Varias elecciones se han realizado últimamente en el Continente Americano. Estados Unidos, Bolivia, Chile, Brasil, Belice han sido escenario de eventos electorales: presidenciales, municipales y de consulta plebiscitaria. En el país del norte, no existe todavía un ganador oficial, a más de dos semanas de haberse realizado las elecciones. Quienes se consideran gendarmes de la “democracia” y la “libertad” en el mundo, han montado un show de repercusión mundial, donde desde el presidente hacia abajo ponen en duda la transparencia y confiabilidad de los resultados. Eso, a ciencia cierta, no es ninguna novedad. Ya todos sabíamos que en esa extraña democracia no decide la mayoría.
Bajado el telón, Biden será oficialmente el nuevo presidente de los EEUU. Su repercusión a lo interno, por razones que merecerían un análisis aparte, no van a variar en lo fundamental. Sin embargo, no deja de tener un aliciente, cuando menos moral, el que sea Trump quien abandone la casa blanca, y no Maduro quien salga de Miraflores. Eso cuenta en el imaginario popular, y tiene, en lo inmediato, un efecto positivo en el juego geopolítico a nivel regional y global.
Al sur de Nuestra América soplan vientos que anuncian nuevos tiempos. En la Bolivia, predilecta del libertador, una contundente victoria de Luis Arce y David Choquehuanca les dijo a fascistas y neoliberales de viejo y nuevo ropaje, que no les va a resultar nada fácil revertir la voluntad de los pueblos. En la patria de O’Higgins y Allende, las grandes alamedas comienzan a abrirse. Todo indica que el despertar del pueblo chileno, no tiene marcha atrás. Cualquier intento de reseteo neoliberal será derrotado por la movilización popular.
Las elecciones de Alcaldes en Brasil, donde los candidatos de Bolsonaro fueron ampliamente derrotados, las protestas en Perú que ha obligado a quitar y poner presidentes en un “abrir y cerrar de ojos”, las protestas y malestar social permanente en Colombia y Ecuador, son hechos que confirman la posibilidad cierta de que en toda Latinoamérica el cuadro geopolítico se reposicione a favor de la izquierda y las fuerzas progresistas. Son realidades y niveles de conciencia diversos. Eso no siempre es bien entendido y se ignora una diversidad que es necesario manejar con inteligencia y flexibilidad. En ese terreno, Chávez fue un gran maestro. Estamos obligados a ser como Chávez en construir la Unidad en la Diversidad. No es hora de dogmas, ni de recetas. Probablemente la suerte de Evo, después de su renuncia, hubiese sido otra muy distinta si la solidaridad de López Obrador y Alberto Fernández no hubiesen estado oportunamente presente.
Dentro de este cuadro, alentador a lo regional, pero con sus bemoles a lo interno, nos acercamos a las elecciones parlamentarias en la patria de Bolívar. Pocos días de una inédita y cuasi silenciosa campaña, nos restan para ejercer el patriótico derecho de votar. Siempre se ha aspirado y ha debido ser un acto de patriotismo. En mi opinión, hay poderosas razones para que en esta oportunidad, sea no sólo un derecho, sino un deber para quienes nos preciamos del calificativo de PATRIOTAS.
La estabilidad política del país requiere de una Asamblea Nacional que retome su verdadera razón de ser. No puede, ni debe seguir siendo que uno de los poderes constitucionalmente establecidos siga siendo utilizado por intereses mezquinos, en contra de la patria misma. Ya los usurpadores de sus funciones, más temprano que. tarde, les tocará rendir cuentas ante la justicia y ante el pueblo. Hoy es fundamental el rescate y la recuperación de la Asamblea Nacional. No la recuperación y rescate para intereses grupales, por muy legítimos que ellos sean o aspiren serlo, sino para el rescate de una institucionalidad perdida, puesta hoy al servicio de intereses foráneos que se quieren adueñar de la patria. Ya con CITGO y MONOMEROS, resulta evidente los planes de rapiña y saqueo que piensan continuar consumando. Es un acto de patriotismo impedir que continúen.
De lo dicho se desprende que, por encima de todo es IMPORTANTE VOTAR. Muy acertada es la consigna difundida por Red Angostura: La ABSTENCIÓN es la NADA. Y en las palabras de ese experimentado e indoblegable luchador, Fernando Soto Rojas: “La soledad no tiene sombra, la abstención y el odio se los llevará el viento hacia el infinito absoluto, hacia la nada”.
La realización de dos simulacros, son un buen augurio que indican que pese a los factores adversos por los que atravesamos, hay una reserva popular que no se rinde y, en buena medida, entiende cuál es hoy su papel. Esa vanguardia ha sido el motor de la resistencia popular y ha permitido que los planes desestabilizadores de variada naturaleza no hayan tenido, ni tendrán éxito. Una vanguardia popular que ha fraguado su conciencia al calor de las luchas y las dificultades que ha librado en su compleja y difícil cotidianidad.
Esa conciencia y formación es un legado de ese Gigante que fue y sigue siendo Hugo Chávez. Allí radica la principal fortaleza de la Revolución Bolivariana. Una conciencia que ha entendido y entiende en su esencia la consigna de que: SÓLO EL PUEBLO SALVA EL PUEBLO. Un pueblo, Organizado y Consciente, que sabe de su fortaleza y de las debilidades de una parte de quienes tienen funciones de gobierno. Y está allí, en presión permanente, obligando a que lo escuchen, cuando algunos quieren hacerse los sordos. Que sus críticas, cuando las hacen, están acompañadas de ejemplos concretos que las respaldan, y, lo que es más importante, con propuestas de solución viables. Muchos, no han tenido la formación libresca de los criticadores de oficio que abundan en las redes sociales, pero que bastante tienen que enseñarle a LOS QUE SUPONEN QUE TODO LO SABEN.
Existen hasta donde se conoce, cuatro opciones nacionales, como fórmulas que tienen relativamente más difusión. Dos de la izquierda y dos de la derecha. Cada quien debe esforzarse porque el votante se incline por la que ellos ofrecen. Me consta, aunque por lo demás es bastante notorio, que la opción representada por el PSUV y el Gran Polo Patriótico, anda en esa tarea. Se supone que los demás también lo hacen. En lo particular noto que los “disidentes” del GPP, como si hacen muy poco esfuerzo por promover sus candidatos. ¿Será eso, parte de su táctica electoral? Lo desconozco, pero en el Circuito 4 del estado Anzoátegui es así.
Dicen los especialistas que a estas alturas los que han decidido votar, ya tienen definido por quién hacerlo. Hay un sector indeciso que a última hora se decide a votar. Hacía ese sector, deben estar enfiladas las baterías. Aunque es natural que cada quien aspire que lo hagan por su opción, eso no es lo que más importa. LO IMPORTANTE ES QUE VOTEN.