"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

La vida de Ilich Ramírez Sánchez

Ilich Ramírez Sánchez nació en Caracas el 12 de octubre de 1949. Su madre es Elba María Sánchez, oriunda de San Cristóbal, Estado Táchira, y su padre fue el abogado Altagracia Ramírez Navas (1917 – 2003), nacido en Michelena, Estado Táchira. De su padre, convencido y consecuente Marxista-Leninista, obtiene su formación ideológica y la fuente de inspiración para su futura vida de combatiente internacionalista. Sus hermanos menores, Lenín y Vladimir, también nacieron en Caracas, en 1951 y en 1958, respectivamente.

Habiendo realizado su educación primaria en casa con profesores particulares marxistas, Ilich y Lenín cursaron estudios de secundaria en el Liceo Fermín Toro de Caracas, de donde ambos egresaron como bachilleres en ciencias en Junio de 1966.

En Agosto de ese mismo año, Ilich, su madre y dos hermanos se fueron a Londres, Inglaterra, a emprender un proceso formativo diseñado por su padre, con la intención de aprender las culturas y los idiomas de Inglaterra, Francia y Alemania, para posteriormente volver al país dotados de herramientas culturales e ideológicas que les permitiera a los tres hermanos luchar por la transformación de la realidad venezolana. Sin embargo dicho proceso fue alterado cuando, en julio de 1968, Ilich y Lenín obtuvieron una beca por medio de la Juventud del Partido Comunista de Venezuela (JPC), para cursar estudios en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú, capital en esa época de la Unión Soviética. Durante dos años de formación académica en dicha casa de estudios, entró en contacto con estudiantes de distintas nacionalidades y conoció de cerca las luchas armadas antiimperialistas que se libraban en sus respectivos países, particularmente la causa del pueblo palestino, oprimido por el Estado de Israel y su mentor Estados Unidos. Finalmente en el verano de 1970, tras desavenencias con las autoridades soviéticas y algunos cuadros venezolanos, Ilich fue expulsado de la Lumumba.

En julio de 1970 viajó al medio oriente para unirse a la lucha armada del pueblo palestino. Estando en un campamento de formación de combatientes del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) en Jordania, vivió los terribles acontecimientos del “Septiembre Negro”, desatado por el régimen jordano contra los palestinos refugiados en su territorio, ese mismo año. Su mentor en dicha organización, Wadih Haddad, le confiere como seudónimo de combate el nombre “Carlos.

En febrero de 1971 Ilich vuelve a Londres a emprender acciones de inteligencia para el FPLP bajo la cubierta de la normalidad de su vida familiar. Permaneció con los suyos hasta el 10 de octubre de 1974, cuando se mudó a París, Francia. Su familia viajó de vuelta a Venezuela en febrero de 1975. El 27 de junio de 1975, estando en una fiesta con otros venezolanos en un apartamento del edificio Nº 9 de la Rue Toullier, ubicado en el Barrio Latino de París, tres agentes policiales franceses y un delator libanés a su servicio, Michel Moukharbal, se presentaron preguntando por él. Tras un intercambio de palabras y acusaciones del delator libanés, se produce una balacera, en la cual mueren dos agentes policiales y el delator Moukharbal. El otro agente policial yace gravemente herido. Ilich desaparece del sitio ileso.

La mañana del 21 de diciembre de 1975, y al frente de un comando multinacional de combatientes, Ilich dirige el asalto a la sede de la OPEP en Viena, Austria, tomando 62 rehenes, entre ellos a los Ministros de los países miembros de dicha organización, a su personal de apoyo, guardias custodias y al personal administrativo y de seguridad de la OPEP. El asalto tuvo el propósito de llamar la atención del mundo a la situación de la Causa Palestina, obtener recursos para dicha causa, denunciar su opresión por los gobiernos de Israel y Estados Unidos, así como la actitud cómplice con dichos opresores de los gobiernos de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar e Irán (ésta última bajo el régimen del Sha Reza Pahlevi). Tras enfrentamientos que dejaron un saldo de tres muertos, el 22 de diciembre de 1975 partieron en vuelo desde Viena hacia Argelia, el comando y sus 42 rehenes. Finalmente el 24 de diciembre, tras un periplo por varios países del Magreb, y de vuelta en Argelia, el comando – habiendo logrado su cometido – cesó su operativo, liberó a todos los rehenes y desapareció para reincorporarse a la lucha por la Causa Palestina.

