A 549 días de enfrentar una dura contingencia en Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, siendo el día miércoles 15 de septiembre de 2021, la agenda política mediática de Venezuela abrió con la información de la propuesta formulada por el diputado- Presidente de la Asamblea Nacional y representante plenipotenciario del Estado Venezolano en la Mesa de Diálogo en México, Dr. Jorge Rodríguez Gómez, de proponer la inclusión como representante plenipotenciario al diplomático secuestrado en Cabo Verde, Alex Saab.
“Queremos informar a la opinión pública que incorporamos al diplomático Alex Saab como miembro pleno de esta delegación y como delegado ante la mesa social aprobada en el acuerdo parcial de atención al pueblo de Venezuela”, dijo.
Agregó que el diplomático está perfectamente capacitado para formar parte como miembro pleno de la Delegación y la decisión será confirmada al gobierno de Noruega, el gobierno de Rusia y a todos los involucrados.
“Se creará una mesa social encabezada por mi persona, Gabriela Jiménez y Álex Saab para debatir los temas de mayor importancia en el próximo encuentro en México, en especial el caso de Monómeros”, reiteró el también jefe del Parlamento.
Evidentemente, ante la propuesta de la vocería del Estado Venezolano, la representación guaidosistas en la vocería de Gerardo Blyde, emitió un comunicado en respuesta a esta propuesta, rechazándola de plano y tildando nuevamente al Gobierno Bolivariano de “régimen”.
Mencionando sólo estos hechos como una pequeña muestra, y sin más preámbulos, entremos directamente en el objetivo que me ha llevado hoy a escribir estas líneas.
La propuesta de la delegación del Estado Venezolano es a mi parecer una brillante jugada diplomática y estratégica por parte del Jefe de Estado Nicolás Maduro, en aras de probar el verdadero talante de la representación de un sector de las oposiciones venezolanas, que han tenido presiones de diversa índole para no llegar a ningún acuerdo y levantarse de la mesa. Esto es algo que ellos no se esperaban y que representa lo que en el argot popular sería una “papa caliente” para ellos.
El caso de Alex Saab, al igual que el de Hugo “El Pollo” Carvajal y el reciente evento de sabotaje eléctrico de hace tres días en el país forman parte de las maniobras que, desde EEUU, Colombia, Canadá y la propia UE realizan para dinamitar los diálogos de México. Como me ha indicado un acucioso y agudo lector que me sigue, el sabotaje es desde dentro y desde fuera y hay que tener mucho cuidado de caer en “pajaritos preñados”.
La propuesta de incluir al diplomático Alex Saab debe ser un punto de honor que debe llevar la representación bolivariana a la mesa de México, puesto que a un convicto terrorista y reincidente en múltiples oportunidades como Freddy Guevara se le permitió incluirse como representante plenipotenciario de la Mesa en México, con todas las implicaciones y concesión que hizo la representación bolivariana en aras de avanzar en algunos acuerdos para garantizar la paz y la eliminación de las medidas coercitivas unilaterales que golpean y hacen sufrir a importantes sectores vulnerables de nuestra población. Cuando un proceso de negociación y acuerdos es serio, se supone que las partes se otorgan mutuas y reciprocas concesiones. Si se llegó al extremo que un connotado terrorista forme parte de esta instancia, con más razón un diplomático debidamente acreditado por la República Bolivariana de Venezuela y por las misiones que Alex Saab realizaba en el exterior en aras de hacer menos gravosa la situación por la que estamos atravesando debe estar en la Mesa de México.
La respuesta dada por Gerardo Blyde al rechazo de la propuesta de la inclusión del diplomático Alex Saab a la Mesa de Diálogo en México, además de apresurada, confirma lo que ya he venido indicando en ediciones anteriores a esta columna. Esta representación de la extrema derecha en México no tiene criterios propios y está siendo muy presionada por sus verdaderos amos que son los EEUU. Para no quedar en evidencia, le ordenaron a este “vocero” que respondiera con unos argumentos tan absurdos y pueriles que ni valen la pena reproducirlos en estos análisis que me permito compartir con todas y con todos ustedes.
