"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Qué diferencia

Hoy observamos a través de los medios internacionales la toma de posesión del nuevo Presidente de Bolivia, Luis Arce y del Vicepresidente, David Choquehuanca, quienes llegaron al gobierno de la República Plurinacional de Bolivia, no sin vencer grandes obstáculos nacionales e internacionales, pero pese a ello, con amplísimo respaldo popular, con calor a pueblo y llamando a la Paz y la reconciliación nacional, que pretendieron anular sus antecesores dictatoriales.

Eso nos permite expresar ¡QUE DIFERENCIA! Si,  diferencia con los que se vanaglorian de la boca para afuera al autodenominarse “mundo desarrollado”, que pretenden ser lideres morales del orbe, pero que cada día dan el peor ejemplo, de cómo debe gobernarse un país, de cómo conservar el planeta donde habitamos y de cómo desarrollarnos en Paz y Armonía.

El ascenso de los nuevos gobernantes bolivianos, marca la diferencia, verbigracia, con un país del “mundo desarrollado”, que pretende darle lecciones de democracia a otras naciones.

Los nuevos gobernantes de Bolivia, pletóricos de sentimiento popular, que superaron el odio, la discriminación, la persecución que pretendieron imponer para dividir al Pueblo Boliviano, los dictadores apoyados por Estados Unidos, con la anuencia de una Europa envilecida y servil al imperio norteamericano y la intervención descarada de una OEA que ha dejado de representar los intereses de nuestra región con un Secretario General, rastrero y en la nomina del Imperio norteamericano, llegan para conducir una nación, calificada por los “civilizados” como del Tercer mundo, pero henchida de dignidad y honor.

Esa es una gran DIFERENCIA, mientras estos nuevos gobernantes llegan dispuestos a superar el odio y la discriminación, que los dictadores títeres crearon para dividir a Bolivia; Trump, presidente saliente de los Estados Unidos, frustrado, rabioso, dando pataletas y anunciando fraude electoral, deja a su país dividido, cargado de odio y en vilo de una violencia que puede traer graves consecuencias a futuro en ese país.

Mientras los nuevos gobernantes de Bolivia, asumen sus responsabilidades gubernamentales, haciendo un llamado a superar el odio y a consolidar la Paz para fomentar su desarrollo, un país del “mundo desarrollado”, como los Estados Unidos, sufre el legado de un presidente saliente que deja a su país convulsionado por la violencia racial, por el asesinato impune de hombres y mujeres de raza negra, que son beneficiados por sus crímenes y fomentando a las fuerzas más conservadoras y atrasadas de ese país, para reinar con el oscurantismo y el maltrecho racismo, que todavía hoy sobrevive en los Estados Unidos.

Esa es una gran DIFERENCIA, mientras los nuevos gobernantes de Bolivia, denominados por ellos como “Tercer Mundo”, toman posesión dejando sobre el tapete la necesidad de salvaguardar la naturaleza, la diversidad y el respeto por la Pacha Mama, que no es otra cosa que la tierra en que vivimos; el presidente saliente de los Estados Unidos, deja un mal ejemplo , denunciando, y saliéndose de tratados ambientales, que tienen el respaldo mundial, pero que el retira la firma de su país a los mismos, en un arrebato de la prepotencia que lo caracterizó en todo su mandato.

Esa es una gran DIFERENCIA, mientras los nuevos gobernantes de Bolivia, denominados por ellos como “Tercer Mundo”, llaman a la reconciliación nacional y abrir sus fronteras para establecer relaciones con todos los países del orbe; el presidente saliente de los Estados Unidos, caracterizado por su embestidas rabiosas, deja al mundo plagado de sanciones, sometiendo a pueblos enteros a la pobreza y las inclemencias de las hambrunas, porque esas naciones se resisten a que su brazo sea torcido( palabras del demócrata Obama), para estar sumisos a la política imperial.

Esa es la gran DIFERENCIA, mientras los nuevos gobernantes de Bolivia, denominados por ellos como “Tercer Mundo”, cultivan la Paz, como único camino para el desarrollo de los pueblos; el presidente saliente de los Estados Unidos, cultiva, si, pero la producción de armas,  con las cuales contaminan al mundo, fomentan guerras para tener un negocio más lucrativo y dotan tanto a los carteles de las drogas como a los grupos terroristas que califican como amigos para mantener un estado de violencia mundial, que refuerce su ingreso por venta de armas, que es de capital importancia para la Economía Yanqui.

Esa es la gran DIFERENCIA, mientras los nuevos gobernantes de Bolivia, denominados por ellos como “Tercer Mundo” y el pueblo boliviano es admirado universalmente por su dignidad,  y en el Acto de proclamación estuvieron presentes algunos que callaron cuando el golpe de Estado contra Evo Morales y otros que soterradamente lo apoyaron; el mundo está pasmado por el estado caótico en que ha quedado los Estados Unidos, sin un ente oficial que proclame al Presidente Electo y el que está todavía en ejercicio, dando pataletas cantando fraude y su pueblo en vilo de una violencia

Hay más diferencias, pero no hay espacio. POR ESO DECIMOS, QUE DIFERENCIAS TAN GRANDES HAY ENTRE EL MUNDO DESARROLLADO Y EL TERCER MUNDO.

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