Dice una mítica frase conocida universalmente que el hombre es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra. Alusiva a la torpeza, a la falta de discernimiento y a veces también a la ignorancia y terquedad de los seres humanos que por tener poco raciocinio se equivocan, vuelven a equivocarse y hacen de la equivocación prácticamente una manera de comportarse.
Esta frase le cae como anillo al dedo, al archipiélago de la oposición venezolana, que divididos en grupos y sub grupos, cada uno por su parte, maquinando como salir del chavismo, van de tropiezo en tropiezo por la calle de la amargura, frustrando en cada fracaso a los sus traumatizados seguidores.
Da la impresión que en su desespero por salir del chavismo, cada grupo en particular, pretende proyectarse como vanguardia, haciendo cualquier proposición, por descabellada que parezca, a ver si pega una o lo demás los siguen. Algo así como tirar pancadas de ahogado.
Y cualquier mediano observador político puede apreciar estas aventuras y desventuras opositoras. Pasan de la conspiración a cielo abierto a las guarimbas, de esa violencia callejera a las elecciones aunque desconocen el órgano electoral, de lo electoral a la abstención, de la abstención al intento de magnicidio, de ese intento frustrado, nuevamente a elecciones; no pudiendo a lo interno ruegan por sanciones internacionales para paralizar al país; de la salida a la estampida. Fracasadas las medidas sancionatorias acuden nuevamente a elecciones con modestísimos resultados y no han celebrado todavía los triunfos pírricos obtenidos cuanto se lanzan a la aventura de un Referéndum Revocatorio, con la ilusión (el que vive de ilusión muere de desengaño) de ser seguidos por millones, pero han salido nuevamente con las tablas en la cabeza, es decir un nuevo tropezón.
Estos reiterados fracasos opositores son ya tan notorios, que en toda reunión donde se hacen comentarios políticos, en los cafetines, en los saraos y hasta en los velorios, hay una frase que ya se hace mítica: la mejor ayuda que ha tenido el chavismo para mantenerse en el poder, es la torpeza de la oposición venezolana. Y eso parece ser cierto, porque, por cada tropezón que se dan, el chavismo se unifica, se fortalece, no obstante a demostrar cierto desgaste electoral.
La idea o mejor dicho la mala idea, del grupo opositor que se lanzó por el barranco del Referéndum, fue tan descabellada, que al última hora sus propios proponentes, al ver la frialdad de las masas frente a la propuesta, recularon y pidieron a sus seguidores, que por favor no acudieran al evento ya organizado por el Consejo Electoral, para evitar quedar en ridículo. Pero ya el daño estaba hecho, la torta se había puesto y el ridículo también. Sólo 40.000 personas acudieron a solicitar la Revocatoria del Mandato Presidencial, algo así como el 00000000000, 0000000, por ciento de los votos que constitucionalmente se requerían para aprobar el Referéndum.
Un ejemplo más, de la frase que se hace ya mítica en cualquier conversatorio político e incluso en las burlas que se hacen contra la oposición: la mejor ayuda que ha tenido el chavismo para mantenerse en el poder, es la torpeza de la oposición venezolana.
Luego de este nuevo tropezón, ahora revocatorio, ya en las mismas conversas políticas la gente se pregunta ¿y con qué nueva aventura saldrán ahora?
Por lo pronto, la síntesis, de todos estos tropezones y frustraciones representadas en el interino Guaido, está llamando a marchas forzadas contra el reeeegimen y otros grupos proponen reformar o enmendar la Constitución para acortar el período presidencial, porque supuestamente ya Maduro es inaguantable. Pareciera que la torpeza de la oposición se convertirá en sistema y pasará a ser un refrán popular, como con su torpeza fortalece al chavismo, frustrando y llevando al desencanto a sus propios debilitados seguidores. “EL TORPE CAMINADOR, ANDA MAL Y ACABA PEOR”