierno que había sido su principal aliado.
“Nos traicionaron”
De acuerdo a las declaraciones que emitió un furstrado John Boltón aproximadamente de las 2:00 pm, el golpe habría fallado tras la “traición” del ministro Padrino, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno y del jefe de la Guardia de Honor y de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Iván Hernández Dala, tal como lo reconfirmó con mensaje en su cuenta Twitter donde bajo amenazas buscaba forzar a los funcionarios a sumarse al ya fracasado intento de derrocamiento militar contra Maduro.
Se iniciaba el ocaso en la ciudad de Caracas y ya no existía ni el resquicio del golpe cuando apareció en CNN el secretario de Estado Pompeo para respaldar las declaraciones de Bolton y en un afán de ocultar el fracaso estrepitoso de los organismos de inteligencia de Estados Unidos y del gobierno de Donald Trump, arguyó al viejo conocido “plan ruso”.
“Tenían un avión en la pista. Hasta donde sabemos, (Maduro) estaba listo para irse esta mañana. Los rusos dijeron que debería quedarse”, dijo, afirmación que fue mofada por el presidente Maduro quien le pidió “seriedad” al funcionario estadounidense.
Seis meses después de la intentona fallida y luego de haberse “fugado” del país, aperce Leopoldo López quien en entrevista con CNN dio su versión de los hechos en una búsqueda por deslastrarse de la responsabilidad de este “golpe insignificante” -como lo calificó Padrino- que creyeron orquestar desde un distribuidor con no más de 40 militares, un fusil .50 y tres cestas de plátanos.
Pero además este “alegato” de López puso en relieve la capacidad que poseen los organismos de seguridad e inteligencia venezolanos para desmantelar planes contra la institucionalidad y la constitución, valiéndose de la poca capacidad de un sector político violento, aventurero y carente de visión política y estratégica, así como de una inteligencia estadounidense que bajo la guía de un viejo halcón (Bolton) y un exagente de la CIA (Pompeo) fueron empujados a esta empresa que no pasó de ser una pequeña escaramuza cuya única interrogante que dejó es ¿para qué eran las cestas de plátanos?