A partir de la exitosa y notoria acción de Viena, los medios de comunicación pro-occidentales y sionistas dieron rienda suelta al mito de Ilich – llamado “El Chacal” por dichos medios amarillistas para descalificar su accionar – atribuyéndosele la autoría de numerosas acciones armadas a favor de la Causa Palestina, entre ellas el fallido secuestro, en julio de 1976, de un avión de Air France y su desvío a Entebbe, Uganda, acción frustrada por un cruento asalto de comandos israelíes para liberar a los rehenes. Ilich NO participó en esta operación.

Luego de 1977, Ilich y sus colaboradores multinacionales participaron activa e intensamente en la guerra entre oriente y occidente, árabes y sionistas, oprimidos y opresores, teniendo como escenarios de lucha Europa y el Medio Oriente, y como principales enemigos a los servicios de inteligencia de Israel, Estados Unidos y de sus aliados. Desde 1990, luego de la caída de la Unión Soviética y de sus aliados en Europa, Ilich restringe su accionar al Medio Oriente, en dónde la continua presión de los Estados Unidos, sus aliados en Europa, e Israel sobre los anteriores gobiernos aliados de Ilich, van cerrándole los espacios para su accionar.

A finales de 1993 Ilich llega a Sudán, donde le ofrecen refugio y apoyo en tiempos difíciles. Sin embargo la presión de occidente sobre dicho régimen surtió efecto, llegando a un acuerdo el gobierno del Sudán con las fuerzas imperialistas para entregar a Ilich, a cambio de un trato de mayor consideración hacia dicho país, así como información y recursos materiales para acabar con la insurgencia cristiana que libraba una sangrienta lucha contra el régimen islámico al sur de Sudán, LA CUAL HABIA SIDO ARMADA Y ENTRENADA POR LAS MISMAS POTENCIAS OCCIDENTALES QUE AHORA LA SACRIFICABAN PARA OBTENER A SU MAS GRANDE OBJETIVO: “CARLOS”.

De esta manera, el 15 de agosto de 1994, mientras se recuperaba de una operación que se la había practicado, Ilich fue sometido por los mismos guardias sudaneses asignados a su protección, fue narcotizado por un médico sudanés, y llevado esposado y encapuchado a un aeropuerto de la capital sudanesa, Jartúm, donde fue entregado a agentes de seguridad franceses a bordo de un jet ejecutivo. A las pocas horas, ya en territorio francés, en la base aérea de Villacoublay, se le hizo entrega de una orden de captura nacional (sólo válida para personas detenidas en dicho territorio), para luego ser internado en las cárceles francesas. Estos hechos fueron reconocidos públicamente por las autoridades francesas del momento, responsables de dicha acción. Siendo que Llich fue trasladado a la fuerza desde Sudán hasta Francia, sin que se cumpliera el proceso de captura y posterior extradición requerido en casos similares, es que se habla del SECUESTRO de Ilich por el Estado francés, lo cual INVALIDA el proceso judicial que se le ha seguido desde entonces y hasta la fecha en Francia, y por ende obliga a su inmediata liberación y consiguiente REPATRIACION a Venezuela, su país de origen y garante de sus más elementales derechos humanos.

