"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Pedro Castillo presidente del Perú profundo

I

Los resultados de las elecciones son irreversibles, ha ganado Pedro Castillo. Por más que la derecha y la ultraderecha peruana tengan a los mejores abogados corporativos, medios de comunicación y a los dirigentes de los partidos de derecha, no podrán cambiar la voluntad del pueblo. Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, perdió las elecciones, fue derrotada por el pueblo que está cansado de la clase política peruana y asqueado con la corrupción que se ha impregnado en todas las esferas de la sociedad, producto de la implementación de un sistema neoliberal que empodera y beneficia económicamente a un puñado de empresarios a costa del pueblo. José Pedro Castillo Terrones, profesor y dirigente sindical, sintonizo naturalmente con la población y pudo llegar al corazón de las familias con propuestas de transformación para construir una Patria digna, ni el “terruqueo” ni los miedos creados por la derecha con apoyo de los medios de comunicación pudieron ni podrán frenar el avance de los pueblos que van por la construcción de un Perú nuevo.

II

En la primera vuelta de las elecciones generales de Perú de 2021 se presenta una polarización de la sociedad y de las organizaciones políticas, con la presencia de dieciocho candidatos a la presidencia, todos los partidos con crisis organizacional, “cascarón” sin representación en sus bases, disputas de poder al interior de cada uno de ellos, con sospecha que los partidos políticos vendieron al mejor postor los espacios para la candidatura al congreso. El panorama de la primera vuelta, donde la población ya venía de experiencias de traición y más aún de haber pasado y palpado una crisis pandémica donde se ha desnudado la grave situación de salud, económica, educativa, etc. en la que está sumergida nuestro país.

En la segunda vuelta la polarización se acrecentó, entre dos posiciones que los medios de comunicación lograron imponer a base de titulares e información falsa, la prensa denominó “democrática” la opción de Keiko Fujimori y el “comunismo” al Partido Político Perú Libre. Todos los espacios que controla la derecha se juntaron para aplastar al candidato Pedro Castillo, más de dos meses “demolieron” a la opción de cambio, el “terruqueo” a todos los dirigentes, profesionales, políticos y a las masas que apoyan la candidatura del profesor. La ultraderecha arengó en mítines “muerte” al secretario general de Perú Libre y al candidato Castillo.

Los resultados del proceso electoral datos de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), da ganador al profesor Pedro Castillo con el 50.125% de los votos válidos y Keiko Fujimori (Fuerza Popular) el 49.875%, la diferencia es de 44,058 votos. La derecha peruana, no acepta los resultados y han empezado a utilizar la estrategia del “Golpe Blanco”, empezaron a desprestigiar el proceso electoral, desconociendo el voto popular y lo segundo es utilizar todos los medios legales para retrasar la proclamación del presidente electo por parte del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

III

La crisis de los partidos políticos es producto de la profundización del neoliberalismo en Perú, implementado por la dictadura “fujimontesinista” en la década de los noventa y la carta magna que lo avala es la Constitución Política del año 1993, que nace producto del autogolpe del 05 de abril de 1992, creada y acomodada para controlar y enquistarse en el poder por décadas. Quienes fueron los continuadores, Valentín Paniagua Corazao, Alejandro Celestino Toledo Manrique, Segundo Gobierno de Alan García Pérez, Ollanta Moisés Humala Tasso, Pedro Pablo Kuczynski Godard, Martín Alberto Vizcarra Cornejo, Manuel Arturo Merino de Lama y Francisco Rafael Sagasti Hochhausler, simplemente jugaron un rol que el sistema y el empresariado desea. Tres décadas de despolitización, la práctica de la política en la actualidad es negocio y el actor político simplemente es un individuo que busca su beneficio personal, por la escasa formación ideológica, política y profesional que tiene, en la campaña electoral la derecha y sus medios de comunicación, no podían refutar el ideario de Perú Libre y lo único que hicieron fue insultar y causar miedo sin ningún argumento, ni propuesta contra el marxismo – leninismo que lo plantea Perú Libre en su ideario.

La pandemia ha desnudado, las falsedades del sistema capitalista en el Perú, la vigencia de lucha de clases es evidente entre los explotadores y los explotados, las posiciones antagónicas, entre los de arriba y los de abajo, entre el centralismo limeño y las regiones. El proceso electoral demostró en la práctica, las falsedades del discurso y de su programa de los partidos de derecha, que se unieron para defender el modelo neoliberal de explotación y miseria, Fuerza Popular, Alianza para el Progreso Perú, Avanza País, Perú Nación, Perú Patria, Partido Popular Cristiano, Renovación Popular, Victoria Nacional, Acción Popular y el Partido Aprista Peruano.

Las apelaciones por solicitudes de nulidad planteadas por Fuerza Popular y la impugnación a cinco proclamaciones de los Jurados Electorales Especiales de Huancavelica, Cajamarca, San Román, Huamanga y Chota, son las que están retrasando la proclamación del presidente Pedro Castillo por el JNE. En esta última etapa Keiko Fujimori y sus alisados quieren retrasar la proclamación para crear una inestabilidad en el país, al no ser proclamado el nuevo presidente antes del 28 de julio, se generaría un “guerra civil”, el pueblo contra los que están propiciando el “Golpe Blando”.

IV

En la actual coyuntura y con la llegada del nuevo gobierno, se debe priorizar y fortalecer las organizaciones naturales del campo y la ciudad, para sentar las bases de una Patria Nueva gobernada por todas las sangres, que nos permita ser dueños de nuestro propio destino, para tal fin, debemos organizarnos desde las bases, recuperar y fortalecer las estructuras partidarias, sindicales, federaciones, etc., crear un movimiento del pueblo que sea capaz de garantizar la continuidad del proceso, la formación de cuadros políticos debe ser prioritaria, combatir, desenmascarar a los oportunistas y corruptos que están en las filas del campo popular.

Derrotar a la ultraderecha fascista nacional e internacional, en todos los campos, más de 30 años han utilizado a nuestro país, para beneficiar a una minoría con nuestros recursos, un puñado de familias han manejado a su gusto los poderes del estado, poder judicial, poder legislativo y el poder ejecutivo, a base de corrupción y prebendas, acomodando leyes para favorecerse y seguir enriqueciéndose a costa de las necesidades del pueblo.

La defensa del voto popular es una tarea inmediata, la proclamación del presidente se debe dar antes del 28 de julio, son 200 años de que una casta nos gobernó a su antojo, es hora de que el pueblo sea gobernado por un representante auténtico, si el fascismo no quiere soltar el gobierno, debemos responder con la insurgencia popular, amparados en la constitución política vigente, el derecho de insurgencia consagrado en el segundo párrafo del Artículo 46°, Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y de las leyes. La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional. Son nulos los actos de quienes usurpan funciones públicas.

El pueblo debe garantizar el cumplimiento de las promesas del nuevo presidente Pedro Castillo así mismo debe defender y acompañar en el proceso de cambio y si este es amenazado como está acostumbrado Fuerza Popular con su lideresa Keiko Fujimori, sus aliados a desestabilizar, conspirar y derrocar gobiernos el campo popular debe organizar las “autodefensas del pueblo” para defender el proceso de cambio del pueblo.

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