"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Earle Herrera y su pluma serán honrados

La pasión de Earle Herrera por la escritura es algo indescriptible: el humor, la inteligencia y la sencillez van de la mano de este poeta, periodista y profesor, que deja imborrables huellas a través de sus textos.

Tan respetado es Earle por sus registros y agudos análisis que solamente él podía mostrar su visión y pasión por el Credo de Aquiles Nazoa que quedó plasmado en un libro bautizado recientemente, en el que muestra su punto de vista hacia cada personaje que el “Ruiseñor de Catuche” plasmó en ese maravilloso manifiesto.

“No pretendo biografiarlos, algo de lo que ya se encargaron autores especializados en ese género y muchas enciclopedias, incluida la ‘wiki’ de internet, ese digital caldo morado.

Oremos”, acota Earle en el libro, quien calificó como humilde a Nazoa con su Credo, pues “solo quiso dejar testimonio de quién es y en quién y en qué cree. Es una oración que se puede leer o rezar, definido por la crítica literaria como un poema en prosa. Es un acto de fe artística y un acto de amor. Al fin y al cabo, creer es amar y amar es crear, ‘a riesgo de parecer ridículo’. O cursi. O romántico”.

¿Quién podía describir mejor a grandes como Pablo Picasso, Charlie Chaplin e Isadora Duncan, por ejemplo, como Earle Herrera lo hizo de los personajes del texto de Nazoa?

No podía faltar tampoco su prólogo en el libro Aquiles Nazoa, poeta enhumorado, en el que describe al cumpleañero como el amor hecho arte: “Cada expresión artística que cultivó el poeta de las cosas más sencillas estuvo inspirada y moldeada por el más alto sentimiento humano. Escribir sobre este, siempre es riesgoso, por aquella advertida cercanía de lo sublime y lo ridículo”.

De hecho, Earle va más allá en cuanto a la obra de este escritor popular caraqueño a quien se le celebra el centenario de su nacimiento, cuando dice que está ungida y recorrida íntegramente por la poesía y el humor, “más allá de la forma literaria en que la misma esté expresada. Hay humor en su creación poética y hay poesía en su prosa humorística”.

Entre el periodismo y la literatura

El “profe”, como le decimos muchos de sus alumnos de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, es muy didáctico a la hora de enseñar y de exponer sus conocimientos en el ámbito periodístico.

Su primer libro en este aspecto fue La magia de la crónica, en 1987, en el que señala que ésta “no es el cruce de caminos donde confluyeron historia, periodismo y literatura”, sino que “se convierte en género literario cuando surge en sus oficiantes la preocupación no sólo por contar sino por hacerlo bien y en forma amena, clara y agradable para el lector”.

Así piensa y ha enseñado en las aulas de clases este profesor de las materias Periodismo de Humor y Periodismo de Opinión que también tiene en sus registros libros como El reportaje, el ensayo; Periodismo de opinión, Los fuegos cotidianos; El que se robó el periodismo que lo devuelva; así como Ficción y realidad en El Caracazo: Periodismo, literatura y violencia, con el que ganó el Premio Nacional de Periodismo 2011; y El periodismo según Clark Kent, que no es más que un ensayo-crítica a la labor informativa de los medios de comunicación en Venezuela que fueron vulnerados por intereses del capitalismo.

Y aunque el periodismo es su pasión confesa, la prosa y la poesía no se quedan atrás, como lo ha demostrado con otros textos como A la muerte le gusta jugar con los espejos, que obtuvo mención especial del Premio Municipal de Literatura; Penúltima tarde que se llevó el Premio Municipal de Poesía de Caracas en 1977; Cementerio privado que ganó el Premio Consucre de Narrativa 1986; y La espada sobre el fuego: los poetas invocan a Bolívar, entre una decena de publicaciones.

Bien es sabido igualmente que es una firma reconocida desde que fue articulista por muchos años en el diario El Nacional, además del tino que muestra actualmente en “El kiosco de Earle” que publica Ciudad CCS.

Por esto y más, pues bien merecido es entonces que Earle Herrera sea homenajeado, al igual que Nazoa, en la próxima Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), que se llevará a cabo en noviembre de este año de manera digital por aquello del COVID-19 que amenaza a la humanidad.

Esperamos más de sus letras y de sus pensamientos que desnudan la realidad de los países, del periodismo, de la vida, y del humor.

 

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