"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Dos Notas Acerca del Aniversario de la Muerte de Simón Rodríguez (28-2-1854)

La América Española pedía dos revoluciones á un tiempo, la Pública y la Económica: las dificultades que presentaba la primera eran grandes — El Jeneral Bolívar las ha vencido, ha enseñado ó excitado á otros á vencerlas: los obstáculos que oponen las preocupaciones á la segunda, son enormes — el Jeneral Bolívar emprende removerlos, y algunos sujetos, A NOMBRE DE LOS PUEBLOS le hacen resistencia en lugar de ayudarlo. — Sedientos de venganza, por injurias supuestas, ó ciegos de ambición por empleos que quizá no pueden desempeñar, se jactan de ser sus enemigos, condenan sus principios, le adivinan malas intenciones, le suscitan guerras en unas partes, se las declaran y las llevan á efecto en otras, lo asaltan en su propia casa para asesinarlo, trastornan, alborotan, llaman su atención sobre todos los puntos y su presencia en los más importantes… Sucumben, y se dispersan: unos toman el partido de callar, otros el de instigar sordamente, y los más comprometidos salen á hacer, en países extraños, el papel de ilustres desgraciados.

Aprendan los pueblos á conocer sus verdaderos defensores en los que sostienen los choques que sufre su causa: vean en los principios de Bolívar los de la seguridad. El jeneral, y en su persona la columna maestra del sistema republicano. — Bolívar merece ser defendido: los americanos deben considerarlo como un padre, cargado con el tesoro de sus derechos, peleando solo contra millares de enemigos, y pidiendo socorro á os mismos que defiende”. RODRÍGUEZ. Simón (2008);       El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de armas, defendidos por un amigo de la causa social”; Biblioteca Básica de Autores Venezolanos-Monte Ávila, República Bolivariana de Venezuela,  pp. 21-22. (Ensayo publicado en Arequipa -1830- y escrito en Bolivia  en 1828).

Por Red Angostura.

2. Simón Bolívar y Robinson

«A esa edad (nueve años), me parecía maravilloso hacer lo que me diera la gana. Robinson me sometió pues a un proceso de objetividad…A veces cuando me aburría me lo explicaba: Debo -decía- dejar por sentado señorito Bolívar, que su educación no debe conocer, mucho menos saturarse de nada…Nada habrá en usted que pueda oponerse a la eficacia de sus afanes, en breve, doy a usted mi solemne compromiso, de que será sino el más sabio, el más aguerrido hombre en particular, que será un portento en la historia del mundo».(“Diario de Bucaramanga, otros escritos desconocidos” (2005), Ediciones de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. Caracas.

Nota enviada por Félix Roque.

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