Creo que es una tremenda jugada estratégica de alto riesgo, pero no por ello menos audaz y valiente de parte de la representación del Gobierno y del Estado Bolivariano, porque no sólo se incluye a Saab en la Mesa de Diálogo de México y en especial en una mesa de tal importancia como lo es la social, a fin de poder solventar problemas tan sensibles para nuestro pueblo como lo es el de la alimentación y los medicamentos tan necesarios. Pero, además, que dicha propuesta se haga llegar a la facilitación del Reino de Noruega y al gobierno de Rusia (que también participa en la facilitación y es además aliado estratégico nuestro) y demás implicados, deja constancia, además, de la firmeza, transparencia y buena fe de Nicolás Maduro de llegar a acuerdos que beneficien a todo el país.
La representación del sector de la oposición lopecista, caprilista y guaidosista de México teledirigida por EEUU que se sienta en México por dar una apariencia de querer “mostrar voluntad política” para resolver los problemas del país, nada ha señalado sobre la reciente acción terrorista perpetrada en contra del sistema eléctrico nacional. Incluso Guaidó se pronunció a favor del reciente asalto por parte del gobierno colombiano a la empresa venezolana Monómeros. Ya esto de por sí implica un incumplimiento a los dos primeros acuerdos parciales firmados a comienzos de mes, donde esta “Plataforma Unitaria” reconoce al Gobierno y al Estado Venezolano, y esto, aunado a las presiones y acciones desde dentro y desde fuera, advierten sobre la posibilidad latente de que estos factores allí representados se levanten de la Mesa. Dios quiera que yo me equivoque en esta apreciación.
Levantarse de esta Mesa implicaría sumir al país, y esto lo señalo por parte de ellos, en toda una espiral de desestabilización, de inestabilidad en diversos órdenes que en nada ayuda a la necesaria restitución del estado de bienestar y de la economía del país. Pero el propio Presidente Nicolás Maduro ya ha venido advirtiendo sobre los intentos por dinamitar estos esfuerzos por lograr acuerdos por parte de poderosos lobbys a nivel internacional con el apoyo de algunos colaboracionistas en el país.
Ante estos escenarios de amenazas y eventuales dificultades, es el momento, así como lo hice cerrando la anterior entrega, de llamar a los venezolanos y venezolanas que sientan la Patria desde las vísceras, a unirnos en defensa de nuestra Patria. A encontrarnos, a dejar diferencias a un lado y a constituirnos en un solo frente por el país.
En lo personal, además de comenzarme a activar en algunos frentes en el que me mantuve durante algunos meses inactivo; estoy en una etapa incluso de llamar a compañeras y compañeros con los que por algunas tonterías me peleé y hasta herí, como me herí a mí mismo. Pero en estos días, otro buen amigo, ante esos compañeros y compañeras de lucha, tanto de vieja data como más recientes, con los que tuve algunas diferencias, me recomendó llamar y hablar con esos compatriotas y camaradas y hasta de restituir esos contactos y mantenerlos, porque de aquí al 21 de noviembre, ante estas amenazas, debemos estar más conectados, más comunicados, más cohesionados.
Esto último no sólo lo escribo como un mero análisis político. Lo escribo también desde mi corazón y desde la emotividad y emocionalidad revolucionaria. Lo escribo desde el afecto para varios y para varias a los que espero les llegue este mensaje, no sólo repito desde el difícil momento y ante las amenazas y asechanzas que habrá de aquí a los 67 días que restan, si las cuentas no me fallan, de cara a las elecciones de noviembre, sino también desde el amor más puro que pueda sentir.
“El vacío se está apoderando de la humanidad, y sólo el amor la podrá salvar”