Es necesario denunciar que en los casi 16 años y medio de encierro padecido en dichas cárceles, Ilich ha sufrido torturas físicas, agresiones e intentos de asesinato – por otros presos, bajo influencia de las autoridades penitenciarias francesas – torturas psicológicas – aislamiento total durante casi 10 años y privación prolongada de sueño – así como otras situaciones vejatorias y violatorias de su condición de prisionero, establecidas y reconocidas por Convenciones Internacionales, de las cuales son signatarias tanto Francia como Venezuela. Debido a la continua violación de sus derechos humanos, Ilich se mantuvo en huelga de hambre y de sed durante más de 20 días, en noviembre de 1998, para protestar por su situación, sin que hubiera una mediación activa de la Embajada de Venezuela en París, ni de la Cancillería del gobierno del entonces Presidente Rafael Caldera. Sólo el llamado del líder del FPLP, Dr. George Habash, pudo persuadir a Ilich de desistir de esa acción que le mantuvo al borde de la muerte.

En diciembre de 1997 Ilich fue condenado a cadena perpetua por las muertes de 2 agentes policiales franceses y un delator libanés, ocurridas el 27 de Junio de 1975 en la Rue Toullier, en París, juicio llevado a cabo ante la Corte de Assis parisina, de origen napoleónico y la cual le condenara sin que existieran pruebas concluyentes en su contra, ni declaraciones de testigos presenciales de los hechos. Además se le siguen desde hace catorce años 5 causas más: Atentado con granada en local “Le Drugstore” de París el 15 de septiembre de 1974; Explosión de bomba en el tren de alta velocidad “Le Capitole” que viajaba de París a Tolosa, el 29 de marzo de 1982; Explosión de coche-bomba en la Rue Marbeuf de París, el 22 de abril de 1982; Explosión de bomba en el tren de alta velocidad que viajaba de Marsella a París, a la altura de la población de Tain L’Hermitage, el 31 de Diciembre de 1983; Explosión de bomba en el tren de alta velocidad que viajaba de París a Marsella, ocurrida en la estación ferroviaria de Gare Saint-Charles en Marsella, el mismo 31 de Diciembre de 1983.

Es necesario aclarar que hasta la fecha el sistema judicial francés ha sido incapaz de demostrar la responsabilidad de Ilich en ninguno de estos 5 atentados “terroristas”. El caso de Le Drugstore se encuentra “engavetado” por el juez de la causa, Jean Louis Bruguière, para hacerlo reaparecer cuando le resulte conveniente – en el caso de que el Estado venezolano reclame la repatriación de Ilich a Venezuela, bajo los beneficios del tratado de intercambio de presos firmado por nuestro país y Francia – bajo el argumento de que Ilich es aún procesado por cometer un acto de “terrorismo”. Las otras cuatro causas han sido agrupadas en una sola, sin posibilidad real de que las mismas resulten en la condena de Ilich, toda vez que hasta el presente las autoridades francesas han sido incapaces de encontrar elementos probatorios de la responsabilidad de Ilich en dichos eventos. Por esta razón es necesario denunciar la permanente campaña difamatoria en contra de Ilich por parte del Estado francés y la maquinaria mediática sionista, al catalogarlo de terrorista por haber sido condenado por actos de terrorismo. ESTO ES ABSOLUTAMENTE FALSO, YA QUE ILICH JAMAS HA SIDO CONDENADO POR ACTO TERRORISTA ALGUNO.

No obstante lo anterior, el Estado francés ha anunciado que entre noviembre y diciembre de este año 2011 se juzgará a Ilich por los atentados antes señalados. Como preámbulo a dicho “juicio”, el Estado francés ha desplegado – desde hace más de un lustro – una feroz campaña de terrorismo financiero en contra de la Dra. Isabelle Coutant, pareja sentimental y principal defensora de Ilich, con miras a insolventarla y así inhabilitarla para ejercer su profesión. Esta campaña busca que Ilich enfrente el “patíbulo judicial” de finales de este año sin la asistencia de la combativa abogada, logrando de ésta manera que se encuentre absolutamente indefenso ante sus acusadores y sin que se le respete sus derechos a la legítima defensa y al debido proceso. ESTA SITUACION HA SIDO DENUNCIADA DESDE HACE MÁS DE UN AÑO AL CANCILLER NICOLÁS MADURO, SIN QUE HASTA LA FECHA HAYAMOS TENIDO RESPUESTA EFECTIVA ALGUNA DE SU PARTE, Y DE HECHO DESDE HACE MÁS DE SEIS (6) MESES NO HEMOS PODIDO NI SER RECIBIDOS EN AUDIENCIA NI TAMPOCO ATENDIDOS POR TELÉFONO POR DICHO MINISTRO.

