"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

La Unasur de los pueblos se comenzó a fraguar en San Benito

El Encuentro de Pueblos y Organizaciones del Abya Yala, organizado por el expresidente boliviano Evo Morales, concluyó en Cochabamba con la firma de un documento enérgico y radical, en el cual las organizaciones indígenas del continente propusieron cambiar las repúblicas por estados plurinacionales, inspirados en el que se fundó en Bolivia en 2009.

En ese marco, Evo Morales anunció en abril de 2021 tendrá lugar un encuentro para fundar la Unión de Naciones Suramericanas de los pueblos (Runasur), que contará con la “participación de indígenas, obreros profesionales e intelectuales” provenientes de 12 países. En quechua, la palabra runa quiere decir ser humano. Pero tras siglos de colonización, se comenzó a utilizar esta palabra como insulto, pro ahora se intenta resignificar ese término para que recupere su carga positiva

. “Debemos organizarnos para realizar cambios estructurales”, dijo Morales en el cierre del encuentro. “Eso significa acabar con el Estado colonial, el Estado impuesto desde afuera. Por eso durante la colonia hubo sublevaciones frente a la injusticia, la intervención, la invasión. “Necesitamos integración para la liberación de nuestros pueblos. Rebelión contra la injusticia y la desigualdad: esa es la lucha de los pueblos del mundo”, arengó el expresidente.

El Encuentro de Pueblos y Organizaciones del Abya Yala realiza este sábado su jornada conclusiva, en el que los participantes han aprobado pronunciamientos en favor de justicia para los pueblos originarios, los países de la región y para la Madre Tierra.

El cónclave aprobó una declaración rechazando la decisión de Estados Unidos de cotizar el agua en la Bolsa de Valores. “¡Cotizar el agua es ponerle precio a la vida! El agua no puede comercializarse, no puede estar en manos privadas. El acceso al agua es un derecho de los pueblos”, expresa el pronunciamiento.

Un segundo rechaza el bloqueo estadounidense contra Venezuela y patentiza el “firme rechazo a las acciones injerencistas de cualquier Estado u organización en los asuntos internos de Venezuela. El pueblo venezolano “tiene el derecho a la defensa de la soberanía y a la libre autodeterminación”, concluye el documento.

En el evento se trataron temas de interés para los pueblos originarios, tales como crear empresas comunitarias, rescatar las prácticas ancestrales de producción de alimentos, la descolonización de la producción de bienes y servicios de la economía y la moneda, adoptar el estado plurinacional como política latinoamericana y rescatar el uso de medicina tradicional.

Durante sus 14 años de mandato, Morales visitó los distintos escenarios internacionales para hablar sobre las bondades de la Pachamama, la Madre Tierra en quechua y aymara, como contraponía al sistema capitalista depredador, que lleva al planeta y a quienes lo habitamos a una extinción segura.

Sus discursos despertaban admiración entre los pueblos originarios de todo el mundo, que lo tomaban como un referente. Pero, el gobierno de Morales se enemistó con gran parte de las organizaciones indígenas que lo habían llevado al poder en 2006.

El principal motivo estuvo en las obras de gran envergadura que planteaba realizar en áreas protegidas: explotación petrolera, represas y carreteras son algunas de las propuestas que no convencían a los indígenas cuyos territorios se verían afectados.

El 12 de noviembre, un día después de comenzar su nueva residencia en Chimoré, en el trópico cochabambino, Morales se reunió con líderes indígenas y sociales de varios países que habían acudido a celebrar su repatriación, y decidieron realizar este encuentro en San Benito, en el Valle Alto de Cochabamba, el 18 y 19 de diciembre.

“En muy corto tiempo realizamos este encuentro. Era importante, porque dentro de poco tiempo habrá elecciones (en Ecuador y Perú) y una Asamblea Constituyente (en Chile)”, comentó Morales. “Por ello queríamos compartir nuestra experiencia de una Asamblea Constituyente del pueblo”, que tuvo lugar en Bolivia entre 2006 y 2008.

Evo recordó que muchas tantas reformas constitucionales fueron hechas solamente con representantes de los partidos en los congresos, o con supuestos expertos de leyes, y señaló que “en Bolivia los movimientos sociales, a la cabeza del movimiento indígena originario, nos hemos planteado acabar con esa república, con ese Estado colonial excluyente. Gracias a los pueblos indígenas tenemos un Estado Plurinacional al servicio de las comunidades”.

Hace una década, cuando en la región se desempeñan varios gobiernos progresistas se conformó la Unión de Naciones de Sudamérica (Unasur). Para la instalación de su parlamento se había construido la sede en San Benito, la población rural donde se realizó este encuentro. “La derecha sudamericana ha puesto a la Unasur en el congelador. Ahora está agonizando, pero no perdemos la esperanza”, dijo Morales.

Organizaciones indígenas y sociales de 10 países

El encuentro realizado en la sede de la Unasur contó con representantes de organizaciones indígenas y obreras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Panamá y Venezuela. Un millar de personas, según los organizadores, trabajaron el 18 y 19 de diciembre repartidos en tres mesas: Política, Social y Económica.

Entre sus conclusiones, solicitaron la instauración de una educación intercultural y bilingüe, la cual “debe ser inclusiva, sostenible y pertinente. Además, debe basarse en el ama sua, ama k’ella y ama llulla”, una trilogía ética de la sabiduría aymara, que quiere decir no robes, no mientas y no seas flojo (o vago).

También solicitaron incluir a las mujeres en los procesos económicos y productivos de manera equitativa, para que ellas tengan independencia y ejerzan su autodeterminación. Plantearon “erradicar los medios de comunicación hegemónicos que no representan a las poblaciones indígenas. El Estado debe garantizar el funcionamiento de medios de comunicación de sectores populares, pueblos indígenas y comunidades campesinas”.

Entre otros puntos, también rechazaron la privatización del agua, que comenzó a principios de diciembre a cotizar en la bolsa de Wall Street.

Ava Ushoo, del pueblo Kichwa de Ecuador, comentó que “esta unidad que hoy hemos demostrado debe seguir para luchar contra este sistema. Debemos tener nuestro propio sistema de educación, de economía, de política. Caso contrario, siempre vamos a estar sumisos. Siempre vamos a ser solo escalera, utilizados”.

Sonia Gutiérrez, del pueblo Maya de Guatemala, sostuvo que vuelve a su territorio “con el compromiso de construir los estados plurinacionales. En Guatemala estamos enfrentando una crisis sanitaria y también política, pero también estamos levantándonos los distintos movimientos organizativos”.

Aseguró que en su país, el 70% de la población es indígena o afrodescendiente. Y agregó: “Estamos totalmente seguros de que a través de esta alianza, que hoy hemos reafirmado en este encuentro, en Guatemala también vamos a construir este Estado plurinacional, que reconozca nuestros modos de vida, nuestras formas de existencia”.

 

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