Por otra parte la Cancillería venezolana, aún habiendo efectuado el estudio de nuestras denuncias del secuestro de Ilich por el Estado francés, y concluido – en noviembre de 2000, luego de un año de investigación de su consultoría jurídica – que SÍ hubo tal secuestro, JAMÁS ha procedido ante su contraparte francesa para esclarecer esta situación, y revertir semejante delito, haciendo prevalecer el legítimo derecho de Ilich a estar en libertad.

El 5 de enero de 2006, Ilich fue transferido a la cárcel de Clairvaux, ubicada a 260 kms. y un día de viaje de París, logrando así las autoridades judiciales francesas el aislamiento “de hecho” de Ilich, toda vez que su defensa (ad-honorem) carecía de recursos económicos para cubrir los 2 días de viaje para realizar cada visita a su defendido. En cuanto a los funcionarios de la Embajada de Venezuela en París, éstos apenas le dispensaron pocas y cortas visitas durante su permanencia en dicha cárcel. Cabe señalar que en estas visitas se le hacía entrega de tarjetas telefónicas y otras menudencias, así como se “constataba” su estado de salud y vitalidad. En ningún momento nuestra delegación diplomática investigó los atropellos cometidos por las autoridades penitenciarias y judiciales en contra de Ilich, tales como sus traslados (durante casi 8 horas) entre la cárcel de Clairvaux y los tribunales en París, dentro de una furgoneta, encerrado en un cajón metálico de paredes sólidas de 1,00 M de base y 1,50 M. de altura, esposado de pies y manos, sin ingerir líquidos ni alimentos, y con un pequeño orificio para la entrada de aire, trato denigrante propio de las mazmorras de la Edad Media, reservado por las autoridades penitenciarias francesas a sus presos de “alta peligrosidad”. Esta dramática situación fue soportada por Ilich hasta el 14 de abril de 2008, cuando fue trasladado a la cárcel Maison Centrale de Poissy, cerca de Versalles, a 70 kms. de París. En ésta etapa más reciente de su secuestro en Francia, Ilich sigue privado del derecho a la legítima defensa al negársele acceso a los expedientes que se le “instruyen”, por su supuesta responsabilidad en actos “terroristas”. El acoso ejercido en su contra por las autoridades penitenciarias francesas ha ocasionado que desde octubre de este año le interrumpan las llamadas telefónicas a su familia y abogados en Venezuela.

No obstante todo lo anterior, el 20 de noviembre de 2009, el Presidente Hugo Chávez – con valentía e inconfundible firmeza – sembró renovadas esperanzas de que nuestro Estado revolucionario logre hacer justicia en el caso de Ilich. Ese día REIVINDICÓ a Ilich como LUCHADOR REVOLUCIONARIO POR LA CAUSA PALESTINA, rechazando su calificativo de TERRORISTA, Y DENUNCIANDO SU SECUESTRO POR LA POLICIA FRANCESA EN SUDÁN. Luego el 27 de noviembre de 2009, nuevamente en dos ocasiones ratificó su postura en relación a Ilich, señalando su conducta internacionalista en la tradición de nuestros próceres.

¡LIBERTAD PARA ILICH RAMIREZ SANCHEZ, LUCHADOR REVOLUCIONARIO!

¡REPATRIACIÓN PARA EL COMANDANTE CARLOS!!

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